El Instituto Tavistock | vídeo sugerencia de lectura

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Un libro muy interesante

Ubicado en Londres, el Instituto de nombre Tavistock fue fundado en 1947 y funge como una organización no gubernamental sin ánimos de lucro que guarda impactantes misterios. El libro de Daniel Estulin denominado El Instituto Tavistock (2011) es la revelación de una serie de secretos de la relación entre ese grupo con instituciones reconocidas a nivel mundial con Stanford, el M.I.T., la fundación Heritege, la Fuerza Aérea Estadounidense, entre otras, y es un centro neurálgico de lavado de cerebros del mundo, según el propio autor.

 

Trabaja con psicólogos, sociólogos, psiquiatras, antropólogos que, apoyados en el grupo Bilderberg, poseen seis mil millones de dólares de presupuesto anual, gracias a la serie de experimentos y estudios que realizan a favor de gobiernos y grupos empresariales para crear ganado humano.

Por eso hoy, hablaremos del libro El Instituto Tavistock de Daniel Estulin que explica la forma en que este grupo controla la mente humana actualmente, para que te atrevas a leerlo.

No es ficción, el Instituto existe

En este vídeo les propongo una lectura que no trata de ficción. El Instituto Tavistock es un organismo real, documentado por Daniel Estulin, después de otro éxito editorial, el libro denominado Club Bilderberg. Estulin obtiene valiosa información que revela en sus libros. Basados en los postulados del psicólogo alemán Sigmund Freud, los psicólogos y estudiosos del Instituto, recopilan investigaciones para controlar la mente humana a nivel masivo.

Tiene muchas ramificaciones distribuidas en todo el mundo, en especial dentro de Estados Unidos, debido a que el imperio británico a fines del siglo XIX y hasta los años 30 del Siglo XX, gracias a la intervención de la familia Rockefeller, logran penetrar las instituciones del país americano.

Conforme las guerras mundiales sucedieron, y para lograr el triunfo, se dieron cuenta de la importancia del apoyo de la opinión pública a la que empezaron a manipular, usando la psicología para controlar la mente. Notaron que la ignorancia de la víctima de los engaños era vital y por ello fueron destrozando las bases culturales de la población.

El objetivo de ellos es desplazar al hombre como centro del mundo y poder controlarlos más fácilmente, dominarlos. Este libro, sobrado en detalles, con nombres y apellidos de los involucrados y de los experimentos que han realizado, manipulando la memoria de pueblos y también gobernantes, han cambiado la forma de pensar de pueblos enteros, involucrándoles en los experimentos y obteniendo asombrosos resultados.

El Instituto hoy

Hoy día, imponen candidatos y gobiernos en una gran parte de los países del mundo, justamente aquellos que forman parte del Club Bilderberg, constituido por un grupo de magnates y gente poderosa de todo el mundo para conservarse en la élite, enriqueciéndose brutalmente y conservando el poder, el control de la raza humana, las determinaciones sobre las intervenciones bélicas, la racionalización de los productos de primera necesidad, la opinión pública y mucho más.

Según la obra y las entrevistas que da el autor, hoy día el mundo yace enteramente bajo su control y dominio. E insisto, no se trata de una conspiración ficcional, sino de hechos reales que el libro documenta de forma asombrosa y detallada al tiempo que da a conocer su forma de operar, de realizar sus lavados de cerebro a las masas, a la población.

El Club Bilderberg

El Instituto Tavistock junto con el Club Bilderberg, controlan también a los medios masivos de televisión y los diarios más influyentes del mundo. De ese modo, cualquier opinión sobre la forma de ver una noticia que desean imponer, lo hacen utilizando esas vías de comunicación.

Eso no es todo, influyen en la economía mundial, usan las películas de Hollywood, las canciones de los artistas y crean las modas que ellos desean. Ellos crean la división de opiniones o se aprovechan de ellas.

Edipo Rey – Vídeo sugerencia de lectura

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Imagina que estás investigando un crimen y, sin saberlo, tú eres el culpable.

Los griegos y el teatro

Antes de contarte algunos detalles de la obra teatral de Edipo Rey, es importante entender el contexto histórico en el que se escribió: Los griegos usaban el teatro para educar a la gente. En sus obras procuraban dejar a la población las enseñanzas de una vida mejor.

Ya fuera tragedia o comedia, los asistentes al teatro reflexionaban sobre la vida, el arte, la cultura y hasta la filosofía.

Hace unos 2500 años, en las festividades al dios Dionisio, en las calles de las ciudades griegas, se reunían a celebrar y se improvisaban pequeños bailes y representaciones. Debido a su éxito y con el paso de los años, se organizaron cada vez mejor hasta conformar lo que hoy conocemos como teatro.

El autor Sófocles

Es ahí en donde Sófocles nos regala una de las tramas más admiradas de toda la historia: Edipo Rey. Hoy hablaré de ella para que te atrevas a leerla.

Sófocles, junto con Esquilo y Eurípides, es uno de los más destacados poetas trágicos de la época. Nace en el año de 496 antes de nuestra era en Colono, hoy, parte de Atenas, en Grecia.

Nació en una familia acomodada y desde muy joven ya se dedicaba a las artes y la música. Escribió cerca de 130 obras trágicas al igual que dos de sus hijos varones.

Ganó 18 concursos en las fiestas dionisias y perteneció al consejo de los 10 Próbulos. Y además hizo importantes contribuciones a las representaciones teatrales.

La obra teatral Edipo Rey

Su obra Edipo Rey ha sido representada a lo largo de toda la historia de la humanidad, principalmente en el mundo occidental; porque no debemos olvidar que este lado del mundo debe muchas de sus tradiciones a los griegos. La obra de Edipo inicia en el patio del palacio en el que gobierna. Ha enviado a uno de sus hombres a preguntar al oráculo porqué Tebas está sufriendo tantas desgracias.

La respuesta del oráculo no se hizo esperar: para acabar con la peste de Tebas, debían encontrar al asesino del rey Layo. Edipo, interesado en resolver los problemas de la ciudad que gobernaba, se dio a la tarea de investigar quién había matado a su antecesor, el rey Layo.

Edipo empezó a indagar, mandando a llamar a un anciano sabio llamado Tiresias a quien le interroga duramente. El viejo Tiresias le hace enojar, porque él sabía que Edipo era el culpable de dicho asesinato, aunque no lo supiera. Sabía que si lo culpaba, adelantaría el fin de su vida. Y le decía: -Tú no quieres saber quién mató a Layo. Edipo le respondió: -¿Cómo me insultas de esa manera? ¡Claro que quiero saber quién lo mató! De ello depende la felicidad de mi pueblo.

¿Se cumplirá la profecía?

En las investigaciones, poco a poco, todo a través de entrevistas con diferentes personajes, vamos conociendo a su esposa Yocasta, a su hermano Creonte y la forma en que murió Layo en un cruce de caminos en las orillas de la ciudad, en un asalto.

Edipo va descubriendo que cuando él era niño, sus verdaderos padres Layo y Yocasta recibieron también una profecía del oráculo, que rezaba: Ese niño matará a su padre y engendrará hijos a su madre. Layo, temeroso de que esa profecía se hiciese realidad, mandó matar a su hijo Edipo. Pero algunas cosas pasaron y el niño no murió. Fue entregado en adopción a Polibio y Peribea.

Cuando creció, escuchó la maldición del oráculo que caía sobre él y decidió alejarse de los que él creía eran sus padres para no hacerles daño. Terminó acercándose a sus verdaderos padres y dando cumplimiento así a la profecía del oráculo.

La obra de Sófocles

Esta obra de teatro fascinaba a los griegos de tal forma que abarrotaba los más grandes patios de su tiempo. Y lo sigue haciendo en nuestros días. Incluso una de sus más importantes secuelas: Antígona, que es el nombre de la hija de Edipo con Yocasta, también es igual de dramática y conmovedora.

La obra de Edipo Rey, de Sófocles, es, sin duda, el icono de la trama en las historias; el resultado de un trabajo arduo por perfeccionar los detalles en la vida de los personajes y la importancia de los antecedentes de cada uno.

Además, como ya era costumbre entre los griegos, imponía reflexiones morales al auditorio, haciéndoles pensar en las consecuencias de los actos malvados, en la infalibilidad de los designios divinos, la responsabilidad que tiene la autoridad, entre otros.

Descarga

Edipo Rey (pdf): http://www.biblioteca.org.ar/libros/133636.pdf

Sergio Pitol, escritor poblano y uno de los mejores del mundo

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Puebla ha sido cuna de excelentes escritores como Elena Garro (esposa de Octavio Paz), Ángeles Mastreta, Fritz Glockner, Günther Petrak, Pedro Ángel Palou y desde luego, Sergio Pitol. Tuvo malaria en su niñez y estuvo varios años sin poder salir de su casa. Por eso, en cuanto pudo salir, quemó sus naves y su principal motivación en la vida fue viajar. Ello le dio una amplia cultura y se enamoró de diversas literaturas, por ello también aprendió muchos idiomas y fue traductor de grandes maestros de la teoría literaria. A él le debemos el conocimiento de las obras de Conrad, James, Gombrowicz o Andrzejewski.

En México no se le entiende

Pero deténgase ahí. Sergio Pitol tiene una cultura tan amplia que en México ni siquiera se le entiende. No pueden aprovechar sus grandes aportaciones que sí valoran en el resto del mundo. Es un escritor de culto, que para algunos resulta ser despectivo, porque se dedica a aportar y discutir los conocimientos de la teoría literaria. Los otros quisieran que él fuera un escritor más “comercial” para poder entenderlo. Cuesta mucho trabajo entender en un principio sus obras. Hay que conectarse con él primero. No usa el guion para los diálogos, es prosa libre. Ejemplo: “¿Qué tienes que decir? ¿Yo? ¿Sí, tú, acaso ves a alguien más? No tengo que decir nada. ¿Entonces quién hizo esto? No sé, no me digas a mí. ¿Ahora me vas a decir que vino una palomita del cielo?”.

Cuando uno se acostumbra a su forma de expresión, nace un nuevo mundo en nuestras cabezas. Ha ganado, por sus obras, infinidad de premios y reconocimientos; también es colaborador de importantísimas revistas de letras en México y el mundo. Sergio Pitol es Doctor Honoris Causa de la UNAM, de donde también es egresado en la carrera de Derecho. Pero estudió en varias universidades del mundo: Bristol, Roma, Pekín y Barcelona. Además fue embajador de México en distintos países.

Sergio Pitol en su tierra

Sin duda, tenemos mucho que agradecer a su esfuerzo; no cabe duda que Puebla es cuna de importantes escritores y deberíamos esforzarnos un poco más por conocer algunas de sus obras, aprender más de él y ellos.

“Las embajadas y los países donde estuve en ellas fueron ubérrimas en experiencias. Mis libros, aun ahora, se alimentan de ellas. Si de algo puedo estar seguro es de que la literatura y sólo la literatura ha sido el hilo que ha dado unidad a mi vida. Pienso ahora a mis setenta años que he vivido para leer; como una derivación de ese ejercicio permanente llegué a ser escritor”.

Publicado originalmente en La Jungla de Mariano.

Poema a políticos mexicanos al estilo de Oliverio Girondo (Poema No. 12)

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Poema a políticos mexicanos

Son rateros, malvados, asesinos
muy corruptos, mentirosos, argüenderos
son borrachos, mafiosos, fraudulentos
¡qué tramposos, malandros y groseros!

No gobiernan, nos matan, nos reprimen
se coluden, se tapan y se encubren.
Son cínicos, demagogos, nepotistas,
¡Vaya forma de gobierno!, ¡masoquistas!

Están impunes, son perversos, lamebotas
vende patrias, mata niños, pocas madres,
ineptos, ruines, pendencieros, insufribles
iletrados que engatusan con sofismas.

Comen mierda, la tragan, son rumiantes
se ríen, se mofan, nos vacilan.
Pobres ratas que con ellas les comparan
pobres burros por que ellos sí trabajan.

Compran votos, leyes, aviones, canonjías
venden puestos y a sus amigos benefician
nos saquean, nos humillan, nos confrontan
gobernantes mexicanos que otros tirarían.

Son causantes del infierno que vivimos
son gentuza, homicidas, malparidos,
intocables, infrenables, impostores
mañosos, dictadores, de nosotros vividores.

Poema a políticos mexicanos

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Poema 12

[Poema – Texto completo.]

Oliverio Girondo

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.

Al morir, te llevo… (Poema)

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(Nota: no sabía si llamarla copla, verso, prosa, poema, seguidilla porque lo había olvidado, sólo deseaba crear unas estrofas de evocación literaria, en cierta forma líricas, con algún contraste y francamente no pude encasillarlo en ninguna).

 

Ella me sedujo desde la primera vela, entre flores de amapola y sedas sempiternas; en sus alas me atrapó condenándome a su amor perenne, magnificente tanto como delicado, donde ahogué a quien antes como joven fui, revelando los misterios del camino que seguí para hallarle a ella, inevitablemente, cual extraña predestinación hacia el cielo glorioso de su cariño.

El cartonismo (¿poema?)

Mi pasado se borró o quedó convertido en un tenebroso bosque obscuro, lúgubre y cruel. Si lo pienso se me erizan los vellos de mis poros, reposando en negras cuevas asfixiantes, malditas, de mortajas y cueros gangrenados; sólo sé palidecer ante esas heladas catacumbas donde el viento no ceja su ulular.

Éxodo liberador al encuentro de sus labios, paz, fuerza y regocijo al contemplar su rostro angelical, los ojos penetrantes que conquistan mis sentidos, más aún, secuestran mi razón. Los paisajes del entorno se estremecen al besarla, al llevarle de la mano por jardines de ensueño, entre árboles, rosas coloridas, siempre abiertas, siempre vivas.

Sugerido: Cuento emotivo sin personajes

Pensamientos evocando pausas relajantes, vinos espumosos, embriagándome al oler sus suaves perfumes, no por tóxicos, sino espirituales. Cierto es que aún dentro de celdas o sótanos húmedos, si con ella paso por terribles sendas, no hago más que mirar capullos, estrellas o diamantes. El efecto es alucinante y el temor, ninguno.

Cual semilla de grandiosa estirpe, caigo en tierra para erguirme en árbol, a sus pies descanso; en sus brazos, se me acaba el llanto. Dulce vida si la tengo cerca, triste espasmo al alejarme un paso. Viajo libre por el mundo entero, vuelo alto al ritmo del viento, llego fuerte a las cimas montañosas y si alguna lágrima brota por mis ojos, ella calma el aciago tiempo con dadivosos versos de romance eterno.

Vida o muerte (poema)

¿Cuánto hace que te estoy queriendo? ¿Dónde estabas en aquellos, mis viejos infiernos? ¿Cuál la fórmula de tus ungüentos? Paradigma de mis pensamientos, esperada desde el parto que me vio nacer, chica hermosa de este tonto efebo que se enreda a diario con un mismo almendro.

Me he jurado desde que te tengo que no hay más personas en el mundo entero que tu ser inquieto. Son mis pasos el reflejo cierto de tenerte cerca en cada momento. Hago siempre un pacto sincero, que al morirme quiero, llevarte conmigo por el universo, leyendo tus coplas, llorando tus penas, respirar tu aliento y comenzar de nuevo.

A doña Marga (poema)

23 de abril: día mundial del libro ¿pretexto editorial?

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El valor de los libros por su contenido y el aporte cultural como un medio de difusión para conocimientos importantes, obras de arte (novela, cuento, poesía), análisis profundo de la realidad, no tiene nada que ver con el mundo editorial actual.

En el año de 1616 murieron cerca de la fecha del 23 de abril tres importantes escritores: Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. Y digo «cerca» porque se demostró, por un lado, que la fecha de muerte de Cervantes fue el 22, pero se registró como difunto el día que fue enterrado, el 23 (ver nota aquí). Shakespeare murió el 3 de mayo del calendario gregoriano, pero el 23 de abril del calendario Juliano. Finalmente sobre Garcilaso no se puede confiar en su fecha de muerte, pudo ser el 22, el 23 o incluso el 24 de abril. ¿Pero a quién le importa?

Lo que sí es importante, es el  contenido de un libro; aunque a pocos hoy día le den el valor que muchos libros merecen. En España, en 1926 (7 de octubre) se celebró el primer día del libro. La idea original fue del veneciano Vicente Clavel; para 1930 se cambió la fecha al 23 de abril por el motivo expuesto previamente.

En 1995 la UNESCO lo convierte en una conmemoración internacional, por lo que para 1996, ya era celebrado en más de 100 países.

Lo importante es el contenido de un libro, aunque pocos le den el valor que muchos libros merecen. Clic para tuitear

El valor de un libro

Para publicar, los escritores de antaño debían gozar de una previa reputación a la publicación de sus obras pues era tan difícil (antes del siglo XIX) lograr el armado de un libro letra por letra, que los impresores y quienes pagaban la publicación necesitaban estar convencidos de su conveniencia. Muchos de los autores que conocemos sufrieron enormes carencias económicas antes y después de la publicación de sus libros, pues no era un gran negocio. (Ver Anecdotario de Escritores).

Sin embargo, sí se publicaban muchos libros, pues era una labor relativamente común que se realizaba en muchas partes del mundo. Su importancia, sin embargo, radica en el contenido, ya sea crítica social (El elogio de la locura, El anticristo), novelas (El cortesano -de Garcilazo-), versos (Beowulf), religiosos (Las 95 tesis de Lutero) y hasta científicos (Ley de la gravitación universal -Newton-). Son obras de gran sentido social, tratando de comprender el entorno que ayudaron en su momento a líderes y sociedades a plantear sus tesis, a discusiones acaloradas, a nuevas investigaciones.

Cuando vemos que hoy día los libros más leídos en el mundo son de superación personal y novelas eróticas no queda más que pensar en la seria relación entre los fraudes literarios y sus editoriales, propagando más que cultura, una filosofía mercantilista de lo efímero…

El papel de la editorial

Dado que los libros se volvieron también parte del mercado, actualmente tenemos el enorme problema de no poder distinguir entre la verdadera calidad literaria y los libros mundanos. Las editoriales se valen de diversas artimañas para vender sus libros, importándoles muy poco su calidad. Hay premios a escritores, científicos, periodistas, etc., que se entregan más por motivos económicos y políticos que por una competencia leal ante la calidad de sus contenidos.

Por tanto, días como el 23 de abril suenan más como días de promoción editorial que como eventos para promover la lectura en la sociedad, tan necesaria para combatir la incultura diseminada en el mundo.

Leer más

Todos debemos leer más. La lectura nos ayuda a lubricar el cerebro, lo pone a trabajar (con los beneficios que ello implica). Imagine como: al ver la TV, el cine o un vídeo el cerebro recibe la información ya procesada, no tiene que imaginar el paisaje o el rostro de un personaje pues ya lo puede ver a todo color. Al leer, en cambio, cada palabra viene en un código que el cerebro necesita descifrar, si el texto dice banqueta, el cerebro debe ir a buscar la definición en la biblioteca neuronal, luego lee sucia, lo cual es un concepto, así que nuestra inteligencia rastreará su significado en las neuronas. Luego debe juntar ambos conceptos: banqueta sucia para comprender el contexto de los personajes en el libro.

En el primer caso (TV) el cerebro está inactivo, pasivo, recibiendo la información, en el segundo está muy activo descifrando el contenido de la obra escrita. Por tanto, un libro facilita la comprensión, la crítica, la imaginación, el razonamiento, la memoria, etc.

Si la lectura, además, es sobre historia, ciencia, economía, etc., el beneficio se incrementa al doble. Ahora, si la obra es literaria, también se duplica pues las palabras son artísticas y además, facilitan la reflexión sobre otras vidas humanas, es decir, se aprende humanismo, sociología, psicología, etc.

Celebremos el día del libro todo el año

Debemos esforzarnos (al principio, luego es fácil) en leer al menos 2 libros al mes. Si no, estaremos usando la computadora (cerebro) para jueguitos y no aprovecharemos su gran potencial. Si no leemos condenamos a la humanidad a la pobreza intelectual, a la esclavitud y manipulación, a favorecer las estupideces en lugar de privilegiar nuestro entendimiento del entorno, de nosotros mismos y la sociedad.

Anecdotario de escritores (Borges, Dostoyevski, Gabo, Shakespeare…)

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Anécdotas vividas por autores reconocidos

PRIMERA PARTE: anécdotas de escritores famosos… (Ver SEGUNDA PARTE)

En cierta ocasión, Dostoyevski estaba sentado cerca de la ventana y fumaba. Acabó de fumar y arrojó por la ventana la colilla. Bajo la ventana había un expendio de queroseno. Y la colilla cayó justamente en un bidón de combustible. La llama pronto se convirtió en una columna. En una noche medio Petersburgo ardía. A Dostoyevski, por supuesto, lo encarcelaron. Cumplió la condena, salió, el primer día caminó por Petersburgo, se encontró a Petrashevsky. No le dijo nada, solamente le estrechó la mano y lo miró a los ojos. Con firmeza.

Miguel de Unamuno conversaba con Alfonso XIII tras recibir de su mano la Gran Cruz.

—Me honra, Majestad, recibir esta cruz que tanto merezco.

—¡Qué curioso! La mayoría de los galardonados aseguran que no se la merecen.

—Señor, en el caso de los otros efectivamente no se la merecían.

Mientras Jorge Luis Borges ejercía como profesor en la universidad, preguntó a una alumna su opinión sobre Shakespeare, a lo que ella contestó:

—Me aburre. Al menos lo que ha escrito hasta ahora.

Y el maestro concluyó:

—Tal vez Shakespeare todavía no escribió para ti. A lo mejor dentro de cinco años lo hace.

De su primera novela, «La hojarasca» (1955), García Márquez retiró un capítulo entero y años después fue encontrado en un canasto de papeles rotos por el poeta Jorge Gaitán Durán, quien le dijo que lo publicaría como si fuera un cuento. Lo titularon «Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo» (1968), el texto recibió buenas críticas y elogios.

Después de los primeros episodios de Las confesiones del caballero de industria Félix Krull, el novelista Thomas Mann interrumpió la obra, la publicó como relato corto y no volvió a ella hasta 32 años después. Cuando reanudó el trabajo, exactamente donde lo había dejado, no alteró ni una sola palabra de los fragmentos anteriores, y la novela resultante quedó tan bien equilibrada como todas sus otras obras.

Según varios eruditos, las dos últimas obras de Shakespeare, Enrique VIII y Dos parientes nobles, fueron escritas en colaboración con John Fletcher, otro dramaturgo inglés de aquel tiempo.

La obra maestra de Gustave Flaubert, Madame Bovary, una historia de amor brutal y realista que trataba sobre el adulterio, fue condenada como pornográfica cuando se publicó por entregas en un periódico en 1856, y Flaubert fue acusado de ofender la moral pública y la religión. La corte censuró el libro, pero absolvió a su autor. Aunque la novela estaba vendiéndose a miles, Flaubert dijo que deseaba tener bastante dinero como para comprar cada ejemplar, “arrojarlos todos al fuego y no volver a oír hablar del libro jamás”.

Aunque no estaba ciego, pero tenía vista deficiente, Aldous Huxley aprendió braille para poder dar descanso a sus ojos doloridos, sin tener que renunciar a la lectura, de la que tanto disfrutaba. Una de las compensaciones, decía Huxley, era el placer de leer en la cama en la oscuridad, con el libro y las manos cómodamente bajo los cobertores.

En 1942, durante el sitio de los nazis a Leningrado, el brillante teórico de la literatura Mijail Bajtin –fumador empedernido, tomado por el vicio– usó todas las páginas de un manuscrito para enrollar el tabaco y armar cigarrillos. ¿La obra perdida para siempre? Un libro sobre novelas de aprendizaje, que luego nunca reescribió.

Víctor Hugo, de vacaciones, estaba ansioso por saber la suerte que estaba corriendo la publicación de Los miserables, así que escribió a su editor esta sugestiva mivisa: «SÓLO UN SIGNO DE INTERROGACIÓN ERA TODA LA CARTA». El editor le respondió: «CON SÓLO UN SIGNO DE ADMIRACIÓN» y de este modo participaron del intercambio epistolar más breve de la historia.

Siendo cónsul de Nicaragua en Francia, Rubén Darío asistió a una elegante fiesta en los Campos Eliseos de París. El suntuoso traje de etiqueta no ocultaba sus profundos rasgos indígenas; al cruzar el gran salón una rancia aristócrata, creyendo que el poeta no la entendería comentó: «A leguas se nota que es un indio, sólo le falta la pluma», al escuchar esto Rubén Darío se regresó y en un perfecto francés le responde: «Se equivoca señora, la pluma la traigo aquí -sacándola de la bolsa- y estoy seguro que sé utilizarla mucho mejor que usted».

De Balzac se aseguró que nunca conocería la fama porque no era un escritor importante y que al cabo de cien años nadie le recordaría.

William Shakespeare nació el 23 de abril de 1564 en Inglaterra, y 335 años después, un nuevo 23 de abril, vino al mundo en Rusia, el que luego sería famoso escritor Vladimir Nabokov, autor de la siempre polémica Lolita.

El original de Cien años de soledad constaba de 590 folios que el novelista envió en dos partes a la editorial Sudamericana de Buenos Aires, ya que no tenía dinero para remitir por correo la obra completa, y después fue a la casa de empeños a fin de conseguir el dinero para poder mandar el resto de la obra. Lo singular del caso es que envió, con los nervios, la segunda parte antes que la primera.

A la novela “Lolita” de Vladimir Nabokov, se la tildó de pornográfica desestimando la soberbia descripción psicológica de los protagonistas.

Isabel Allende siempre empieza sus novelas el 8 de enero -otros dicen que el 9-, y tiene la costumbre de escribir el tiempo que dura una vela encendida hasta que se consume por entera, o sea, unas 7 u 8 horas. En cuanto la vela se apaga, deja de hacerlo.

El profesor de física escocés James Lind fue quien inspiró a Mary Shelley su novela universalmente famosa Frankenstein. Había sido profesor de su marido, el poeta Percy Shelley, y los comentarios de éste sobre sus experimentos acerca de las ranas muertas a las que movía por medio de impulsos eléctricos, despertaron el interés de Mary Shelley hasta el punto de emplearlos más tarde en su novela.

 

Curiosa noticia referente a Charles Dickens, quien declaró en cierta ocasión que «su primer amor fue Caperucita Roja», y que de haberla encontrado estaba seguro que hubiese sido muy feliz con ella.

Se han encontrado unas insólitas fotos de James Barrie, autor de Peter Pan, disfrazado de Capitán Garfio en una representación privada para los hijos del matrimonio Lewellyn. Estas fotografías pertenecen a la colección personal de la novelista Daphne Du Maurier, sobrina de la señora Lewellyn.

Cuenta José Luis Sanpedro que, cuando no se le ocurre ningún argumento para sus novelas, se planta en un bar y coloca un audífono de tal modo que pueda captar la conversación de la mesa de al lado, charla a partir de la cual inventa nuevas historias.

Alfred Hitchcock telefoneó en cierta ocasión a George Simenon y, cuando le respondieron que el señor Simenon no podía ponerse porque acababa de empezar una nueva novela, el cineasta respondió: ‘Bueno, espero’.

Nada más conocerse que le habían concedido el premio Nobel de literatura, un periodista le preguntó a Camilo José Cela:

-¿Le ha sorprendido ganar el premio Nobel de Literatura?

-Muchísimo, sobre todo porque me esperaba el de Física

En cierta ocasión, Patrick (el hijo de Ernest Hermingway) le dio a su padre un manuscrito y le pidió que se lo corrigiese. Poco después, se lo devolvió, pero Patrick parecía contrariado:

-¡Sólo me has cambiado una palabra!- le recriminó, como quien no hace bien su trabajo

-Si es la palabra correcta es más que suficiente- replicó Hermingway

Alejandro Dumas (padre), tras publicar el libro titulado “El vacío doloroso”, fue visitado por un amigo que le dijo:

– Es un título sin sentido. El vacío no puede ser doloroso

-¿Qué no? ¡Cómo se ve que nunca os ha dolido la cabeza, amigo mío!

En uno de sus viajes en tren por EEUU, Mark Twain se topó con el boletero y no encontraba su ticket. Tas una larga espera, con el escritor rebuscando por todos sus bolsillos, el hombre le dijo:

-Ya sé que usted es el autor de “Tom Sawyer”, así que no se moleste, estoy seguro de que ha extraviado el ticket.

Pero Twain seguía buscando y el boletero insistía en que no hacía falta, hasta que le confesó:

-Es que, si no lo encuentro, no sé dónde debo bajarme.

Continuar leyendo anécdotas de autores en la SEGUNDA PARTE

«Tengo que tener» y otros vicios del lenguaje (principios para evitarlos).

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Qué triste es atestiguar la catástrofe de la destrucción de un idioma. Pienso que los lenguajes son entes cambiantes, sin embargo, no me gusta presenciar usos tan particulares como empobrecedores que lejos de dignificar a nuestra raza, la van denigrando poco a poco.

Vicios del lenguaje

La frase entrecomillada en el título: Tengo que tener, es una muestra clara de mis adoloridas neuronas, pues cada vez que la escucho termina la comunicación, ya sea que escuche a un locutor en radio o televisión, lea un artículo o platique con una persona, siempre me sucede lo mismo: me distraigo pensando en la dichosa frase y doy por terminada la conversación o la línea de comunicación entre quien la dijo y mi cerebro. El verbo tener tiene dos principales acepciones en nuestro lenguaje: la primera es sobre poseer y la segunda sobre deber. De ahí que hay quienes en realidad quieren decir debo poseer pero como su léxico es reducido terminan diciendo: tengo que tener.

Quienes cuidamos nuestro lenguaje, aunque también cometemos errores y coincidimos en hablar ligeramente en ocasiones, solemos observar el uso que la gente da a las palabras, desde luego, no con el fin de ser críticos o menospreciar a quienes no usan el lenguaje de forma adecuada, sino porque son nuestro objeto de estudio, como un cocinero a los ingredientes o un músico a las notas, tonos y ritmos.

Por eso, cuando hallamos una nota que distorsiona, nos distraemos. Nuestras neuronas procuran encontrar la falla y solemos invalidar las siguientes palabras de la conversación, no porque estén mal dichas, sino porque nos concentramos en los vicios del lenguaje para hallar las posibles explicaciones.

Clases de redacción

Cuando tuve la maravillosa experiencia de impartir cursos de redacción universitaria, notaba en los escritos de los alumnos que gozaban repitiendo palabras. La explicación, como dije antes, estaba en el reducido léxico. No tienen más palabras para armar sus oraciones. Suelen escribir como hablan y dejan salir las palabras sin cuestionar su puntualidad.

Al terminar un semestre, experimentaba con orgullo que los alumnos eran más críticos con sus propios trabajos. Eso para mi era suficiente. Corregir su ortografía era el primer paso y bastaba con indicar que no debían NUNCA plasmar en un escrito una palabra si no estaban absolutamente SEGUROS de su correcta expresión, terminarían así con muchos vicios del lenguaje. Les aseguré que en menos de dos meses, estarían escribiendo con una ortografía similar a la de cualquier escritor de renombre.

Yo tuve razón. Se acabaron las faltas de ortografía. Los alumnos se esmeraron en ASEGURARSE por escribir cualquier palabra correctamente. Ahora debíamos pasar a un nuevo progreso: la amplitud de su vocabulario. Como era de esperarse, la lectura no era su fuerte. Pero si usaba una regla tan sencilla de observar como: JAMÁS repitas la misma palabra en un párrafo, sería suficiente. Lo fue.

Luego de algunos debates en clase, los alumnos entendieron que sí es posible (y necesario) repetir algunas palabras dentro de la estructura de un párrafo, pero sirvió para que aprendieran a expresarse sin repeticiones viciosas como el QUEÍSMO, el DEÍSMO, el  DEQUEÍSMO y otros vicios del lenguaje. Les obligó a valerse de los sinónimos para expresar sus ideas y se vieron en la necesidad de reorganizar sus oraciones, de modo que no se vieran orillados a repetir palabras. Ello además, ayudó a la puntualidad y claridad de sus escritos.

Resultados

Al terminar el curso, mis motivados alumnos no eran unos genios, pero se llevaron la lección de vida que con el tiempo perfeccionaría sus trabajos y le darían valor al lenguaje. Pese a las posibles críticas, para mí eso es suficiente en una materia de 48 horas presenciales al semestre. Si no los tengo más tiempo bajo mis revisiones escandalosas (dejando las hojas marcadas con decenas de correcciones en círculos llamativos) ellos continuarán en casa el resto de su tiempo haciendo el trabajo crítico que yo ya no podré revisar.

Otros vicios como ejemplo

Repasemos rápidamente algunos vicios cotidianos que vale la pena subrayar:

Vuelvo a repetir: es un pleonasmo pues repetir significa volver a decir, lo que lleva a la frase marcada en negritas a significar vuelvo a volver a decir. Es lo mismo que expresar frases como: subo para arribaa mi personalmente.

Ostentar el cargo: en realidad, lo correcto no es ostentar, sino ejercer. No se supone que una persona se encuentre presidiendo un comité o un ayuntamiento o cualquier otro sólo para presumir de él; yo no ostento mi título de comunicador, lo poseo, quizá lo enmarco para protegerlo, para dar a conocer (sin presumir) que puedo servir a otros con mis conocimientos sobre la profesión que estudié.

Tan siquiera: es un vocablo inexistente en nuestro idioma. La gente lo ha combinado de otros que existen como tan solo o ni siquiera. Hay múltiples conjunciones en nuestro idioma que pueden usarse (y sin repetir) para unir oraciones y dar al texto coherencia, orden y precisión; por ejemplo; de tal manera, mientras tanto, finalmente, así mismo, de otro modo, etc.

 

Cuento emotivo sin personajes

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Hoy el amanecer es todavía despejado. Las sombras de los árboles acortan con el paso del tiempo sus manchas. El paraje no deja de ser maravilloso como un alumbramiento de clase media y donde todo brilla. Parece un remanso de paz cerca de una playa despoblada. Entre los cerros se abre paso el único camino civilizado que surca el territorio y deja huellas en los follajes con la forma de los autobuses, rompiendo las ramas y volcando sus contaminantes que pronto el sistema natural diluye.

Los árboles se mecen en el viento, jugando en la hamaca, flirteando con otros eróticamente, tocándose las ramas, emocionándose. Hay por la costa unas palmeras cocoteras embarazadas que dan a luz de vez en cuando. El viento las orilla a desprenderse de sus hijos que colisionan en la arena causando desastres menores y entonando himnos mudos ante las olas juguetonas.

Mientras un reloj que asoma colgado del brazo en un auto solitario acumula minutos en racimos para llenar grandes tibores de talavera. Se apelmazan para dar paso a la media tarde que ha difuminado las sombras de los árboles, piedras y montañas, porque viene una tormenta. La alegre paz primaveral se opaca y obscurece los ánimos del terreno.

Pese a parecer un lugar tranquilo y sobrio, resulta en el fondo un ecosistema muy dinámico. Los árboles siempre están en el mismo sitio, de eso no cabe duda, pero generan a su sombra un mundo de verbos inimaginables: comer, correr, caer, volar, saltar, besar, beber, hacer, transportar… Todo es más movido que una casa con niños.

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El verdor es engañoso, bajo el suelo se incuba la podredumbre que trae consigo la fermentación; los nutrientes sirven luego para que en la superficie se generen vistas envidiables. Hace falta apenas internarse unos filamentos para vivir ese mundo de fango y obscuridad. El contraste es que hacia el cielo los ánimos se exaltan. Corra o no el viento, las fiestas y jolgorios son de envidia. La promiscuidad es excitante; rozan al vuelo los insectos fecundantes. Arrastran con sus alas las más candentes semillas del amor que otras producen.

La procreación es automática. Sólo basta sacudir un poco la máquina para que produzca cientos de nuevas vidas. Un intercambio a nivel prostibulario. No importa que la amenaza de la tormenta ennegrezca el panorama. Cada noche suele ser el mismo festín que en la mañana. Ocasionalmente un vehículo ilumina el sendero y la luna llega a ser un farol en buenos días.

Ya suenan los rayos como si fueran truenos. Han llegado a quemar bosques enteros con sus flechazos de cupido. Vienen a arrollar al paraje del C-32 como si fuera la isla de Cuba. El agua se enfrenta por las ráfagas huracanadas a los fuertes y reacios troncos de los árboles del pequeño valle. Arrancan con dolor los brazos fornidos de muchos causando lágrimas de cementerio. Terminan más allá del muro de un montículo pedregoso, malheridas y bañadas en sangre.

El agua termina anegándose, formando incontables pantanos entre los árboles y sepultando de muerte a los gusanos, insectos e infinidad de mariposas. También gozan de la gloria eterna cientos de aves, peces y cangrejos que no soportaron la batalla campal contra el huracán. La muerte indigna a lo que queda también con vida, dejando un panorama gris a su paso. La misma carretera fue borrada del mapa. En el colapso, dos lanchas lejanas quedaron incrustadas en medio del valle.

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Las flores, con mucho, fueron las más castigadas. Los cintarazos terminaron con la mayor parte de su población. Planas y planas de reprimenda ahogaron a más de un millón de ellas. Aquí no era necesario que alguien se portara mal, el legado natural les endilgó las culpas que otros tienen; aunque simplemente era así porque así era.

La nueva mañana llegó, refregando con un ardiente sol al lomo de los azotados árboles. Ahora sus sombras eran demasiado escuálidas, miserables. No hubo forma de esconderse de él a menos que fuera bajo tierra, pero estaba anegada, desprendía olores azufrados; la descomposición de los cadáveres llegó pronto con tanta radiación. Los funerales se extendieron por varios días.

Pero finalmente empezaron a brotar infinidad de nuevos bebés flor, múltiples gusanos y gloriosas mariposas. La polinización redescubrió el verdor y el amor promiscuo volvió a emerger con un nuevo brío. La suciedad se escondió bajo la cama y las cobijas fueron almidonadas en tonos multicolores. Con el viento llegaron nuevas faunas y florestas, para resarcir el daño de la tormenta. Los programas sociales fueron generosos con todos. La solidaridad en su máximo esplendor.

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De nueva vida se llenó el valle. Escenarios variados para una representación más actualizada, una historia que vuelve a ser contada sin diálogos, sin personajes, sin trama, pero con una pasión desenfrenada, un erotismo sin moral y emociones sin personajes.

2017: se cumplen 50 de los «Cien años de soledad»

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(English version here) En mayo de 1967 sale a la luz una de las obras literarias más importantes de la literatura hispanoamericana: Cien años de soledad del amadísimo Gabriel García Márquez, colombiano, nacido en 1927 en Aracataca. Autor de más de cien novelas, además de guiones para películas, traducciones, reportajes, entrevistas, discursos, obras de teatro, cuentos, etc.

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