El Quijote de la Mancha en Ayotzinapa

Comparte:

Se necesita estar loco como el lánguido Quijote con yelmo, para ponerse contra los gigantes molinos, mismos que irrumpen el paisaje con sus largas palas para mover al ritmo del viento. Un tipo que cree ser el héroe de las más aguerridas batallas de caballería, conquistando tierras como Felipe II de España, otro igualmente loco, megalómano expansionista, denunciado por Cervantes en su Hidalga historia.

Sigue leyendo

El cartonismo

Comparte:

El cartonismo

Medios masivos de cartón con programación de cartón, salpicada de publicidad de cartón de productos de cartón, para maquillar caras que no parezcan de cartón y que fabriquen sonrisas de cartón en las caras de las madres de cartón de aquellos niños de cartón, educados con cartón en escuelas de cartón que sólo empolvan las aulas con sus clases de cartón preparadas una tarde antes entre la telenovela de cartón y el sándwich de cartón que se hicieron con el jamón de cartón y pavo que les vendieron en la salchichonería donde venden quesos y botanas de cartón, mezclando carnes de reses tercermundistas con harina, de cartón.

Se suben al camión con asientos de cartón y chóferes al vapor, de cartón, que dan un servicio de cartón viajando en vehículos que reciben un mantenimiento de cartón, con talleres mecánicos de cartón que se tardan tres días en reparar un vehículo al que podrían no haberle cambiado nada pero que para ganar más le inventan reparaciones que no necesitaba y le cambian las piezas buenas por unas de cartón para que puedan contaminar más el aire de cartón que respiramos.

Un sistema recalcitrante

Bancos de cartón que o cobran muchas comisiones o dan un servicio de cartón, en mostradores que muestran cajeras con cara de cartón que lucen sonrisas de cartón para dar un servicio de cartón y que no pueden hacer nada sin autorización de jefes que ni siquiera muestran su cara de cartón porque se encuentran en un centro de decisión muy lejano y que tienen un amplio conocimiento de sus clientes de cartón o más bien tienen un conocimiento de cartón sobre las necesidades de sus clientes.

Gobiernos de cartón, que preparan sus campañas vendiendo las plazas a quienes cooperen para poder sentarse tras la silla burocrática a dar servicios de cartón y poniendo sus caras de cartón a todos los que vayan a solicitar algo. Presidentes de cartón, gobernadores de cartón y legisladores de cartón que prometen una residencia que resulta ser sólo la fachada de cartón, como las casas de interés social con paredes de cartón -literalmente- y tubería de cartón, techos de cartón.

¿A dónde hemos llegado?

Valores de cartón, en sociedades de cartón, que no aprecian a las personas de verdadero valor más que por las apariencias, acartonados, cartonistas de ocasión, chafas en sus sentimientos y cartón en sus pensamientos. Se acartonan con sus amigos de cartón a quienes no soportan y a quienes desprestigian con chismes bajo el agua, hablando mal de ellos haciendo conversaciones de cartón, de engaño y falacia. Mientras las amigas de cartón no dejan en paz al novio de cartón que tiene una de ellas y dentro del baño de cartón acaban con la reputación de cualquier hombre que se les ponga entre los ojos. Niños con cara de cartón pidiendo amor que sólo le dan traducido en centavos, por lo que la suma de ese día no alcanza para medio pollo, que en todo caso sería de cartón.

Miles de productos chinos, de cartón: telas de cartón que se despintan con la primer lavada; alfombras que se deshilachan, albercas que se rompen, plumas que chorrean, sierras que pierden el filo, discos que pierden la pista, sal que no sala ni azúcar que endulce, café que no pinta y computadoras ensambladas, de cartón. Llantas vulcanizadas, servilletas que raspan y que bien podrían ser papel higiénico ¡reciclado!; botones de hotel, cerillos de supermercado, tenderos, secretarias ¡todos! Con el ánimo de cartón, recibiendo salarios de cartón para cumplirle al patrón que tiene un corazón de cartón y una avaricia de acero.

Y más…

Barcos de cartón, peinadoras de cartón, ideas de cartón, negocios de cartón, industrias de cartón, cursos de cartón, sexo de cartón, ahorros de cartón, finanzas de cartón, libros de cartón, revistas de cartón, ideales de cartón, sueños de cartón, metas de cartón, viajes de cartón, obras teatrales de cartón, música de cartón, investigación de cartón, hamburguesas de cartón, comida de cartón, amor de cartón, paciencia de cartón, pasión de cartón, chocolates de cartón, fiestas de cartón, embarazos de cartón, relaciones internacionales de cartón, hasta guerras de cartón.

La era del cartonismo llegó después del postmodernismo, cuando todo era superficial, efímero, volátil, desechable, aparente, instantáneo, light, frívolo, ligero, pueril, endeble, hueco, insubstancial, externo, vano, vacío, fantoche, engreído. Cuando los señores eran de cartón con cervezas de cartón y su cartón de cervezas.

Este artículo fue publicado por la revista Códice en 2006, de la Universidad Anáhuac-Mayab de Mérida, Yucatán (actualmente fuera de línea).

¿Por qué siguen insultando a Peña?

Comparte:

Dice el aforismo: errare humanum est y en pocos está tan justificado como en Enrique Peña Nieto y su magnánimo equipo de homo no-sapiens. Se equivocó al nacer y al pretender gobernar a los ingobernables. Se equivoca al imponer sin negociar en el siglo donde la humanidad mexicana está harta de ser ignorada por las autoridades.

¿Aún no saben por qué?

Hace unas semanas uno de sus ilustres y opacos secretarios –igual de contradictorios-, decía que no entendía por qué la gente seguía insultando al Presidente siendo que todos tienen acceso a la información y decía que la reforma energética ha sido ampliamente debatida y explicada. Y eso, amigos lectores, es, sin duda, la demostración de su estupidez. Estos cuates (no míos), son cabezahueca que no entienden que la sociedad está molesta por muchos otros motivos, y no sólo por sus, de suyo descarriadas leyes, sino por ignorar la voluntad popular.

Si al llegar a la escuela con mi tarea de matemáticas, el maestro me obliga a repetirla porque todos los resultados de las mecanizaciones están mal, tengo algunas opciones para actuar: puedo mandarlo a la mierda por donde vino, copiar los resultados de los compañeros o sentarme a resolver de nuevo los problemas. Si Peña tiene al pueblo en contra, como ya lo subrayó el New York Times, pese a que en pasados meses publicó en portada de una filial, que estaba salvando a México, Peña podría tomar varios caminos: escuchar al pueblo, renunciar al cargo (voluntad popular), cambiar estrategias, frenar las reformas para evaluar el verdadero sentimiento de la nación, imponer su voluntad a costa de su rating o cualquier otra opción que usted pudiera imaginar.

Infrastructochor

Él ya sabe, porque lo han pendejeado hasta el cansancio, que no es ilustrado, sabe sus limitaciones, conoce su lado flaco. No es porque se le odie injustificadamente, no es porque somos malagradecidos, no se trata de un pueblo ingrato. Es real, basta con verlo hablar inglés. Suficientes pruebas son sus resbalones, como hacer de las capitales entidades o mandar a su estado al norte del país; bastante claro quedó con su reacción en la FIL. Y volvemos al aforismo: errar es humano. Todos nos equivocamos.

Por eso, cuando una persona normal lo dice, reconoce que no es perfecto. ¡Reconoce! ¿A qué grado llega la soberbia de la ignorancia presidencial que no puede reconocer su equivocación? Ya se le ha dicho de muchas maneras, con marchas, con hashtags, con publicaciones incontables en cientos de medios nacionales e internacionales que estas reformas requieren un análisis más detenido, popular, incluyente. Y que no nos diga que no se enteró. Ha gastado millones para equilibrar la balanza y de nada le ha servido. Su imagen sigue cayendo. Ojalá sólo fuera su imagen.

Cada semana han salido a justificar por qué la economía no arranca, han bajado sus expectativas de crecimiento varias veces, ellos y las financieras internacionales. Hicieron una abrupta, inmoral y abusiva reforma hacendaria que ha quebrado a cientos de negocios y tiene con el Jesús en la boca a los demás, chicos y grandes. Hicieron una reforma laboral que resquebraja la economía familiar, deja inestable al trabajador y corrompe a los empresarios.

Educación a lo bestia

Una reforma educativa que retira recursos a las escuelas y no soluciona el verdadero problema del país; por el contrario, empodera más a los funcionarios de la dependencia más inútil de todos los tiempos: la SEP. En cualquier sexenio que les guste de los últimos 80 años, es la institución más descuidada, la más ineficiente y la más corrupta. Y es inútil. En los países más preparados del mundo los maestros son quienes dirigen y establecen sus programas, son estudiosos, publican, hacen investigación y le enseñan al gobierno cómo logran sus resultados, verdadera eficiencia. Y para colmo, están muy bien pagados, aunque no lo suficiente. No que aquí…

La multimencionada reforma energética que quizá pudiera beneficiar en mucho, también le abre la posibilidad de bancarrota a México. Recientemente, incluso, decidieron que las deudas de las paraestatales PEMEX y CFE serán públicas. De verdad que no saben resolver los problemas de otro modo. Esta es la ruleta más fraudulenta del mundo. Le dan vueltas y siempre cae en el mismo número. Ya ni lo disimulan.

Comunicación

Y la de telecomunicaciones. ¿Se han fijado que hoy día podemos ver películas y series gratis en internet? ¿Qué el entretenimiento está en cualquier sitio? ¿Para qué queremos dos canales más de televisión abierta? Si podríamos tener miles de canales, ¿por qué limitarlo a dos solamente? Si ya viene la televisión digital, ¿quién los quiere a ellos? Que dejen encendido el switch y que se larguen a legislar a Júpiter, a ver si con eso, el huracán centenario pierde sus aspiraciones y cae en bancarrota. Desde luego es bienvenida la clausura de las cuotas de larga distancia y roaming. Una de cal por las toneladas de arena. Ya los magnates encontrarán la forma de hacernos pagar.

Lo que está claro es su indiferencia a las necesidades de la población. Es evidente que se enjugan las manos al llenar sus arcas personales con el dinero mal habido de la nación. De sobra se nota que son humanos que yerran, y que les vale un sorbete cuántas veces se les exponga el daño medio ambiental o económico en un programa del Discovery, siempre van a definirse por sus colmillos, ávidos de sangre, de poder, de dinero y esclavitud mexicana. Así que no deberían preguntarse por qué los seguimos insultando, si eso es nada a comparación de lo que les deseamos.