Príncipes y princesas para legitimar el poder

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La literatura es una vía fenomenal para crear símbolos como las princesas, elementos que representan una realidad, por lo general ausente en el texto pero vigente en la sociedad. ¿Imagina usted lo que causa en la mente de las personas una noticia que se repite día con día durante 10 años?

Es la tesis que sostiene el libro La conspiración gay, apoteosis de la guerra de los sexos de Rafael Palacios (descarga aquí) hablando de hombres que maltratan a las mujeres, al paso de los años, las mujeres terminan aterradas de cualquier hombre, incluidos los de su familia. Los hombres que se acercan a ellas son lo suficientemente femeninos para no parecer peligrosos. Se incentiva así, la feminización de los hombres como algo bien visto en la sociedad.

Nos hacen solicitar lo que ellos quieren que solicitemos

De la misma forma, si la ONU quisiera gobernar al mundo (tesis del libro Instituto Tavistock de Daniel Estulin –descarga aquí-) bastaría con mirar lo que sucede en México, en donde el descrédito generalizado de las fuerzas policiales y de la clase política, justifican la intervención de dicho organismo para pacificar al país. Así, cuando vemos la literatura generada a través de toda la historia humana, encontramos elementos que simbolizan las circunstancias sociales de la época, ya sea para justificar su presencia como para combatirla.

Así, cuando vemos la literatura generada a través de toda la historia humana, encontramos elementos que simbolizan las circunstancias sociales de la época, ya sea para justificar su presencia como para combatirla.

El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha contiene una historia por muchos conocida: un hombre que se vuelve loco por leer tantos libros de caballería. ¿Se estaría refiriendo a Felipe II de España que tenía dominados muchos territorios europeos a costa de las míseras condiciones de vida de los ciudadanos españoles para sostener esas guerras expansionistas y megalomaníacas?

El dibujo de la personalidad del héroe

Cuando se trata de legitimar el poder, las historias representan en sus personajes a seres bondadosos, heroicos, refinados, justos, misericordiosos y más. Cuando se trata de denunciar sus fechorías (como el Quijote) pintan personajes locos, iracundos, miserables, en palacios ostentosos, tratando a los demás con denostación, frente a gente muy humilde, a la que ni siquiera miran cómo los están matando de hambre.

La simbología de los príncipes y princesas no se ha escapado de esas producciones literarias; de entrada, un príncipe significa el primero, el principal. Por lo general es un personaje activo, trascendente, es superior en riqueza, tiene un estatus social preponderante, por tanto, tiene poder, es bello, caballeroso y valiente.

Al usar al príncipe en la simbología (véase también semiología y semiótica) es marcar la diferencia entre los humanos, unos más que otros; no siempre, como ya lo vimos, por un interés malévolo, a veces por cualidades de heroísmo, valentía, bondad, etc. Tratan de infundir en la población los valores que deben seguirse (según la ideología preponderante o dominante de la época en cuestión).

El papel del héroe como símbolo de poder

La más de las veces, crean personajes tan grandes, tan poderosos, tan sabios, que vuelven sumisas a las personas y pueblos a esa clase social aristocrática. Es hacer creer a los demás que el poder sólo puede estar en manos de la élite que suele legitimarse con ideas de ese tipo (vea el caso de la raza aria que promovía Hitler y su partido político).

El manejo de los símbolos tanto en la literatura como en las noticias es tan importante para ellos que suelen invertir mucho tiempo y dinero en promoverlos. Los principales medios de comunicación del mundo lo saben y construyen noticias manejando las voluntades sociales a través de sus contenidos. La legitimación o destrucción de instituciones es una construcción mental premeditada y, ¿por qué no decirlo? maquiavélica.

Los príncipes o su contraparte femenina, por su parte, vienen a construir los estereotipos que satisfagan las necesidades de los mismos creadores o promotores de ideas, ya sean políticas, religiosas o económicas.

Las princesas

Como ejemplo, están las princesas de Disney, quienes ante su infortunada vida deben maquillarse y estar listas para recibir los favores de atención del príncipe; o deben disfrazarse de hombres para poder ser reconocidas. Siempre son “en función” del machismo preponderante, que se legitima también gracias a que ellas así lo desean fervientemente.

Ideología impuesta

Durante siglos se ha pretendido imponer una moralidad a la población acorde con características que convienen a los círculos de poder de la época. Se debe ser pobre, humilde, bueno, hasta indefenso, de escasa cultura; no pelear, no interesarse por la participación política, aceptar las decisiones de las autoridades que “provienen de Dios”.

Está el caso del concierto de rock en Woodstock (curiosa relación con Hollywood y Tavistock) en el año de 1969 como parte de un experimento realizado por ese instituto con el apoyo de la CIA y el FBI, dosificando drogas a medio millón de jóvenes que gracias a la música y los estupefacientes, permanecieron despiertos tres días con sus noches. El resultado, reforzar la idea del amor y la paz: no te metas en política.

La mujer en la historia

El papel de la mujer en la historia siempre fue relegado, hasta que en el romanticismo (fines del S. XVIII y principios del S. XIX), curiosamente parecido al resultado obtenido en Woodstock, donde hay mucha confusión, una exaltación del yo y una aceptación de una naturaleza espiritual, salvaje y silvestre (sin posibilidades de acceder a la élite gobernante); ellas, antes de eso, se les vio como seres menores a los hombres (al menos en la cultura occidental) y allí, en el romanticismo, se les consideró, gracias a la dosificación ideológica de la iglesia, seres espirituales, superiores, intocables. Aunque también provocadoras del pecado (Eva).

Para principios del S. XX, la mujer ocupa un lugar en casa, es la que educa al hombre para que vaya a trabajar (sistema productivo); entonces la mujer fue una trabajadora más del sistema, su tarea era educar en honradez, en limpieza y puntualidad para que sus esposos e hijos fueran a cumplir cabalmente con sus tareas en las empresas que les esclavizaban voluntariamente. Ellas no recibían salario por ser promotoras de los principales valores de la productividad.

Así, tenemos que la simbología de príncipes y princesas -y muchas otras- ha sido y seguirá siendo una fórmula trillada y barata de educar a las masas, controlarlas y manipularlas en beneficio de los dominantes políticos, económicos y religiosos. Uno de los beneficios que trae la reflexión de la lectura, la ampliación de la cultura, como única vía de emancipación de su poder y control. ¿Estás dispuesto a salir de su influencia?

Publicado originalmente en La Jungla de Mariano

La Metamorfosis – Vídeo sugerencia de lectura

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Una mañana, Gregorio Samsa despierta y se da cuenta que se ha convertido en un escarabajo, puede ver cómo su vientre es abultado y sus extremidades son muchas y pequeñas con relación a su cuerpo. ¿Si te pasara eso, cuál sería tu reacción? ¿Tienes miedo de cambiar porque te sientes cómodo en tu situación actual?

Sinopsis

La novela o cuento La Metamorfosis de Franz Kafka contiene gran cantidad de elementos autobiográficos y es una obra muy interesante, porque además de la metáfora global con la vida del autor, se ha convertido en un símbolo de los elementos escabrosos. El término Kafkiano ahora se aplica a situaciones sociales angustiosas o grotescas.

Sobre la historia La Metamorfosis

La historia de Gregorio Samsa inicia esa indeseable mañana en que despierta convertido en una especie de cucaracha y reconoce su cama y su habitación, es decir, sigue siendo humano y trata de actuar en consecuencia, pero se da cuenta que con su nuevo aspecto no puede presentarse a trabajar y él es el único sustento económico de su familia, pues su padre se ha retirado ya del negocio y su madre sufre un asma tan severo que no puede trabajar. Su hermana es menor de edad y tampoco puede hacerlo.

Por eso hoy, hablaremos de La Metamorfosis, de Franz Kafka, para que te atrevas a leerla.

Sobre el autor

Franz Kafka nace en Praga en 1883 y pertenece a una familia judía acomodada; hijo de un comerciante retirado de nombre Hermann Kafka y quien siempre le recriminó su interés por las letras, en lugar de preocuparse por atender el negocio, mismo que tuvo necesidad de cerrar. Eso produjo en el hijo un sentimiento de frustración e incomprensión por el rechazo de su padre.

Nunca se casó pero estuvo a punto de hacerlo un par de veces. Hay publicadas varias obras, la mitad son póstumas, pese a que el autor solicitó que fueran destruidas cuando muriera, y lo hace en 1924 mientras que su última obra fue publicada en 1967, Cartas a Felice, quien fue una de sus prometidas.

Más sobre la trama

Dentro de La Metamorfosis, la familia se da cuenta que Gregorio se ha convertido en un insecto y se preocupan; el padre finge que aquello no sucedió, a la madre le prohíben verlo para que no sufra un fuerte impacto y la hermana Greta es quien se encarga de limpiar el cuarto y darle de comer a Gregorio.

Debido a que no puede asistir a trabajar, la familia tuvo que despedir a Ana, la mucama, porque la situación financiera estaba complicada. Incluso el jefe de Gregorio llegó a la casa a averiguar porqué Gregorio no se había presentado a trabajar, tachándolo de holgazán; finalmente se entera que su anterior empleado ahora es un bicho.

La hermana decide retirar los muebles del cuarto de Gregorio y él se siente más cómodo por esa decisión, pero se da cuenta que está perdiendo su humanidad, ha empezado el proceso para convertirse definitivamente en un animal.

También la familia, para solventar los gastos, decide aceptar tres huéspedes en casa y un día que Greta, la hermana, les muestra cómo toca el violín, Gregorio se siente atraído por la música y sale de su habitación, permitiendo que los huéspedes le vean.

Conclusiones

La Metamorfosis es una obra existencialista, resaltando la condición humana, la importancia de la responsabilidad, las emociones y la libertad como significado de la vida, especialmente porque su propuesta literaria va en contra de la filosofía tradicional.

Descarga

♦♦♦♦ La Metamorfosis (pdf): http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/euro/kafka/metamor.htm

 

Fragmento de El sacerdote ateo

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Leer reseña de la novela en Universo la Maga (España).

Entrevista a Joe Barcala en radio Saber sin fin.

Entrevista a Joe Barcala en Universo la Maga.

Celebrando un bautizo en la capilla principal de su parroquia, Eusebio sintió como nunca antes,
un cínico vacío espiritual que le dio incluso un mareo y fingió sutilmente ante los convidados a la ceremonia, una alegría sin igual. La cascada sobre el cenit del recién nacido le refrescó a él también un poco. Los padres y padrinos observaban impacientes a su angelito, convertirse en hijo de Dios, al tiempo que Eusebio renegaba su fe como si se tratara de una usualmente llamada herejía. La señal de la sotana incómoda se hizo presente en el púlpito.

Era el síntoma más certero de una abnegación que terminaba. ¿Qué lo llevó a salir del juramento sagrado? ¿Cómo dejó el credo? Tantos años de tradición y conservadurismo, al cual aparentemente nunca se apegó y ahora las afirmaciones dogmáticas le pesaban más que nunca. El pequeño bautizado con el lodo espiritual de Eusebio seguramente alcanzó la conmiseración celestial, e impulsó un grito desgarrador que retumbó en la bóveda mayor del templo barroco. Encrestó la diadema de su sotana como signo de la perturbación que sentía aquella mañana de sábado y una vez terminado el ritual, desesperanzado y harto, ofreció el sermón indiferente.

¿Qué hacer cuando se acaba la fe?

Un halo de luz brincaba entre los vitrales y los millones de micro organismos ambientales se disfrazaron de esplendor y el corazón de Eusebio dejó de latir en el fervor religioso mientras aclamaba a los presentes una homilía cautivadora.

—Y hay quienes se preguntan: ¿dónde está Dios? ¡No se dan cuenta que cada vez que uno de estos pequeños niños, hermosos y serenos como Daniel, al ser bautizados en el nombre de Cristo, además de la fiesta celestial, la Trinidad le sonríe al mundo! Hombres de poca fe, miren cómo florecen los campos, las familias y el seno de la Iglesia.

Una voz interior le decía: «estoy harto de tanta solemnidad» y otra voz le hacía eco: «y de tanta soledad». Finalmente, una resonancia recóndita argumentó: «tengo mucho miedo de que un día se aparezca un ángel y muestre la ira de Dios», aunque al parecer a su conciencia y al resto de sus voces interiores no les importó esta última reflexión.

Novela publicada en diciembre de 2015

Al terminar la ceremonia le correspondía media hora de confesiones que a pesar de su inminente ateísmo todavía le causaban cierta curiosidad, entre tanto tedio. No porque siempre fueran los mismos pecados, le dejaba de interesar la mirada de cada quien a sus problemas. Las historias por lo general eran diferentes, los matices variaban como cada cerebro con sus abismales contrastes.

Un adolescente se confesó, apenado, de haber deseado más de la cuenta a su novia; un hombre se acusó de adúltero por quinta vez, decía, no lo podía evitar; el director de una escuela secundaria se acusaba de odiar a una maestra que trabajaba para él, indicó, justificándose, que ella siempre lo estaba retando; un joven fue vencido por la tentación de una droga, llevaba algunos meses luchando sin lograrlo.

Aquella tarde una anciana a punto de un evento trascendental, es decir, a un paso de la muerte, se acusó de blasfema, renegando su fe; explicó que todo el cuerpo le dolía mucho, principalmente por las mañanas y ninguna oración le quitaba las noches en vela levantándose al baño sin poder vaciar su vejiga. Dios, dijo, se había olvidado de llevársela y hasta lo maldijo. También se presentó un hombre de mediana edad; se acusó de haber violado a una muchacha; especificó que era de clase media y muy hermosa. También justificó su acto, aunque al terminar mencionó algo que a Eusebio le llamó mucho la atención:

Un párroco con dudas de fe ¿cuántos habrá?

—Fíjese Padre que a pesar de haberla violado, conté con su apoyo, es decir, la mujer me abrazó, me besó y hasta sentí que ella me violó a mí. 

Eusebio estuvo a punto de decir «no seas sinvergüenza hijo» pero la fe de su alma era ya tan poca que en realidad no le importó discutir. Le causó curiosidad, eso sí, que la voz se le había hecho bastante familiar. Después de la absolución y la penitencia, se marchó y Eusebio abrió la puerta para intentar mirarle. Sólo alcanzó a verle la espalda y la nuca que no le permitieron distinguir quién era ese hombre, pudo ser cualquiera. Se sintió tentado a seguirle pero una mujer sumamente adornada se postró en el reclinatorio y tuvo que escucharla.

[…]

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La evolución de los lenguajes

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¿Cómo se conforma un idioma?

Los idiomas no siempre han existido como los conocemos, sino que experimentan una evolución. En el inicio de nuestra era, en el Imperio Romano, se hablaba el latín y tenía dos versiones, el culto y el vulgar. Curiosamente, es el vulgar el que se impone y el que termina diseminándose hacia España. Eso es lógico, más que curioso, la población de a pie, más en aquella época, era mayoritaria y todavía no se popularizaba la cultura (aunque dudo que hoy podamos considerarla igualmente popular).

La imprenta se inventa hasta el S. XV y ello permite imprenta-de-gutemberg que una población mayor pueda acceder a los conocimientos llamados cultos. También es gracias a ese invento que se empiezan a consolidar los idiomas actuales.

 

El latín vulgar llega a España con la migración de los pobladores romanos a la península. Las lenguas que se hablaban ahí eran diversas y desarticuladas; por ello el latín termina imponiéndose, pero su evolución con la mezcla de los términos (palabras) con quienes habitaban ahí. De hecho el latín, gracias a la influencia romana, es madre de varios lenguajes que se les conoce como lenguas romances: español, francés, italiano, provenzal, catalán, gallego-portugués, retrorrománico, rumano y sardo.

El indoeuropeo

Mientras que por otro lado, el idioma del norte de la Europa antigua conocido como indoeuropeo genera los idiomas siguientes: irlandés, galés, escocés, alemán, inglés, holandés, ruso, polaco, checo, búlgaro y serbocroata.

El castellano se consolida gracias a Alfonso X “El sabio” de España (1252-1284), quien institucionaliza la educación del idioma y hace diversas publicaciones definiendo su uso correcto. Ello con el tiempo se convierte en la Real Academia de la Lengua Española (RALE).

Cuando crecí, se nos hacía hincapié en la importancia de regulación de la RALE, como si fuera quien dictara su uso. Pero al estudiar literatura (y muchos años más tarde) dicha institución ya no era rectora, sino observadora.

El uso de las palabras manda

Somos los usuarios del lenguaje quienes aportamos y proponemos su uso conforme a la necesidad de expresarnos. Por ello dejamos fuera los términos o palabras que no nos ayudan a definir los aspectos de nuestra vida e inventamos palabras o las importamos de otros idiomas para dar a entender situaciones que no tenemos otra forma de definir en el nuestro. En pocas palabras, hacemos lo que nos da nuestra REAL gana y la RALE, al ver cómo se popularizan las palabras, se ve en la necesidad de incluirlas en su diccionario, según su uso, regional, local o universal (al menos en el universo del español).

Por tanto, con esta situación, en el futuro existirán muchos más lenguajes: el mexicano, el argentino, colombiano, peruano, etc. En cada región tendrán una forma distinta de hablar y volveremos a la torre de babel con el resto de idiomas (calculo que habrá un lenguaje especial para hacer negocios, otro para ir al bar -¿o no Mariano?-). Porque el lenguaje es vivo y cambiante, aunque pensemos que siempre será así, eso no cambia esta realidad. El Quijote de la Mancha contiene en su versión de 1616 que conocemos más de 1000 vocablos que hoy día han caído en desuso. Varias de sus palabras las han tenido que actualizar para que las podamos entender: en aquel entonces no existía la letra “h”, por tanto leemos fijo en lugar de hijo, fazer en vez de hacer.

Futuro

Así que no nos espante ver gente escribiendo palabras de formas distintas, podrían estar fundando una nueva lengua, quizá más rica que el Español. Lamento informar a los conservadores que el mundo siempre termina dando paso a los liberales. Las religiones de hoy serán mitologías mañana. Podemos estar a favor de rescatar las lenguas perdidas, pero mientras estas no se popularicen, difícilmente podremos revivirlas y los esfuerzos por mantenerlas en uso siempre serán contra natura, desgastantes, extenuantes.

Publicado originalmente en La Jungla de Mariano