Seis personajes en busca de autor | Vídeo sugerencia de lectura

Comparte:

 

¿Qué pensarías si al llegar a un teatro a ver una obra te encuentras con un escenario a telón abierto sin escenografía, con un par de escalerillas y las luces apagadas?

 

Sinopsis

Esa es la experiencia que quiere mostrar Luigi Pirandello con su obra de teatro Seis personajes en busca de autor (1921), cuando en su guion plantea esa presentación como escenario. Los actores llegan junto con el director a un ensayo de una nueva obra, curiosamente una del propio Luigi Pirandello. Empezaban a ensayar los diálogos cuando se presentan entre las butacas seis personajes y le piden al director que represente su historia.

Como los seis personajes discutían entre ellos, el director y los actores que les observaban tomaron interés porque sus problemas eran dramáticos. Uno de ellos, el padre, discute con la madre, de quien se separó muchos años antes; la madre encontró al padre en una casa de citas a punto de citarse con su propia hijastra, que vivía con la madre.

Una historia sorprendente, vanguardista y metaficcional que hoy te recomiendo, para que te atrevas a leerla.

Sobre el autor

Luigi Pirandello nace en Agrigento, Italia, 1867- (Roma, 1936) y es el Premio Nobel de Literatura en 1934 “por su audaz e ingeniosa renovación del arte dramático y escénico”. Es un destacado Narrador, novelista y dramaturgo que propuso una deposición del teatro naturalista de finales del siglo XIX, valiéndose del humorismo con un recurrente nihilismo que irónicamente reza un mensaje de que los hombres no pueden comunicarse con sus semejantes.

Sobre la obra

Su obra Seis personajes en busca de autor, divertida e interesante en su trama, tiene un juego literario fino al trabajar la metaficción, ese recurso que permite al autor de una historia meterse en ella, discutirla, comentar porqué la está contando o cualquier otro ejercicio similar; es hablar de los personajes al mismo tiempo que se va desarrollando la historia. Este juego en el que el espectador o lector van siendo testigos de la construcción literaria al mismo tiempo que disfrutan la fábula o novela presentada.

Es ver al teatro contando la historia de seis personajes que se han quedad sin autor y que discuten con el director de la obra para que tome en cuenta sus diálogos, su historia. Y ese es el pretexto para conocer por qué ellos son fruto de la imaginación y no personajes reales.

Una historia muy divertida, con menos de 46 cuartillas que vale la pena leer y que te recomiendo ampliamente. Dejo en la descripción la liga para que la descargues.

Conclusión

Seis personajes en busca de autor, te está esperando. Y ya no tengo más tiempo para contarte de ella, porque los vídeos deben ser cortos. (esto que acabo de decir es un ejemplo de metaficción, dije que los vídeos debían ser cortos, mientras hablaba de la obra maravillosa de Luigi Pirandello.

Descarga

♦♦♦♦ Seis personajes en busca de autor (doc, descarga directa sin virus): http://ficus.pntic.mec.es/fpeg0013/Textos%20lectura/pirandello_seis_personajes_en_busca_de_autor.doc

El elogio de la locura | Vídeo sugerencia de lectura

Comparte:

¿Crees que se vale estar loco con la única condición de reconocer la locura que se tiene? ¿Se puede estar cuerdo en un mundo de locos?

Sobre el autor de El elogio de la locura

En el año de 1511 se publica la obra El elogio de la locura de Desiderio Erasmo, mejor conocido como Erasmo de Rotterdam, un sacerdote católico que visitó Roma y consideró que la Curia del Vaticano, todavía convulsionada por la etapa medieval, se hallaba invadida de excesos e ignorancia. Erasmo, despertando ya al humanismo que trajo consigo la época renacentista hace con su obra una evaluación de los pecados que cometía la iglesia y muchos de los personajes de su época; pero fue astuto, trabajó de forma literaria y con una ironía delicada y humorística, las críticas a su propia Iglesia.

Erasmo de Rotterdam nace en 1466 y muere en 1536. Él se ordena sacerdote agustino el mismo año que se descubre América, pero la sotana le quedaba incómoda porque no estaba de acuerdo con muchas de las costumbres religiosas llenas de barbarie e ignorancia, nótese que es la época del despertar humanista y el fin de la Edad Media, esa etapa que en la iglesia católica carga con la llamada Santa Inquisición y por la cual aceptó su culpa hasta muchos siglos después.

Por eso hoy, hablaremos de El elogio de la locura, de Erasmo de Rotterdam para que te atrevas a leerlo.

Sobre la obra

El elogio de la locura es una disertación, un ensayo en el que el narrador u orador o ponente de una supuesta conferencia es la personificación de la locura, la estulticia o la insensatez. También se le ha traducido como El elogio de la necedad. Ella, la locura, empieza defendiéndose a sí misma, pidiendo que no se le juzgue tan duramente porque ella es la causa de la felicidad, del buen ánimo, de los momentos más hermosos de la vida. Dice que ella es autora de la demencia y de la ceguera, la embriaguez, la pereza, el olvido y el amor propio. Y de ahí parte para describir la locura que invade todas las esferas sociales: filósofos, teólogos, papas, reyes, príncipes, médicos o comerciantes, explicando por qué cada uno de ellos le deben el favor de cierta dosis de locura, haciendo su vida más suave, como el caso de olvidar las penas y las dificultades de la vida.

Conclusión

Erasmo era amigo de Tomás Moro, quien fue teólogo, filósofo y pensador de la misma época. Junto con él, traducen algunas obras y es de ahí donde Erasmo toma la idea de escribir esta fantástica y divertida obra literaria; de hecho Erasmo la escribe en casa de su amigo Tomás Moro en 1509, durante una visita y se publica dos años después. Te dejo en la descripción la liga para que la descargues.

Descarga

♦♦♦♦ El elogio de la locura (pdf): http://tinyurl.com/yd2uchz

 

Mitos, mentiras y obras fumadas

Comparte:

Los libros suelen ser vehículos de comunicación algo extraños, fumados, inverosímiles incluso; mitos y obras que no pierden su encanto incluyendo seres imaginarios y lo que resulta aún más folclórico es que en la sociedad se encuentra gente que los cree reales. Es por eso que dedicaré este espacio a enumerar algunos de esos seres cuya naturaleza sólo puede ser posible en la ficción literaria. Y queda la pregunta al aire: ¿por qué los escritores renuncian a la verosimilitud de sus personajes?

Sigue leyendo

El Quijote de la Mancha en Ayotzinapa

Comparte:

Se necesita estar loco como el lánguido Quijote con yelmo, para ponerse contra los gigantes molinos, mismos que irrumpen el paisaje con sus largas palas para mover al ritmo del viento. Un tipo que cree ser el héroe de las más aguerridas batallas de caballería, conquistando tierras como Felipe II de España, otro igualmente loco, megalómano expansionista, denunciado por Cervantes en su Hidalga historia.

Sigue leyendo

Fragmento de Parábolas del servicio al cliente

Comparte:

«El Maestro José Luis García Barcala es una revelación en la capacitación empresarial y un experimentado conferencista de habilidades épicas a la hora de explicar con gran maestría las rutas hacia el éxito organizacional.» Dr. Vicente López Rocher, Post Doctorado en Prevención y Educación en SIDA, de la Universidad de California en Los Ángeles; tiene un Doctorado en Antropología Social, de la Universidad de California en Irvine, multipremiado investigador y benefactor social.

 

Parábola de la mosca daltónica

Me hallaba sentado en el baño y una mosca me molestaba a menudo. Intenté darle con la mano y no podía atizarle siquiera un empujón. Por azares del destino, la bendita mosca dejó de molestarme cuando encendí un cigarrillo. Quizá la mosca era ecologista y no gustaba del humo de cigarro, por lo que intentó salir por la ventana de la regadera que permanecía abierta de par en par. Era un espacio amplio y suficiente, con luz de día, diferente a la luz artificial que se hallaba en el baño.

Digo que cualquiera podía haber visto que esa era la salida. Los mosaicos de la regadera incluso se veían obscuros. La mosca tenía que ver la salida fácilmente, pero no la vio. Durante poco más de cinco minutos estuvo intentando salir por la ventana sin éxito. Concluí que la mosca era daltónica porque si toda la gama de colores los veía del mismo tono, no podía ver que la ventana estaba ahí. Se golpeaba y probablemente tuvo una “factura craneoencefálica”, tal vez no por la fuerza sino por la constancia de los golpes.

La mosca logró salir más por el azar que por la capacidad de ver dónde estaba la salida. Las estadísticas la favorecían, tarde o temprano uno de sus golpes se convertiría en libertad.

HOMILÍA

¿Cuántos hay que intentan vender y no lo logran? ¿Serán daltónicos[1] como la mosca? ¿Será que quieren golpear y golpear puertas con la cabeza hasta que alguno se compadezca de los chichones y le compre? Las ventas no son un producto de la casualidad. Son el producto de una estrategia inteligente que no debe dejarse al azar y a la casualidad o a la benevolencia de los clientes. Se trata de la satisfacción de necesidades, si lo haces, venderás, si no, no. ¿Es tan difícil?

FRASE DEL DÍA: La suerte es una serie de factores que no percibimos pero que favorecen esa situación. –Anónimo.

 

[1] El autor de este libro es daltónico, curiosamente. El daltonismo es un defecto genético que provoca dificultades para distinguir colores. El nombre de la enfermedad viene de John Dalton, el físico matemático que padecía este trastorno.  Para muchos es algo curioso, para quienes lo padecemos nos es realmente insignificante en la mayoría de las situaciones cotidianas, aprendemos a ver otro tipo de cualidades en las cosas que requieren algún tipo de distinción.

«Es la obra imprescindible para entender las claves del éxito empresarial a través de las estrategias de servicio al cliente.» Carlos Manuel Hornelas Pineda, Licenciado en Periodismo, Maestro en Comunicación Institucional, Productor de documentales, Instructor de producción en el Centro de Entrenamiento de Televisión Educativa.

Libro Parábolas del servicio al cliente, versión impresa ($160 pesos), entrega a domicilio GRATIS a toda la república mexicana (promoción limitada)

Leer reseña

Descarga aquí Versión digital ($4 USD) desde la tienda Amazon.

Fragmento de la novela La cofradía de Joe Barcala

Comparte:

Los últimos tres meses había pasado mucho tiempo en casa, aislándome del mundo, sin prender la televisión, ni la radio. Apenas salía un par de veces a la semana a comprar algunos víveres para mantenerme con vida, sin faltar, por supuesto las cervezas o el licor, los cigarros, la marihuana y la cocaína, que eran mis principales alimentos en el encierro voluntario. La casa por dentro y por fuera daba el aspecto de evidente abandono y los árboles preferían tirar sus hojas con todo y ramas, que aún hoy parecía otoño en plena primavera. El invierno se encargó de secar las flores y la primavera hizo su tarea con las primeras lluvias tempraneras de febrero.

Sigue leyendo

Fragmento de Murió la muerte

Comparte:
[…] Los presagios finalmente sorprendieron a Fermín mientras la horda filosofal se ocupaba de dilapidar al nuevo protagonista de un escándalo político del pueblo. Las tardes se tiñeron de colores con el nuevo ambiente analítico en la casa Flores Ayala. En el recuerdo quedaban algunos poemas sobre el agua que goteaba en el desagüe y uno que otro monólogo navideño del impávido Fidel; ahora eran más sabrosas las tertulias que antaño, pues con Toribio en el estrado, cual ladilla sarnosa, se engolosinaba haciendo enojar a Belcebú con sus argumentos de pacotilla. Gaudencio también disfrutaba los corajes y carajos de Basilio con el casi indecente diálogo polémico entre el viudo Toribio y el fiel Señor de las Moscas.

Un alcalde anterior había destituido a un juez que estaba interfiriendo con sus expropiaciones para levantar una carretera justo donde tenía unos ranchos de bajo avalúo que el edil deseaba fraccionar para hacer el negocio de su vida. Dichos actos, todos, eran ilegales, pero el pueblo nadaba en la desinformación, las descalificaciones y la politización del tema, al grado que los políticos de la época se llenaban de fango unos a otros, ensuciando sus poco honorables trayectorias profesionales y haciendo público casi cualquier aspecto honroso y por deshonrar de su vida privada.

Novela disponible sólo en versión digital en Lulu.com

—Daniel Alcocer no tiene la culpa de las acusaciones que nos ha hecho creer el juez. ¡Qué bueno que ya lo destituyeron! —Se regocijaba Basilio.

—¿Quién es Daniel Alcocer? —preguntó Fermín.

—Es el alcalde que acaba de terminar su periodo y a quien acusan de la destitución ilícita de un juez —contestó con paciencia Filomena, la emperifollada señorona, ahora novia del tío Fermín.

—No seas ingenuo Belcebú, ese ex alcalde nos está mintiendo a todos. El juez tiene razón. —aclaró Toribio burlonamente.

—Los periódicos dejan muy en claro que el juez fue destituido por el cuerpo edilicio, en donde yo tengo muchos amigos; estoy seguro que tantas personas no pueden estar equivocadas, Toribio; es más, el propio Alcocer ha puesto toda la documentación en manos de los periodistas para que lo analicen. En cambio el juez sólo se emberrincha y no da pruebas.

—Los emberrinchados son los periódicos; algo les están dando que antes de que llegara el nuevo alcalde estaban en contra del anterior; ahora lo defienden a capa y espada —discutió Toribio.

Basilio alzó el tono, empezó a desorbitar los ojos y se empecinó aún más en el debate. Los demás veían en él una interesante y nunca antes vista transformación en la cara bipolarizada del intelectualoide.

—¡Por eso estamos como estamos! El mundo no avanza con los necios que se empecinan en frenar el progreso, en politizar los debates que le hacen bien a la nación. ¡Hasta cuándo van a parar! Los periodistas no mentimos. Y déjame decirte que yo logré destituir a un alcalde con mis grabaciones, pero no todos son como él. Muchos desean el bienestar y nadie hace nada por tener confianza. Sus enemigos políticos se empeñan en ensombrecer su trabajo y vuelven las mañas de los mojigatos: “que eso no está bien”, “que se enriquece”… ¡bola de timoratos!

Novela escrita en 2005

Y sin deberla ni temerla, el grupo entero salía regañado. Basilio se arrinconaba con los niños en el patio y más tarde volvía como si no pasara nada. Por supuesto, del tema no se hablaba en largo rato, hasta que nuevamente la cordura regresaba a la cabeza de Belcebú y aceptaba que los medios de comunicación por lo general no decían toda la verdad y argumentaba que también había muchos intereses detrás de las noticias.

En aquella ocasión, efectivamente, Basilio se equivocaba, como en muchas otras, pero siempre era Toribio el que salía perdiendo credibilidad, haciendo los comentarios más que lógicos, contrarios. Los filósofos por lo general apoyaban al Señor de las Moscas antes que a cualquier otro.

Mientras todo eso pasaba en la terraza, Fermín se enfrentaba a un misterioso aforismo que se estaba volviendo realidad. Durante varias noches antes de su cumpleaños número catorce, tuvo pesadillas que le empezaron a quitar el sueño. Al principio creyó que se trataba de una autosugestión. Pronto fue a la tienda con don Carlos a comprar un té de manzanilla para relajarse y olvidar la sentencia de la hechicera. Nada le permitió borrar de la memoria su miedo.

El día de su cumpleaños estuvo a punto de contarles a los filósofos sus pesadillas. Sin embargo, el interés por defender al ex alcalde o acribillarlo, distrajo a la feligresía y se olvidaron del festejado, como había sucedido desde que estaba en la cuna.
[…]

Novela publicada aquí