Democracia de perros

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El poder no es un título, no se luce, no es una silla o una corona. El poder más que un sustantivo, es un verbo: se ejerce, se usa, no sólo se posee. Esa es la lección de uno de los más importantes filósofos de la historia: Michel Foucault.

Democracia de perros

Imaginando a estos benditos animales domésticos, a ellos no les importa si su amo decide por él, si lo lleva o lo deja en casa. Ellos no cuestionan si tenemos o no tenemos razón. Su cerebro pesa unos 300 gramos, mientras que el humano es de 1500 gramos. Ellos aceptan la decisión del amo sin cuestionar.

Si le imponemos un comunismo o un anarquismo o un capitalismo, a ellos no les importa un carajo. De cualquier modo se acomodarán en una jaula o en el jardín. Claro, serán más felices en la segunda opción. Su mente no entiende de acuerdos, ni de convencionalismos, ni de moralismos. Sólo son y disfrutan la vida.

Gozan la compañía sin preocupaciones. Si les das comida sucia o agua contaminada o si nunca los llevas a la escuela es indiferente para ellos. Igualmente sufren en muchas ocasiones el abandono, la poca salud cuando quedan amenazados por las enfermedades.

Las elecciones 2018 en México
Como un breve paréntesis, en mi país la democracia de estos pseudo políticos mexicanos es más bien una ley de la selva, no hay en realidad el interés por competir por el poder, sino arrebatarlo, robarlo, imponerlo. Este modelo no es democrático.

Democracia de los humanos

Si la educación fue suficiente para entender que se tienen derechos y que se pueden exigir, la democracia humana adquiere una dimensión distinta a los animales. Para que haya democracia, por tanto, requiere conocimientos básicos sobre ella y nuestro cerebro sí que es capaz de comprender estos conceptos.

Si como decía Foucault, no ejercemos el poder, alguien lo hará en nuestra contra. Nuestros antepasados pelearon guerras por la libertad porque entendieron que todos los ciudadanos debemos tener el mismo derecho a la vida, la paz, la justicia, la vivienda, la alimentación, la salud y la educación. Derecho a elegir a nuestros gobernantes y poder ejercerlo a través de la acción social. Por tanto, se inventó la democracia como una forma de organización que nos permita PARTICIPAR del poder.

Representativo o participativo

Elegir a un representante para que él ejerza ese poder, es cederlo. Una democracia representativa es falaz, no «representa», sino que cede, regala el poder. Para que realmente se pueda considerar democracia, tiene que ser participativa, es decir, que el legislador o el gobernante actúan siempre que el pueblo lo respalde, deba consultar a sus bases, a sus ciudadanos cada decisión que debe tomar.

Nunca debemos ceder el poder a otros, debemos ejercerlo con la exigencia, con la presión social, con la demanda, con la lucha activa (activismo) y si se requiere, con la protesta. El gobernante no debe ni puede hacer lo que se le viene en gana, sino lo que sus jefes, quienes les contratan y les pagan para realizar ese trabajo, indiquen y ordenen (los ciudadanos pagan, los ciudadanos mandan).

¿Qué es democracia?
Sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. Wikipedia.

¿Qué caracteriza a la democracia?

Nos distingue de los perros una gran lista de habilidades, especialmente sociales y la civilización exige que todos nos involucremos en hacer funcional una democracia, dando oportunidad a todas las voces, para que el mundo que construimos le dé espacio y derechos a todos sus habitantes y no sólo a una clase que se privilegie sobre otros.

Si la educación que se recibe hoy día en las escuelas es «animalizadora» es por una razón: control. Nos están amaestrando, no educando. Si queremos mejorar nuestra educación, debemos privilegiar el pensamiento crítico, la capacidad de razonar que se obtiene principalmente con la lectura (exclusivo de los humanos).

 

 

Anaya acusa que EPN es culpable de la guerra sucia contra él.

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Claro que la estrategia del PRI es hundir a Anaya, aunque sea responsable de serios delitos como el lavado de dinero. Pero colocar a Meade por encima de Anaya en algunas encuestas sólo confirma una cosa: dividir el voto panista para beneficiar a su candidato.

EPN es culpable de la guerra sucia

Esta campaña se ha caracterizado por los ataques entre candidatos. Parece ser que es la única forma de subir en la preferencia del electorado. Todo es falso según Anaya y ahora acusa también a AMLO de haber pactado con Peña Nieto.

Si alguien ha sido cercano a Peña es precisamente Anaya (Ricky Riquín Canallín): lo vimos al aprobar las reformas mañosas del presidente. Antes alababa y se congratulaba de tener por fin, las leyes que el país necesitaba desde muchos años antes.

¿Quién es segundo lugar?

Otra característica de esta campaña electoral es el pleito eterno entre Meade y Anaya por ver quién está en 2o. lugar para saber quién debe declinar en favor de quién. Mientras tanto, los ciudadanos vemos cómo se exhiben sus trapitos sucios.

Meade inyectando con Duarte vacunas falsas a niños con cáncer, entregando millones de dinero en apoyos para gente muerta junto con Rosario Robles, involucrado en el caso Odebrecht y desde atrás apoyado para que no se sepa nada de esa investigación.

Anaya en la compra y venta de una bodega en la que se trianguló el dinero con cuentas en paraísos fiscales. Anaya enriquecido por los llamados «moches» en la Cámara de Diputados, en llamada a Yunes para pasar la charola.

Par de fichitas

Lo cierto de todo esto es que, aunque se juntaran los votos de ambos, no alcanzarían a López Obrador. Sus ataques al tabasqueño y entre ellos, lo único que han venido a demostrar es que la mafia del poder que tanto canta AMLO, existe y que entre los dos viejos partidos hay una guerra pero que detrás de todo está el amor que se profesan.