Uno de las peores herencias del presidencialismo mexicano es el famoso informe anual del presidente de la República, que a sabiendas de todos es un recurso mediático para mentir alevosamente a lo población del supuesto trabajo que desempeñan las autoridades. Veamos lo que se espera del V Informe de Peña Nieto.
La manera de mentir
En resumen, México se encuentra muy, pero muy mal. He enlistado en numerosas ocasiones las aberraciones de este mandatario y dictador mexicano, vergüenza mundial, que hoy nos gobierna. La corrupción de Peña Nieto, demostrada también muchas veces, indica que su desgobierno, los fraudes, las mentiras históricas (Ayotzinapa), indican que sus «informes» de gobierno no son más que mentiras. El V Informe no tiene por qué cambiar su estrategia.
Cómplices
Una persona que le gusta mentir
Nos envió a su esposa para explicar cómo mentía su esposo, porque a todas luces estaba claro que ella, como actriz de televisa, no podía haber pagado una casa con valor de 87 millones de pesos. Luego el propio Peña Nieto pidió perdón, aceptando su culpa. Si miente siempre ¿le podemos creer? Porque también mintió con su «verdad histórica» en el caso Ayotzinapa y a la fecha no sabemos qué pasó con los 43 estudiantes.
El V Informe ¿dejará de mentir?
Está claro que no. Los comerciales que usa para promover el evento ya son mentirosos, pretendiendo colgarse medallas que no le corresponden; por ejemplo, que ahora los mexicanos exportamos más alimento. ¿Eso es un éxito del gobierno de EPN? No. Es un éxito de los empresarios, quizá aprovechando los tratados comerciales que no firmó Peña Nieto.
Promesas incumplidas
Si no tiene nada que hacer
Este 1 de septiembre, si no tiene otra cosa que hacer, búsquele, es viernes y el cuerpo lo sabe. Váyase a divertir, antes que las últimas sonrisas de este país desaparezcan cuando se descubra la cloaca que dejará la estela de este metrorito asesino llamado Peña Nieto. No vea el V Informe, no se canse. Apague el radio o la televisión mientras pasa el trago amargo de esta pésima costumbre presidencialista.
Mejor vayamos a construir un nuevo México. Acabemos con el presidencialismo, con los partidos hegemónicos, con la política nefasta, con los medios masivos mentirosos. Leamos y entendamos la realidad de nuestro país antes que a nuestros hijos los terminen esclavizando.