Crece el repudio hacia la Iglesia Católica

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Fieles y opositores se muestran escépticos ante las acciones de la Iglesia Católica que muestra piedad y misericordia cuando no van acompañadas de congruencia con la fe que predican.

Ya su imagen se ha venido deteriorando en las últimas dos décadas, especialmente desde el escándalo de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, que la propia organización ha reconocido más de 60 casos de violación a menores.

Luego surgieron muchos otros casos alrededor del mundo y se descubrió que la misma iglesia encubrió o protegió a los sacerdotes que cometieron abusos sexuales contra niños, mujeres, señoritas y hasta varones.

Ahora con la epidemia del coronavirus, cabe resaltar que muchos sacerdotes se contagiaron por apuntarse como voluntarios para ayudar a otras personas y murieron, esto al norte de Italia. Mientras tanto, la cúpula, ha dado su ejemplo de falta de fe y ha cerrado miles de iglesias en el mundo. Mejor que lo hayan hecho, porque evitaron la propagación.

Surgieron los memes en donde se preguntan si su dios permitió o causó la pandemia o si puede o no puede evitarla con la oración de los creyentes.

Mientras tanto, vía televisión e internet, dieron la transmisión de una misa impartida por el papa en la soledad de la plaza de San Pedro. Los medios masivos siempre uniéndose a las plegarias, traduciendo y haciendo la promoción apostólica a la que están acostumbrados. Pero el internet no perdonó.

La libertad que dan las redes sociales, facilitó la expresión de odio a la figura del papa por ser el líder de una creencia que mantiene sumida en la ignorancia de una buena parte de la población mundial.

Vea las expresiones en el vídeo de la misa del papa Francisco este 27 de marzo y las expresiones de apoyo a muchos de esos comentarios con su pulgar o corazón.

Mujeres, ¿sólo una diferencia corporal?

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Esta mañana amanecimos sin mujeres. No podemos hacernos de la vista gorda ante tal hecho. Nos hemos quedado sin hijas, sin hermanas, sin tías y sin madre. Algunos sólo nos damos cuenta de lo valiosas que son hasta que las hemos perdido. Es tan grande el vacío que dejan que deberemos mantenernos ocupados por mucho tiempo antes de empezar a sufrir por su ausencia. Deberemos lavar nuestra ropa, muchos por primera vez en su vida. También guisaremos, plancharemos, lavaremos los baños y pasaremos el trapeador luego de barrer la casa hasta la banqueta.

Escucha el programa donde leí esta editorial

http://lahr.mx/y-como-dice-la-cancion-521/

Día de la mujer

¿Son esas tareas exclusivas de una mujer? ¿Sólo ellas lavan, planchan, barren y se enfrentan a una pila de trastes en el fregadero? En términos muy generales, muchas de ellas trabajan y al llegar a casa todavía deben terminar esos quehaceres, porque los hombres decimos estar muy cansados para eso y preferimos vivir como los cerdos antes de comprometernos a simples pero cotidianas tareas en el hogar.

Una de esas mujeres se comprometió con cada uno de nosotros a defendernos cuando nacimos, a sentirse responsable de nuestra seguridad, y se preocuparon cada noche por las medicinas que debíamos tomar, y nos enseñaron a movernos, hablar, caminar y leer. Nuestro entorno estuvo limpio, igual que la ropa y las sábanas. Formaron en cada uno y una los hábitos de lavar nuestros dientes, bañarnos, curar nuestras heridas y forjar un carácter. ¿Cuántos hombres lo han logrado con el mismo éxito que ellas?

Pero hoy no están, se han ido, desaparecieron. ¿Cuánto debería durar su ausencia para darnos cuenta de lo que valen? Quizá un año, quizá dos. Porque es una pequeña diferencia corporal solamente. Unos somos altos o bajitos, otros de tez clara u obscura, con muchos o pocos músculos, de postura militar o encorvados, dedos largos o cortos. Es sólo una diferencia física. Como lo somos todos. No hay un estómago femenino y uno masculino, no hay un pie de mujer y otro de hombre, ni cerebro de dama y caballero. Somos todos, un conjunto de seres humanos cuyas diferencias físicas no deben alterar la maquinaria de nuestra organización social y donde cada uno ocupa un lugar sin discriminación de género, raza o ideología.

Un paro o ¿a dónde vamos a parar?

Que las mujeres hoy detengan su marcha altera todo nuestro entorno. Significa que no sabemos, que no entendemos, la importancia de un equilibrio, el valor de cada persona. No somos seres sociales conformados de subconjuntos menores. Esta humanidad debe ser inclusiva, o pronto, tendremos paros de campesinos, ilegales, iletrados, bailarines, músicos, políticos y el hoy también anhelado paro de hombres.

¿Entonces? ¿Y si paramos todos? ¿Si nos damos por vencidos todos? ¿A quién reclamaremos? ¿De qué nos vamos a quejar y con quién? Si los planes, proyectos, presupuestos, mecanismos, organismos discriminan a otros, los hacen a un lado, los ignoran, es obvio que estamos generando un problema para el futuro cercano. Debemos generar planes inclusivos, donde todos tengan cabida, en el que existan posibilidades de desarrollo para el 100% de nuestras comunidades.

Hoy se detienen las mujeres, y con justa razón. Hemos creado un sistema social que ignora su existencia, que da espacio a unos sobre otras, y lo estamos alimentando día a día con acciones fomentadas desde el hogar, en los trabajos y en las escuelas. Debemos deconstruir, es decir, reaprender, recrear, cambiar las fórmulas. No, no será nada fácil. Hay mitos, libros que exaltan el machismo, cientos de películas, cuentos, princesas y príncipes, que insisten en roles de sumisión, de control… empecemos por reconocer que tenemos una sociedad hecha a modo para unos o unas y muy complicada para otros y otras. El género femenino o el masculino son sólo imaginarios y por eso se excluyen a otros términos medios, hombres con características femeninas y mujeres con rasgos masculinos.

¿Qué es la mujer?

Son solo diferencias corporales, lo que nos define como humanos es nuestro cerebro, pues, a diferencia de otras especies, somos capaces de razonar, de pensar, leer, escribir, imaginar con una muy marcada diferencia y eso lo hacen por igual, hombres, mujeres, ricos, pobres, ancianos y niños, tibetanos o argentinos. Estamos a tiempo de revalorar la existencia de cada uno, de cada ser humano, con o sin educación, con o sin dinero, con o sin títulos nobiliarios. O somos importantes todos o no valemos nada como especie.

El paro de mujeres hoy, puede llevarnos a un cambio sustancial en beneficio de todos o generar más diferencias. Si no escuchamos ese llamado hoy, mañana pararán los abuelos, luego los niños, más tarde los pobres y así hasta que se detenga toda la humanidad. En cambio, si nuestros oídos finalmente escuchan este llamado, podemos esperar un futuro más halagüeño, el día de la prosperidad universal… dejemos de marcar nuestras diferencias, empecemos a ensalzar las coincidencias. Hagamos a un lado, con inteligencia, con razonamiento, aquellos términos dañinos para otros: “soy mejor que tú”, “tengo más que tú”, “llegué primero” y usemos nuevas frases que conjuguen los verbos en un conjuntivo humano: “todos tenemos los mismos derechos”, “respeto tus ideas”, “valoro tus propuestas”, “agradezco tu existencia”.

Acepto que no será fácil. En el ambiente flotan partículas muy dañinas, envidias, resentimientos, mentiras y grandes decepciones de actos pasados. Junto a nosotros caminan homínidos involucionados cuya ferocidad no ha sido lo suficientemente superada por la evolución. Algunos creen que seguimos viviendo en la selva y aplican las leyes del talión o de superioridad física. Muchos otros intentamos dejar atrás la barbarie, entrando ya en una faceta de civilización, nos escuchamos, llegamos a acuerdos, somos solidarios, usamos la empatía. Hay quienes aún matan al enemigo, violan, roban, abusan y anteponen con egoísmo salvaje sus condiciones.

Por eso en México decimos que no tienen madre. Si la tuvieran, reconocerían a esa mujer que marcó nuestro entorno cultural, nos hizo seres civilizados, nos comprometió con un mundo mejor, nos enseñó a comportarnos en casa de los vecinos. La mujer se vuelve madre en algún momento de su vida y tal es su valor, igual que muchos hombres, aprendemos a dejar la fiesta y a comprometernos por formar un hogar, ellas nos enseñan también eso. Hoy es un día de lecciones, aprendamos, aprovechemos la oportunidad para saber un poco más de nosotros mismos como especie humana, pues, antes de ser feministas, todos y todas somos humanistas.

Mujeres: ¡Hagan el paro! (por los motivos correctos).

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Adelante, suspende toda actividad el próximo lunes 9 de marzo, hazlo por ti, hazlo por las mujeres que no tienen voz, porque las mataron, porque son víctimas de la misoginia de muchos machistas estúpidos.

¡Que se note su ausencia! De verdad, deseamos que tengan éxito en su meta. Si de verdad hay oportunidades únicas para dar lecciones sociales son estas, ahora que el movimiento ha tenido la difusión suficiente; si no funciona, para la siguiente convocatoria no habrá creyentes en este tipo de ejercicios.

Lleven a pensar a los hombres que acostumbran maltratar, pagar menos, menospreciar, reír, insultar, abusar o matar mujeres, la importancia que tienen para nuestras vidas. No escuches a los que se cuelgan medallas, esos que se aprovechan de la causa para hacer creer a otros que tienen poder de convocatoria. No hay universidad, ni iglesia, ni partido tan grande que pueda jactarse de contar con el coraje de tantas mujeres. Si alguno lo hace, denúncialo, seguramente un hombre dirige esa organización.

Es de mujeres, que no paren los hombres, haz que se vean complicados por tu ausencia. No les contestes mensajes, no les des sugerencias para sobrevivir en tu ausencia. En la medida en que esto se haga, lograrán sus objetivos, esos son: desestabilizar a la sociedad para causar un impacto tan severo, que les haga reflexionar sobre sus micro y macro machismos, los nuestros, cualquier actitud que se aleje del respeto, de la equidad con ustedes.

Sobreviviremos, es un día. Es cierto. El objetivo, aún así, se cumplirá. Más y más mujeres se deben unir. No importa que les amenacen con descontar un día de sus vacaciones o les orillen a cubrir horas adicionales para reponer las perdidas el día 9 de marzo. Vale la pena. Es un esfuerzo que se logra en colectivo.

Algunas despertarán a sus esposos del letargo, les dirán claramente que no están siendo equilibrados, ni justos, ni respetuosos, ni considerados. Otras salvarán su vida, tómalo en cuenta.

No esperes que te den permiso, romperías el espíritu de la convocatoria.

Ojalá sirviera para vetar o borrar versículos a sus documentos religiosos, a reescribir la historia de vejaciones sobre mujeres que murieron defendiendo sus derechos, opinando, deseando haber sido tomadas en cuenta. Parece imposible pensar que se podría dar el salto hacia el mundo musulmán para salvar a mujeres que mueren apedreadas, o a las niñas que son mutiladas por motivos religiosos, pero al menos darán el salto inicial hacia una humanidad más responsable, respetuosa, equitativa, pacífica, justa y organizada por el bien de ambos géneros (y sus derivados).

El tema de los conjuntos en la primaria para pensar el día de la mujer y el paro.

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Cuando nos explicaron en primaria los famosos conjuntos se me hizo un tema de lo más sencillo, el grupo de mujeres frente al de los hombres, el de los niños y los adultos y así. Pan comido.

Nunca nos dijeron las verdaderas implicaciones, como para demandarlos por su poca ética educativa. Hoy que se hace una convocatoria a un paro nacional de mujeres en torno a la conmemoración del día de la mujer, es cuando las cosas se complican seriamente.

Uno no puede saber, en realidad, quiénes son mujeres, trans, lésbicas… ¿es a todas las mujeres? ¿Incluye niñas? Supongo que el llamado al paro es para todas, es un conjunto sin subconjuntos ¿o sí? Pero están aquellas que desean participar porque están hartas de la violencia, aquellas que pertenecen al PAN y las que son de la Iglesia católica (si no es que son las mismas).

Otras van creyendo que así superarán a su marido en las decisiones del hogar, o esas mujeres que se creen los cuentos de los medios de comunicación, las que no quieren al presidente y creen que AMLO es machista misógino, un pequeñísimo grupo que pertenece a México Libre o las que conmemoran el verdadero origen del día de la mujer (trabajadoras por más derechos laborales e igual paga que los hombres).

¿Se puede pertenecer a dos conjuntos al mismo tiempo? El tema escolar en primaria simbolizaba eso con dos círculos que compartían un área; así, están las que son, al mismo tiempo, feministas y lésbicas. Por otra parte, las provida y de religión no católica. En fin, que todo el conjunto de panistas se encuentra dentro del grupo católico.

¿Y si una mujer quiere participar en la marcha del 8 de marzo y no tiene credencial del PAN puede ir? ¿Si además está de acuerdo con la demanda de seguridad al gobierno local pero es AMLOVER? ¿Cómo crear conjuntos tan disímbolos en una convocatoria tan amplia? Ya nos vamos dando cuenta que podría estarse aprovechando la ingenuidad de unas para satisfacer las demandas de otras.

Hay chiquillas de secundaria que no irán a la escuela el lunes para unirse al paro que exige un mejor trato a las mujeres porque sus compañeros le hacen bullying y feministas que desean ir a pintar los monumentos porque odian a los hombres (misándricas) y damas de alcurnia fifí que apoyan al dirigente masculino de la universidad católica donde estudia su hija, misma que asiste para demostrarle a su novio que ellas son tan valiosas como ellos. Con decirles que hay una fauna muy nociva que ni sabe cuál es el motivo real de este movimiento.

No es posible un conjunto que albergue a todas por igual, con los mismos motivos, pues en nuestro país y en el mundo hay una maravillosa diversidad; eso de meter en círculos como si fueran cajas de zapatos a todas las voces para obtener el mismo fin es nada ético. Claro que mientras más se amplíe el abanico (hacer conjuntos más grandes) podrán obtener mayor fuerza de presión al gobierno quienes tienen en realidad el control de esta convocatoria que hoy aglutina universidades (con rectores masculinos), medios de comunicación (de dueños masculinos), iglesias (de curas semi masculinos) y maridos que aprovecharán la salida de sus mujeres para ver a sus otras mujeres.

Es buena la demanda social, en general, las mujeres siempre han sido relegadas en diferentes ámbitos y matices, trabajos y sistemas sociales, iglesias y escuelas; sabemos que no todas buscan lo mismo (bendita diversidad) y que no todas apoyan el paro, lo que sí sabemos es que la unión hace la fuerza (aunque le darán fuerza a veces a posturas contrarias a la suya).

Aprendí que todos tenemos los mismos derechos y responsabilidades, el respeto debe ser parejo y que las mujeres ocupan el mismo sitio importante que los hombres y que forman un enorme conjunto llamado humanidad. Sólo que hoy, hay quienes creen formar parte de este gran grupo y en realidad no pertenecen a él, son bestias apocalípticas, animales involucionados, retrógrados neo fascistas en busca de control que deberían quedar fuera del grupo cabalmente conocido como humano.

Si la lucha es por el machismo, tómese en cuenta que eso se aprende en casa y que miles de actitudes micro machistas pueden estar formando a un ser que se siente superior a las mujeres, donde «un ser» puede ser mujer.

Análisis de las mujeres en «El chavo del ocho».

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Rumbo al día de la mujer y el llamado paro nacional de mujeres, me puse a reflexionar sobre los personajes femeninos de la serie «El chavo del ocho», cuyo impacto parece haber inspirado muchos perfiles de nuestra sociedad, aunque en realidad fue al revés.

Doña Florinda

Doña Florinda

Como mujer, se enamora, sólo que nunca parece haber consumado su relación con el señor Jirafales. Parece ser más bien un amor idílico y uno se puede preguntar, si es viuda ¿por qué no logra un nuevo matrimonio? ¿una nueva unión? En diferentes momentos, la vemos más bien amargada, con envidia o sintiéndose superior a los demás. Uno esperaría que ese tipo de personas fueran más bien solas y no con pretendientes.

Vive de una pensión, a diferencia de muchas mujeres solas que deben trabajar para vivir y cuyos hijos no son mimados sino abandonados. Y es de llamar la atención que en la serie, nadie tiene una pareja formal. ¿Es acaso una vecindad disfuncional? ¿No es ese el reflejo de una vecindad real?

Muy aparte son sus síntomas sociales, que no de mujer exclusivamente, como se conoce el llamado síndrome de doña Florinda.

El síndrome de doña Florinda.

Es una mujer bonita, pero siempre anda vestida para el mandado y los quehaceres domésticos, con los tubos para el cabello; es decir, su apariencia es descuidada y su rostro malhumorado. Es, entonces, una mujer con suerte.

Doña Cleotilde

Doña Cleotilde

Otra mujer sola, igualmente enamoradiza, aunque no correspondida. Los niños la llaman «la bruja del 71», aunque quizá sea por la fealdad con que la representan en la historia. Fea, de acuerdo, pero siempre vestida con elegancia, peinada, sin tubos. Difícilmente se deja afectar por el rechazo social y el de su eterno amor, don Ramón.

Defiende sus principios morales, nada ni nadie le pueden convencer de cambiar sus ideales. Ella vive y deja vivir a los demás. No se entromete en los asuntos de otros. Si a los demás no les gusta cómo vive, le importa un comino.

La Chilindrina

La Chilindrina

Aunque muchos personajes son niños, en la historia podemos ver muchas características de los perfiles sociales que ocupa la mujer, reflejados en la infancia: aunque a algunas no les guste, hay mujeres envidiosas, insidiosas, molonas, fregonas, latosas. Todo eso queda resumido en el personaje de la Chilindrina. Viven a costa de los demás, mantenidas, o se lo quitan al tonto chavo que se deje.

Los demás, obligados porque es una vecina y hay que tomarla en cuenta, no hallan cómo darle la vuelta, superar su astucia, evitar que ella los time, los engañe, les quite sus cosas. Da a entender que es obligatorio convivir con esas personas y que difícilmente pagarán por lo que han hecho. Ella culpa siempre a los demás por cosas que hizo. Está claro que no sólo sucede en la vida real con mujeres, pero se ve que los guionistas de la serie no eran demasiado conscientes de los roles que imprimieron a las mujeres de su programa.

La Bizcabuela

La Bizcabuela, Doña Nieves

Doña Nieves, conocida como la Bizcabuela, es otra de las mujeres que aparecen recurrentemente en los capítulos de El chavo del ocho y cuyo carácter es dominante, como un buen grupo de mujeres en la sociedad. Ahí se reafirma lo que se dijo de la Chilindrina -su bisnieta- sobre la existencia de mujeres que sólo buscan su beneficio a costa de los demás.

Es muy chismosa, suele enojarse fácilmente cuando alguien hace alusión a su edad avanzada. También su aspecto y carácter popular causan que sea despreciada por los demás, ante esto ella suele responder de forma burlona y ofensiva. 

La Popis

Niña extremadamente tonta y mimada, dependiente de la autoridad que la cuida, no sabe convivir con el resto de las clases sociales y por eso choca con ellos, exigiendo que la autoridad, su tía, venga en su auxilio. Se cree con más derechos que los demás.

Luego de estos personajes, y con apariciones casuales de mujeres «de rechupete» como «Paty», la amada por los niños, uno puede ponerse a comparar, sin afán de insulto, cómo el perfil de las mujeres «normales» no es interesante ni para la comedia, ni para la literatura o la dramaturgia en general.

Son atractivas las historias de mujeres libres como Madame Bovary en la fantástica obra de Gustave Flaubert, esas que son protagónicas sin la sombra de los hombres. Esas mujeres que no son el cliché dependiente del amor del hombre rico, del hijo de la casa, siendo ellas las humildes y sin dinero.

¿De qué tipo de mujer se debe ser para considerarla libre sin ser tachada? Esas mujeres que organizan marchas feministas, cuyo amor propio parece haber caído por un precipicio en lugar de encumbrarse por sí mismas, Madonna (la cantante), cuyo molde no tiene demasiadas copias. Más bien tenemos en la mente y el recuerdo las Reinas Isabel II, cuyo amor por el conservadurismo nos parece arcaico, cuando ellas intentan seguir el papel que se les asignó, sin haberlo cuestionado jamás.

Me parece fantástico que se sobrepongan a los estándares, queremos conocer más mujeres con liderazgo, autenticidad y amor propio. No les doy la bienvenida, no soy quién. Ocupen su lugar. El que nunca debió ser menor al de ningún hombre, por estúpidas leyendas de manzanas en el Edén, virginales o puras, sometidas o enamoradizas. ¡Ánimo!