Quizá pocos saben que un buen número de escritores famosos han logrado su éxito gracias a que pudieron convencer a algún mecenas, un patrocinador, ese que ha hecho posible lanzar la figura del escritor o escritora a los niveles que pudimos llegar a conocerles; eso no significa que sus escritos carezcan de calidad. Esto segundo, debía ocurrir primero. Ciertos casos si dejan duda, por suerte, pocos.
Hay un mar de escritores disponibles gracias a las redes y la internet que podemos conocer casi al azar, y por la recomendación de los amigos, su público lector puede crecer hoy día considerablemente. Sin embargo antes no había otra fórmula. O contabas con algún tipo de apoyo, o mejor te dedicabas a otro oficio, por ejemplo, el periodismo, que permitía hacer lectores antes que libros. Muchos son los ejemplos de este tipo, García Márquez, Ernest Hemingway, Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano, Tom Wolfe, por mencionar sólo algunos.
Muy pocos, sin embargo, han logrado brillar por mérito propio, es decir, que empezaron a escribir y sus libros fueron tan maravillosos que contaron el respaldo total de la sociedad, los medios y las academias. Es el caso de Alejo Carpentier, Albert Camus, Lope de Vega, Miguel de Cervantes, Julio Cortázar. Estos y muchos otros, deberían tener todo nuestro respeto, sólo que no estamos al cien seguros (en todos los casos) de que su arranque haya sido exclusivamente por su calidad literaria.
Porque buenos productos abundan por todo el orbe, pero no cuentan con el apoyo, o no forman parte de un grupo importante, como es el caso de Elena Poniatoska, García Márquez, George Orwel y hasta el propio Neruda que, ya sea por contar con uno varios partocinadores, lo principal eran sus ideas, su forma de atacar a los gobiernos en turno o apoyarlos, que terminaron siendo usados y al mismo tiempo beneficiados por la ideología política que profesaban. Esos son los compadres, quienes alcanzan la fama por encontrar con un buen amigo en el gobierno, en la editorial influyente, el empresario adinerado que vio las posibilidades de un buen negocio.
El mejor apoyo que puedes dar a los escritores es que nos leas. Si llegas a recomendar un libro es porque brilla, porque te emociona y gusta.
De paso, puedes descargar mi autobiografía novelada denominada El reino de las verdades y también te regalo Los días tras la puerta. Sólo tienes que ingresar a mi sitio web y descargarlos. Siempre se agradece. Espero te haya gustado mi artículo.
Joe Barcala
Publicado por primera vez en La Jungla de Mariano.
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