Meditación profunda de rejuvenecimiento celular | recuperar la juventud.

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Esta meditación guiada es parte del curso MILLONARIOS EN 3 AÑOS. Si deseas ver la Master Class gratuita, ingresa en este enlace.

Te doy la bienvenida a esta meditación. Hoy buscaremos juntos el reencuentro con tu persona del pasado cuando estabas rebosante de vida, de dicha, de amor, de jovialidad, de entusiasmo. Si la persona que fuiste antes nunca tuvo alegría ni motivaciones, esta meditación tiene como intención sanar tus heridas y darte una nueva oportunidad para vivir como suelen hacerlo los jóvenes, cargados de energía, llenos de pasión, cierta dosis de locura, regocijos frecuentes y más. No olvides suscribirte para recibir notificaciones de las próximas publicaciones. Gracias, muchas gracias.

Empecemos por ponernos en una posición cómoda, sentados con la espalda recta y las manos apoyadas sobre las rodillas. Empieza a respirar más pausadamente. Toma aire lentamente, sostén el aire tres segundos y exhala. Inhala de nuevo lentamente, aguanta, exhala. Una vez más, inhala lentamente, mantén el aire, exhala despacio. Se consciente. Haz un repaso de todo tu cuerpo, desde los pies, los dedos, las plantas, el empeine, los tobillos, las pantorrillas. Siente la energía cómo va recorriendo tus músculos. Detecta en cada sitio las palpitaciones que llegan desde tu corazón. Siente tus rodillas y su energía. Tus muslos y su energía. Tus manos y su energía. Las ingles, la cintura, el vientre, el estómago, tu espalda, tus pechos, tus omóplatos, tus brazos, tus hombros, el cuello, la nuca, la barbilla, los labios, los oídos, las mejillas, la nariz, eleva las cejas para sentir los globos oculares, la frente, la coronilla. Respira naturalmente, siente y se consciente de esa respiración inundando de energía todo tu cuerpo.

Sitúate en algún pasado remoto, cuando tu salud era tu menor preocupación.

Ser jóvenes otra vez

Trata de recuperar esa sensación de ligereza, de músculos robustos. Quizá puedas sentir que no eras del todo feliz. Esas emociones de infelicidad hazlas por el momento a un lado diciendo: “sanaré”, “sanaré” y déjalas aparte. Avanza en busca de esa energía, cuando podías correr doscientos metros a máxima velocidad. Cuando brincabas haciendo ejercicio y trotabas. Respira el mismo aire que respiraste entonces. Recupera las señales de fortaleza que te daba tu cuerpo. ¿Qué sientes? ¿Cómo está palpitando tu corazón? ¿Cuál es la fuerza que tienen tus músculos? Recuerda toda esa energía recorriendo todo tu cuerpo. Sintoniza con los sonidos, los olores, los colores que veías a tu alrededor. Están ahora mismo aquí de nuevo. Siente cómo tus oídos hoy te ayudan a recuperar esos sonidos guardados en la memoria de tus órganos auditivos. Lo mismo harán tus músculos, te dirán uno a uno cómo vibraban, en qué frecuencia lo hacían para mantener toda esa energía recorriendo las fibras, las articulaciones.

Hazlo ahora con tus brazos, tus codos, tus muñecas, tus manos. Ahora recorre el mismo camino de regreso con esa atención total sobre cada parte de tus brazos en sentido ascendente. Pasa por tus hombros, accede al tórax, el pecho, el vientre, la cintura, toda esa energía sacudiendo cada parte de tu cuerpo presente, sintiendo vibraciones que dabas por olvidadas. Recupera la memoria olvidada de tu energía sexual de los primeros años ¿hay alguna diferencia? Si es así, repite: “sanará”, “sanará” y continúa tu recorrido energético y presencial hacia tus muslos.

Ya pasas por tus piernas, sientes esa vibración y fortaleza, recuperas la energía; desaparecen los dolores, los adormecimientos y tu corazón palpita nuevamente por esas zonas que se habían atrofiado. Repite: “estoy sanando”, “estoy sanando”. Pasa tu energía y presencia a tus rodillas, aprovecha masajearlas con tus manos, con cierta fricción calienta y proporciona energía y vitalidad. Pasea con esa fuerza al resto de tus piernas hasta llegar a las plantas de tus pies.

Agradece la fuerza vital, hoy has recordado cómo se sentía ser una súper persona, con súper poderes.

Jóvenes

Hoy te prometes recuperar esa energía, esa jovialidad y entusiasmo, esa pasión, con el recuerdo recuperado de las cualidades de tus átomos, de tus células, de cada partícula que conforma tu cuerpo, hoy te darás a la tarea de reconstruir cada parte hasta ser iguales al original y a sanar aquellas partes que han estado descuidadas, promete hoy a recuperar esa atención vital sobre cada parte de tu cuerpo. A darle espacio, masaje, vibraciones, energía, alegría, cantos, bailes, mucho amor a cada célula. Haz un reencuentro con cada parte olvidada diciendo: “sanarás”. Ese cuerpo tuyo es maravilloso, es capaz de recuperarse, de sanarse, de inyectar energía, generar vibraciones. Sólo quiere que estemos ahí, escuchándolo, vibrando con cada órgano, con cada músculo, dedo o hueso.

Prepara mentalmente una fiesta para tu cuerpo. Una dosis extra de energía cada día con regocijo, con alegría, con sonrisas, con amor, con júbilo. Tu cuerpo te lo está diciendo, quiere volver a ser joven, volver a saltar, a emocionarse, a respirar con la misma fuerza, oxigenando cada parte de ti, llenando tus pulmones y soportando como antes el aire. Tus manos quieren recuperar esa agilidad, esa movilidad de tus años mozos. Hoy puedes volver el reloj atrás, regresar, renacer, recuperar las energías. Basta que tú lo desees con todo el ímpetu, basta que te des permiso, que creas en ti, que te apapaches, que vuelvas a sentir esas compañías que te alegraban la vida y que las vueltas del mundo se han llevado. Si no puedes estar físicamente con esa persona que amaste y se ha ido, realiza el mejor homenaje que puedes hacer: vuélvete tú esa persona para alguien más. Hereda a alguien más el legado que te dieron a ti.

¡Basta de lágrimas!

Es nuevamente el tiempo de la alegría, de la fiesta, del amor desbordado, sin miedos, cree nuevamente en ti, en el cariño humano, en la locura, en esas épocas mágicas, llenas de música y amistad, de complicidades, de ternura, de carcajadas. Esa es tu juventud, es tu alma vibrando nuevamente en la sintonía de tus mejores años. Imagina que vuelves, que tu piel se encoge nuevamente, que tus músculos se tonifican y pronto lo harán. Tú tienes esa voz de mando, cuando dirigías las empresas por primera vez. Dile a tu cuerpo que quieres volver, que te ayude a recuperar cada célula, que use la información creadora inicial de las células madre, de tu etapa de crecimiento, y que en pocos meses te dé toda esa recuperada estructura ósea y muscular, esos nervios de acero, esas venas circulando nuevamente, limpias, esa nueva sangre vibrando al ritmo de tu segunda juventud.

Joven y activo

Toma de esos recuerdos algunos símbolos.

Memoriza los mejores detalles para que puedas volver a ellos todos los días. Llévate imágenes y tenlas presentes en cada momento del día. Eso ayudará a tus músculos, células y órganos a reproducir las mismas sensaciones y cuando reemplacen esas células, las alimenten con esa información recuperada del pasado. Será tu nuevo presente, siéntete joven otra vez. Hoy tienes 20 años de nuevo. Hoy vuelves a sonreír, a estremecerte, a gritar con cierta locura emocional, tienes sensaciones fascinantes, maravillosas. Eres lo que quieres ser, estás en la plenitud de tu vida. Recupera día a día estas sensaciones. Enamórate otra vez, déjate ser algo idealista, vive con esperanza de un mejor y largo futuro. Si no todas tus nuevas vibraciones ayudan a recuperar un poco la fachada, si no vuelve a salir el cabello donde antes solía hacerlo o si algunas arrugas insisten en permanecer ahí, ¡qué importa! Échales una mano, dales una ayuda, algo de maquillaje. Lo importante está dentro, en tu nueva actitud juvenil, en tus emociones vibrantes y fascinantes.

Ahora que vuelvas a tu vida, usa esos símbolos y recuerdos como guías para sonreír porque dentro de ti está ocurriendo un milagro, el reloj biológico está caminando hacia atrás y pronto estarás bailando en las mejores pistas y corriendo por las más hermosas playas. Lleva cada recuerdo como un amuleto que esté presente en todo momento de tus mágicos días.

Afirmaciones poderosas de abundancia | Programa tu mente mientras duermes 888 hz

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DECLARACIONES DE ABUNDANCIA

Te doy la bienvenida a esta meditación que pretende cambiar tus paradigmas y mejorar las creencias que tienes en torno a la prosperidad. Estas declaraciones influirán en tu vida de forma positiva en tu ser inconsciente. Antes de iniciar, no olvides suscribirte al canal para recibir las siguientes meditaciones. Gracias, muchas gracias.

Colócate en una posición cómoda. No importa si duermes. Relájate. Cierra los ojos. Respira profundamente, aguanta el aire unos segundos y exhala. Prolonga tu respiración lo más que puedas. Inhala, cuenta 4 segundos con el aire en tus pulmones, exhala. Inhala, aguanta el aire, exhala. Mientras respiras profundamente, tu conciencia siente las palpitaciones en cada parte de tu cuerpo. Inhala, aguanta, exhala. Tu relajación es cada vez más profunda. Inhala, aguanta, exhala. Es emocionante darme el tiempo para profundizar en mi riqueza, en la prosperidad y la abundancia de mi vida. Inhala, aguanta, exhala.

Mi abundancia se refleja en la tranquilidad de mi rostro.

Amo tener suficiente dinero para todo lo que necesito.

Una vez que empecé a ahorrar no he dejado de hacerlo.

Mi memoria me recuerda siempre lo abundante que soy.

Siento un impulso grande a crear negocios pasivos constantemente.

Me sobra tiempo para ejercitarme y meditar para ser abundante.

Atraigo el dinero, el dinero me encuentra fácilmente.

Tengo más de lo que necesito.

Mi presupuesto indica con precisión el destino de mi dinero.

Mi universo es abundante, yo soy abundante.

Tengo muchas riquezas.

Mi segundo nombre es Prosperidad.

Mi subconsciente es una ayuda muy poderosa para mi ser abundante.

Hay grandes riquezas cuando el pensamiento es positivo.

Dejo que el dinero llegue a mí.

Mi mente siempre está abierta a recibir abundancia.

El dinero es parte de mi vida, lo acepto, lo cuido, lo reinvierto y he aprendido a gastarlo inteligentemente.

Mis decisiones siempre van en busca de lo bueno, lo abundante, lo noble, lo alegre.

Yo decido con amor y no con miedo.

La prosperidad es mi forma de vida.

Mi abundancia se refleja en todas las áreas de mi vida.

Merezco el dinero que recibo, merezco la prosperidad característica de mi vida.

Tengo todo lo que quiero y necesito.

Me relaciono con personas abundantes.

Las riquezas que tengo las merezco por mi entrega total a lo que hago.

Mi alegría y mi autoestima generan abundancia en mi vida.

Mis gastos se convierten en múltiples ingresos, se comportan como inversiones.

Genero abundancia con cada una de mis acciones.

Estoy creando riqueza incluso cuando duermo.

Mis ingresos pasivos crecen cada día.

Tengo dinero en abundancia.

Mi lema es: “si no genero abundancia no tengo comodidades”.

El dinero y yo tenemos una larga relación de amistad y es de por vida.

Soy prosperidad en su estado más puro.

Merezco tener abundancia de todo lo bueno y lo bello de la vida.

Disfruto estudiar mis finanzas y me siento libre.

El amor me rodea, mi viste, me peina, me sonríe.

Mis ganancias residuales superan cada mes las expectativas de mis proyecciones.

Creo firmemente que mis manos producen magia en los negocios.

Llegué más rápido de lo esperado a mi meta. Voy por otra más ambiciosa para ayudar a más personas y tener más libertad.

Me alegra poder ayudar a los demás y no tener que comprometer mi capital para hacerlo.

Esta definición me fascina: La abundancia es prosperidad y buena situación económica.

Yo creo en el poder del dinero para hacer el bien.

Tener mucho o tener más, he ahí el dilema.

El aire y el dinero son de vital importancia para esta vida.

Siempre gano dinero, siempre gano amigos, siempre gano oportunidades, yo siempre gano algo.

Cuando se trata de riquezas y abundancia estoy en el primer lugar de la fila.

Al dormir encuentro más ideas de obtener recursos económicos.

La gente abundante se siente atraída hacia mí.

Mis pensamientos positivos son el mejor alimento de mi vida.

Es sencillo alcanzar mis objetivos.

He cambiado mis creencias con el dinero, esta renovación en mi vida me sienta muy bien.

Por las mañanas dedico tiempo a generar ideas brillantes para mis negocios.

Adoro la libertad que me da la abundancia.

Soy prosperidad al caminar, al bañarme, al dormir.

Mi vida es un altar de agradecimiento al universo por esta bella vida abundante.

Tanta riqueza se refleja en mis actos amorosos.

El dinero fluye como ríos hacia mí.

Las frecuencias me permiten vibrar en sintonía con grandes fortunas de dinero.

Vibro en sintonía con la riqueza y la abundancia.

Soy prosperidad al hablar, al pensar, al reír.

Cuando escribo ideas soy abundante y genero armonía con el dinero.

Mi mente subconsciente escucha mis pensamientos de riqueza.

Tengo un poder insólito para atraer al dinero.

Me encanta ver los rostros de sorpresa cuando ven mi gran prosperidad.

Soy hábil generando abundancia.

El dinero fluye de forma inesperada en mi vida.

Hay milagros económicos que me rodean diariamente.

Gano mucho dinero usando innumerables pensamientos positivos.

Me impulsa una fuerza interna producida por mis fuertes emociones de abundancia.

El dinero conoce la ruta hacia mis cuentas, alcancías y carteras.

Soy abundante al comer, al ejercitarme, al compartir.

Mi éxito se origina en mis pensamientos positivos.

Me esfuerzo en sembrar para cosechar abundantemente.

La riqueza me da seguridad y confianza.

He encontrado gran alegría al crear futuros cada vez más promisorios.

Mi programación mental se construye libremente para ser abundante en la paz, en el amor, en la belleza, en la sabiduría y en la riqueza.

Lo mejor de mi prosperidad financiera es que soy libre para acrecentar mi cultura y me puedo dar el lujo de visitar museos y monumentos históricos.

Disfruto la abundancia de mi vida y lo agradezco todos los días.

Es una gran dicha poseer tantas riquezas.

Mis bolsillos se llenan todos los días con dinero que sé ahorrar e invertir.

El dinero ahora trabaja para mí.

Encuentro fácilmente los caminos en donde se encuentra el dinero y fluye a borbotones.

Cada día surgen mejores ideas en mi mente para generar riquezas.

El crecimiento de mi capital es exponencial gracias al interés compuesto.

Me gusta esconder dinero para encontrarlo con sorpresa mucho tiempo después. Es un juego que me puedo dar el lujo de jugar.

Las arcas llenas renuevan mi salud; sin estrés, mi vida tiene un nuevo semblante.

Soy felizmente abundante y abundantemente feliz.

Mis declaraciones de prosperidad son eficientes.

El éxito es mi estado natural de ser.

Influyo positivamente en las personas que me rodean.

Aprovecho los minutos para reflexionar en las bendiciones de la abundancia que me rodea.

Las metas que tengo siempre son fáciles de conseguir.

Abundan las riquezas en mi vida.

Me siento muy bien con la persona que ahora soy.

Entre el miedo y el amor, prefiero siempre el amor. Entre visualizar lo que me molesta y lo que me agrada, prefiero ver siempre lo positivo, así lo atraigo a mí.

Soy la mejor persona que puedo ser y me gusta ser así.

La abundancia gira en torno a mí como la luna mira siempre a la tierra.

Sé que puedo realizar todo lo que me propongo.

Mi trabajo da valor a las personas.

Fortaleza al tomar decisiones, una meditación de re programación mental

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Esta meditación guiada es parte del curso MILLONARIOS EN 3 AÑOS. Si deseas ver la Master Class gratuita, ingresa en este enlace.

Te doy la bienvenida.

Gracias por estar aquí. Hoy meditaremos sobre un aspecto importante en nuestras vidas: la fortaleza al tomar decisiones. La vida es una decisión entre lo cómodo y lo conveniente. Caminamos por este mundo con el instructivo perdido y oscilamos por los nubarrones de la incertidumbre. ¿Qué nos tocará vivir? ¿Tendremos suerte o la forjaremos? Usamos la esperanza como escudo protector con los mejores deseos de un futuro mejor sin saber bien a bien si saldremos airosos de nuestras decisiones.

Hoy pasearemos por esos momentos difíciles en los que hemos tenido que tomar decisiones y aprenderemos de esas experiencias. El pasado puede estar frenando nuestro progreso por el miedo a volver a cometer los mismos errores.

Fortaleza al tomar decisiones, una meditación de re programación mental

Empecemos. Hagamos primero un ejercicio simple de relajación. Imaginemos que flotamos en el espacio y recordamos cuando lo hicimos en una alberca. Sentimos nuestro cuerpo ligero. Avanzamos como en un viaje recorriendo lentamente. Es una sensación de libertad indescriptible, emocionante. Nuestra respiración es relajada. Vamos avanzando y miramos el espectáculo a nuestro alrededor. A lo lejos las estrellas y relativamente cerca los planetas de nuestro sistema solar. Nos impresiona el tamaño del sol y la distancia que nos separa de él. Respiramos profundamente. Disfrutamos la sensación de libertad sin atracción de la gravedad de la Tierra. Nos damos cuenta que tenemos algo de frío en los brazos y los frotamos para generar calor. La experiencia es realista, los detalles que alcanzamos a apreciar son verdaderamente espectaculares, como si un astronauta se extasiara al apreciar por primera vez ese entorno espacial impresionante.

Respira profundamente.

Ese sitio es estupendo para reflexionar sobre lo que ha sido tu vida. Repasas momentos en los que has tomado decisiones importantes. Podría ser un asunto de amor, profesional, familiar, con amigos o amigas, laboral. Piensa un momento en esa decisión. Reconstrúyela. Recuerda los diálogos de aquel día. Mira de nuevo los rostros de las personas involucradas. Fue un momento importante. Hoy, sin embargo, parece tan lejano y hasta irrelevante. Quizá si esa decisión la tuvieras que tomar de nuevo ahora, tu vida sería muy distinta. Nunca lo sabrás. Cualquiera que haya sido la consecuencia de esa decisión, ha llegado el momento de sanarla, de perdonarte, de dar carpetazo a un asunto que ya no se puede rehacer, ni modificar. Lo que fue, hecho está. Hoy haré lo mejor que tengo con ese recuerdo: aprender lecciones. ¿Qué provecho puedo hoy sacar de esa experiencia de vida? ¿En una decisión futura cometeré los mismos errores o habré mejorado en algo? ¿Qué cosas mejoraría?

Sigues flotando en el espacio, mirando cómo el sol arrastra a los planetas en sus órbitas y a lo largo de su recorrido por la vía láctea, también arrastrado por el centro de la galaxia que se asoma allá a lo lejos, en el horizonte. Es hora de evaluar tu desempeño al tomar decisiones. ¿Has aprendido a reflexionar lo suficiente antes de emprender un nuevo camino o sigues cometiendo errores de tiempos pasados? ¿Qué errores sigues cometiendo? Perdónate, agradece a la vida que sigues teniendo la oportunidad de enmendar tus caminos. Gracias a esta vida que te enseñó tantas cosas con tan torpes e infantiles errores.

Decidir es en ocasiones algo serio y no siempre lo tomamos así.

La ventaja es que siempre podemos tomar una nueva decisión. Se puede recular, enmendar, reconocer que anteriormente tomamos malas decisiones. Ahora nos esmeramos por pensar las cosas más detenidamente.

Ahora puedes proponerte un futuro mejor, ya sabes las consecuencias de un buen esfuerzo, entiendes que si haces una promesa la vas a cumplir, porque sabes desde ahora todo lo que conlleva esta decisión y porque ahora sí visualizas ese futuro que quieres, estás en la mejor disposición de dar este salto cuántico, de revolucionar con fuerza tu vida, de crecer a pasos agigantados, de subir varios peldaños a la vez. Has madurado lo suficiente como para entender a dónde quieres llegar y en cuánto tiempo lo vas a lograr.

Fortaleza al tomar decisiones, una meditación de re programación mental

Alguna vez te propusiste una meta y no llegaste. Perdónate. Hoy puedes volver a intentarlo. Eres más consciente y sabes que has mejorado mucho, has superado importantes obstáculos. Ahora tienes algo que antes no tenías: la experiencia. Sabes que puedes lograrlo, ya no te da miedo enfrentarte a lo desconocido, pues reconoces que tienes el escudo protector del conocimiento, tienes la fortaleza suficiente, la energía que se renueva día a día con todo tu coraje, con esa valentía y pasión que te caracterizan. Cada vez mejoras y pocas veces te premias por ello, hazlo ahora. Felicítate por tus logros, por haber crecido y madurado tanto en tan poco tiempo. Agradece a cada órgano, a cada célula de tu cuerpo, a cada maravilloso pensamiento que siempre surge con gran inteligencia para resolver conflictos y levantar el ánimo.

Es tiempo de mirar hacia adelante, con enorme esperanza, con valor, con ímpetu. Tienes clara la meta, tienes claro el camino, no te importa si otros no desean tu éxito, vas a alcanzarlo, aunque no les guste, porque sabes que a ti si te gusta, lo deseas, mucho, es esa la razón de tu vida, para eso estás aquí, para eso viniste al mundo y ahora empieza el camino que luego quedará escrito en la historia. Vas a dejar una huella profunda y lo mereces. Tienes todo el derecho y el poder y el deseo y el profundo amor por la vida y por ti, lo quieres, lo vas a lograr.

Las decisiones no siempre son fáciles.

No darás ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso.

Has quemado ya tus naves, la única forma de salir vivo de esta batalla es ganándola. Y cuando todo haya acabado recibirás los trofeos, las medallas, los reconocimientos y se escribirá sobre ti, sobre tu coraje, tu valentía, tu amor por la vida, tu increíble decisión de ser lo que ahora sabes que siempre estuvo escrito en tu destino. Los errores de antes sólo fueron escalones para llegar al pódium del triunfo que hoy te encumbra. Era necesario equivocarse mil veces antes de aprender lo suficiente para alcanzar tu meta, no fue algo malo, fue imprescindible. Agradece a todo tu pasado por dejar esas huellas tan valiosas en tu corazón porque curtieron tu piel, te hicieron resistente, te dieron la sabiduría necesaria. Hoy eres alguien gracias a tu pasado. Reconócelo, acéptalo, ámalo.

Acepta que eres mejor persona que antes al tomar decisiones.

Alégrate, eso significa que vales mucho, que aprendes incluso en las derrotas, que no dejas de luchar por alcanzar grandes objetivos, que tienes las agallas, el coraje, la misma fuerza e ímpetu del principio y la experiencia y sabiduría que te ha dado el tiempo. Así se crece, a sí se llega alto, así se alcanzan las grandes metas, se llega a las montañas más altas, a los peldaños que sólo unos cuantos son capaces de llegar y que tú ya puedes saborear, ya puedes oler ese peldaño, ya está al alcance de tus manos, está en tu agenda y pronto recibirás los laureles, las coronas, los premios. Que nada pueda opacar tu brillo, que no haya miedo, ni obstáculo ni problema que pueda frenarte.