Enrique Peña Nieto es un corrupto y aliado del crimen organizado. No hay duda alguna. Las pruebas sobre su corrupción han salido a la luz a lo largo de su sexenio y también desde antes. Creer en un corrupto, hablar con él suponiendo que sigue siendo el presidente de México es inaceptable. No es ya el presidente más que de otros corruptos igual que él. Los demás no soportamos esta burla y nos deslindamos desde hace tiempo.
La casa blanca
Por si fuera poco, el caso Odebrecht con Emilio Lozoya, quien ya fue investigado, pagó también de contado una casa por 38 millones de pesos al terminar la campaña ¿de quién? de Enrique Peña Nieto. Haber obligado la salida de Carmen Aristegui de MVS indicó que era culpable. Él mismo pidió disculpas, por lo que acepta que fue corrupto.
¿Ya no es corrupto?
Sigue siéndolo. No devolvió la casa, ni la vendió como dijeron. Mintió también a la nación con el caso Ayotzinapa y a cada rato sale una nueva versión sobre su corrupción, compra de leyes a los legisladores, 32 mil desaparecidos, millones de pesos en imagen (tirados a la basura), asesinados por el ejército. La cloaca destapada es gigantesca. Ahí está la enorme red de huachicoleros.
Peña Nieto es un aliado del crimen organizado. Sigue vendiendo al país y pretende elegir sucesor, imponerlo al corromper también a todas las instituciones como el INE, probadísimo en el Estado de México con un mega fraude electoral, evidente a todas luces. Por creer en un corrupto.
Masoquismo mexicano
Si logran engañar a muchos, no es porque sean buenos rateros que saben ocultar sus huellas en las escenas del crimen; ya muchos sabemos sus artimañas. El engaño viene porque los medios masivos están soportando sobornos por millones de pesos para manipular a la población. La educación es precaria, con planes y programas hechos para someter a la población a una obediencia ciega: párense, siéntense, entren, salgan, manos arriba, etc. También para no discutir con la autoridad.
Conozco una persona muy amolada económicamente que con dificultad se compró un celular. Un mes después se compró otro, como clara víctima del consumismo, de la moda, la manipulación y el dominio de los peces gordos sobre los más pobres.
Creer en un corrupto
Sabiendo que una persona es de pocos o nulos escrúpulos, capaz de robar, asesinar y endeudar a una nación, un tipo inculto, mentiroso, vende patrias, impuesto por el dinero en un cargo público de gran importancia, rodeado de amigos mafiosos también, insensible, que cobra 450 mil pesos al mes con resultados pésimos, que ha facilitado la criminalidad en 22 gober-ladrones, ¿quién carajo puede creer en él?
Negociar, pactar con él, tomarse la selfie con él, es ser demasiado estúpido. Cuando lo metamos a la cárcel todos desaparecerán sus fotos como lo hizo Peña con Lozoya. Hoy nadie quiere tener un historial que lo ligue a Javier Duarte, ¿por qué tener relaciones con Peña? ¿Por qué no destituirle de una vez? Magistrados, legisladores, gobernantes son igualmente culpables al extenderle la mano siquiera.
Creer que el PRI ganará
Supongo que hasta los mismos priístas saben que perderán en el 2018. Por eso pactan con el PAN un apoyo. El problema es que el PAN es lo mismo que el PRI, capaces de vender su alma al diablo por un cargo, unos millones en la cartera y son capaces de lo que sea. Sus mejores amigos son magnates multimillonarios que compran leyes y elecciones.
En la reciente convención del PRI, los muy mafiosos, se quieren pintar ante la opinión pública como un proyecto viable para las elecciones del 2018. ¡Verdaderamente ridículo! Otro engaño, otra farsa. Ya están comprando encuestas para anunciarlas en todas las primeras planas, fingiendo que aún son competitivos. Al final pretenderán un cierre de película para imponerse de nuevo, haciendo creer a la población que no fue fácil, pero creen en la democracia.
Fraudes y más fraudes
A lo largo de la historia del PRI, sólo los fraudes han permitido tenerlos en el poder. Desde niños escuchábamos lo tramposos que eran. Siguen siéndolo. Probado, demostrado. Es estúpidez creer que cambiaron. Es masoquismo pensar que son menos malos que gobiernos de otros países como Venezuela. Nadie dice que allá estén en la gloria. El problema es que aquí estamos peor que en el infierno.
Preferiría cualquier cosa, antes que creerles, al PAN, al PRI o al PRD. Son vende patrias, traicioneros, mentirosos, aprueban gasolinazos, fingen recortes presupuestales pero se aprueban la bolsa más millonaria para partidos políticos de la historia. Venden su firma para las reformas. El país es un cúmulo de injusticias, impunidad, corrupción, negocios en obra pública, sistemas penales que nos traicionan como ciudadanos, al venderse a quienes paguen más.
Creer en un corrupto es autoengaño, masoquismo y estupidez
Que no nos sigan viendo la cara de estúpidos, no creamos más en los santos reyes que nos traerán progreso y bienestar. Pareciera que nos gusta sufrir la dictadura del PRI y la del PAN. Si fuera democracia, entiéndanlo, podríamos frenar las reformas, aparecer a los 43 estudiantes, quitarle la casa y el cargo al presidente. Esto es una farsa.