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Grandes héroes han dado la vida por la justicia, la paz, la libertad y el bienestar de los mexicanos; a ellos debemos la constitución, un panorama jurídico, una honrosa patria organizada y por mucho tiempo estable y pujante. De culturas ancestrales tenemos la dicha y la gloria, la herencia esplendorosa de tanta imborrable majestuosidad, asombrosa para propios y extraños.

Dimos al mundo semillas y especies animales, abrimos los brazos para recibir como en su casa a la larga lista de amigos lejanos, incluso a los perseguidos montamos una casa. Valles, bosques, ríos y montañas son la vestimenta más propicia para las cenas familiares de millones que habitamos desde el norte hasta el sur.

¿Amas a México? ¡Demuéstralo!

Nuestra gente es noble, pacífica, bailarina, graciosa, comprensiva, respetuosa y la lista se vuelve eterna como su corazón. Son de gran fortaleza, como de titanes; perseveran y pueden vivir con poco, porque su alegría no está en objetos, sino en valores, en otro tipo de tesoros menos mundanos. Sus vitaminas son la familia y la amistad, el encuentro con el hermano a quien acepta desde el momento en que cruza su camino. No le hacen falta papeles, ni documentos, ni firmas, ni testigos, porque con sus ojos puede ver el alma.

Es socio del mar y del aire, de la música y la fiesta, del ideal más alto, del sueño eterno, del recuerdo y de sus antepasados a quienes quiere pagar las deudas de vida, porque así quieren ser recordados.

Es justo por ellos que hoy debemos salir en busca de una patria justa, pacífica y libre. Aunque debamos luchar por ella. Merecen nuestro apoyo. No todos tienen coraje. Les han sembrado miedo. Sienten como en la colonización, el terror de las matanzas, el abuso de los maleantes que por un par de libros ya se sienten navegantes con derecho a despojarlos de sus tierras, acuchillar a sus hijos o encarcelar a sus hermanos sin justificación. ¿Qué derecho tienen en quitales su preciado tesoro? Los han explotado, menospreciado, esclavizado, denigrado y humillado cientos de veces, con un ejército masivo de invasores corruptos e insensibles, sátrapas maleantes.

Dentro de sus hogares se respira aun la paz que suele perderse a la hora de la televisión, que dosifica sus almas de perversas manipulaciones, regando en sus todavía inocentes corazones, las ambiciones que sus enemigos alimentan para conservar su dominio y control.

Tiempo de cambio

¿Es acaso esto una transculturación natural o es una maquinación de mentes criminales e insatisfechas de un ego vergonzante? Son cerebros de enemigos con piel de cordero, que eyaculan sombras de terror en gente de lo más maravillosa que se ha visto por el orbe. Y nadie vela por ellos. Hay quienes viven bien, pero prefieren mirar hacia arriba, a ver si consiguen favores de los corruptos que quitan a unos y después de quitar la mitad para ellos, reparten el resto para obtener favores.

Y cuando se unen para defenderse son acusados de revoltosos, y los meten a la cárcel, no les importa que sean gente de bien, les siembran culpas para justificar las atrocidades. Y matan personas como si fueran a comérselas en el desayuno. Son gente ruin que impone conductas y formas de pensar, siembra miedo y mete más policías para observar de cerca a los disidentes.

¡Basta ya del genocidio! ¡Basta de saqueos! ¡Basta de mentiras! ¡Basta de transculturación abusiva e impositiva! El poderoso club de la política perversa de nuestro país tiene dominados a los medios masivos, a los poderes legislativo y judicial, con el fin de perpetuarse en el poder por generaciones sin fin, condenando a la esclavitud y el exterminio a nuestra raza, a nuestra gente, a los verdaderos hijos de esta tierra de abundancia y fertilidad, con la mentira de un progreso que no llega, contaminando almas, confrontando a familias, perversos dantescos, maquiavélicos, tipejos kafkianos.

Luchemos por la libertad

Es tiempo de mirar a los de abajo, a los desprotegidos, jurando nunca más olvidar que quieren progresar a un ritmo que permita a diario valorar y dignificar, haciendo un trabajo limpio y desinteresado de forma gradual, fuera de planes de ambición desmedida que sólo confunden y sofocan, que ahogan cada día más a los mexicanos. Siendo una nación grande y entusiasta, merece tiempo y no cambios al vapor. Merece ser escuchada, porque la historia ha enseñado lecciones invaluables de razas desaparecidas, lenguas, culturas, tesoros.

Gritemos y hagámoslo fuerte, por tí, por mi, pero principalmente por ellos, a quienes dosifican ignoracia y presumen educación, inyectan placebos y se enorgullecen de instituciones de salud y hospitales con cucarachas, les dan tortas y jugos por seis años de ignominiosas obras adulteradas, presumiendo progreso y bienestar, pavimentan sólo a cambio de cooperación vecinal, abandonan por años y se toman fotos con la gente para decir que ahí estuvieron, en realidad saqueando y timando, pervirtiendo la labor política a grados inconcebibles y nunca antes vistos en la historia humana.

Reconstruyamos a México

Vamos a restituir de una vez por todas el verdadero orden de las cosas. Proclamamos nuestra libertad de un estado depredador, abusivo y dictatorial, fraudulento y sistemáticamente represivo, asesino, violento e insaciable. No le pertenecemos más, ni en cuerpo ni en espíritu. Declaramos la independencia de su círculo de influencia, zona roja de prostituida maña aristocrática.

No somos de los que vemos cómo entran a nuestras casas a robarnos, secuestrar nuestras vidas y la tranquilidad sin reaccionar. Somos indomables, unidos y herederos de esta tierra que no debe volver a caer en malas manos; les vamos a demostrar que sabemos ser valientes cuando el futuro de nuestros hijos ha sido amenazado. Han muerto muchos, silenciando valiosas voces críticas que pretendían denunciar los actos ruines de estos hipócritas, falsos, que como carroñeros sacan su alimento de nuestros sagrados difuntos.

Levantemos el pecho y digamos con orgullo que somos mexicanos, amamos a nuestra raza y ocupemos el trono que sólo pertenece al pueblo, los edificios públicos son nuestros y los administraremos a nuestro antojo, no al de ellos. El pueblo manda, ha emitido su edicto con rigor, no más corruptos políticos, los llevaremos a juicio. El pueblo manda, decidió no volver a ser controlado por ellos, despertó, y está enojado por el abuso de confianza, por la inseguridad, por el contubernio con los criminales, las burlas de verdades históricas, de saqueo de las arcas nacionales, de la deshonestidad, de la calumnia, de la ignominia, el cinismo, el despilfarro, la asociación delictuosa.

Han hecho mucho daño

Ese gobierno no nos representa más. Ese es un desgobierno. Pedimos a todas las naciones desconocer cualquier convenio con estos mafiosos descarados disfrazados de políticos mexicanos de la era más obscura y perversa de que se tenga memoria.

Juraron defender la ley y la prostituyeron, y juraron que el pueblo se los demandara, porque es el que manda, y está denunciado con toda su furia, su enfado, convencido del irremediable engaño al que fue sometido. Pero decidido firmemente a ocupar todas las plazas, a reestructurar esos escritorios en beneficio de la población, tomando activamente decisiones en favor siempre de su gente y no de convenios con ajenos extranjeros.

Castigará a los traidores de la patria con tal vehemencia que nadie más lo intente, por los 86 periodistas asesinados, por los 22 de Tlatlaya, por los 43 de Ayotzinapa, por los 49 bebés de la guardería ABC, por los 26 de Acteal, por los de Atenco asesinados y detenidos, por las mujeres violadas, por las muertas de Juárez y las de el Estado de México, por los 15 periodistas de Veracruz en el periodo de Duarte, por el niño víctima de una bala de goma en Chalchihuapan, por los más de 42 mil desaparecidos en los últimos tres años, por los 60 mil muertos en el mismo periodo, por los 60 mil del sexenio pasado en una lucha infructuosa contra el crimen organizado que invade las esferas del poder por todos lados y que van a impedir el exterminio de sus negocios sucios.

Mexicanos compatriotas: Vamos por las buenas o por las malas a detener este genocidio sangriento. Detengamos de una vez a los vándalos que dicen gobernar a este país y que no están escuchando las demandas ciudadanas.

Gritemos, saquemos de las oficinas a los asesinos represores. Exijamos justicia real, tomemos la administración pública que pertenece precisamente al pueblo a los ciudadanos, dueños indiscutibles de todo, de los mares, las montañas, los ríos y las ciudades. Nos pertenece y debemos asegurarnos de que se quede en nuestro país.

Gritos de libertad e independencia

No quisieron detener la rapiña a tiempo, ahora vamos a congelar sus cuentas en cualquier parte donde se encuentren. Y lo haremos con la fuerza de la unión, con la convicción de que ese patrimonio no les pertenece, sino a nuestros hijos, por su futuro, no queremos que ellos sean esclavos de la execrable política mexicana integrada de carroña.

Las lágrimas de sangre que hemos derramado, ahora serán de ellos. Que a la voz de viva México, comience la neoidependencia. A detener sus negocios, a parar las maquinarias a no seguir sosteniendo sus actos disolutos y prosaicos contra la nobleza de nuestros hermanos mexicanos sobajados y humillados, sometidos al sistema, ideologizados en escuelas para ser esclavos de sus patrañas putrefactas.

Esta lid ya comenzó y aquel que no esté con el pueblo está contra él y será desterrado para siempre de esta noble madre tierra mexicana.

Que no se diga que morimos sobajados y arrastrados en una cacería despiadada sin alzar la voz, sin meter las manos y arrastrados por el fango de la iniquidad.

Hoy es el último suspiro de la falacia decadente, recogeremos los frutos que a nosotros pertenecen y caerán cual cucarachas en el pozo más profundo. Y serán recordados por traidores, saqueadores y criminales por la posteridad.

Inicia la batalla por la dignidad de los mexicanos, han comenzado ya a librarse encuentros. No cejaremos en nuestro afán por limpiar las cloacas políticas de maleantes y rufianes. Exijamos en todos los espacios la voz que nos pertenece y que nuestro lábaro se ondee a media asta por un año en contra de esta podredumbre.

Tiempo de actuar

Un año es mucho tiempo, pero es todo lo que nos queda, un año que castigaremos sus ingresos con inteligencia, periodo histórico que será recordado por generaciones como la batalla libertaria mexicana.

Serán desaparecidos misteriosamente, drogados y desprestigiados por la digna demanda del pueblo. Ese que ya no soporta más. No dejemos a nuestros hijos como esclavos de estos mismos.

¡Viva el pueblo de México!

¡Vivan las tierras en propiedad de los Mexicanos!

¡Viva el todopoderoso pueblo de México!

¡Muera el mal gobierno! ¡Mueran los traidores de la patria! !Muera el engaño mediático! ¡Muera la ignorancia! ¡Muera la manipulación!

¡Viva la transparencia!

¡Viva la fuerza de la razón cultural de nuestros antepasados!

¡Viva la verdad, la paz, la justicia, el respeto y la democracia totales!

¡Vivan las y los mexicanos que peleen por lo que les pertenece!

¡Vivan aquellos que no tienen miedo a enfrentar a los políticos corruptos!

¡Viva la dignidad, el cariño y la familia mexicana!

¡Viva la lealtad a los ideales de las culturas mexicanas!

¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!

Sentimientos de la nación

Nota: No es falsa, es el deseo ferviente de un pueblo indignado y engañado. Muchos robots programados por el mismo sistema tratarán de borrarlo, ignorarlo, desdeñarlo. El sentimiento mexicano no sólo es de una persona. Por eso he querido dejar aquí mismo algunas de las proclamas individuales que hoy se recogen en este edicto del Pueblo, que es la verdadera autoridad de una democracia. EL PUEBLO SIEMPRE MANDA.

Libertad de expresión, artículos 6 y 7 de la Constitución.

Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

3 comentarios en «Proclama libertaria de los mexicanos»

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