Quizá por inexperiencia no puedes ver que en tus manos tienes una papa muy caliente. No estabas cuando se aprobó la “dizque” reforma educativa (ver presentación del libro «La dizque reforma educativa»). No supiste en su momento el rechazo que generó desde el principio y no te enteraste que ni siquiera se trata de una reforma.
Llegaste al cargo donde cobras alrededor de 150 mil pesos, ganando al día más que una quincena de los maestros a los que atacas. Al igual que tú, por ese incentivo económico, muchos se pondrían bien “locos” para defender lo indefendible. Así que no me extraña en lo más mínimo tu actitud “loca”, en una cerrazón cerebral igualita a la de tu jefe, pena ajena, peña nieto.
La “cosa” esa que llaman reforma, y si leyeras un poco a importantes analistas de la materia lo sabrías, no intenta siquiera mejorar la educación del país, que todos sabemos está por los suelos, pública o privada en general, producto del arduo trabajo de tus predecesores (entiende que aquí hablo de secretarios de educación a lo largo de medio siglo) para dejar a los pobres mexicanos en condiciones educativas deplorables (nada más mira a tu jefe; y que no me digan que el tipo finge ser tonto, hay
demasiadas evidencias de su genuina idiotez). Como paréntesis, quiero que sepas que él sigue la línea neoliberal impuesta desde mucho más arriba, empezando por su grupo impulsor en Atlacomulco y siguiendo por las mafias internacionales que imponen ese modelo; dicho de otro modo, para que me entiendas, es un títere; a él le dijeron: «ni se te ocurra renunciar, vas a hacer esto y luego esto y luego esto». Ahí sigue por esa razón. Aunque no me lo quieras creer (si leyeras más, no haría falta que yo, humildemente, te lo dijera). ¿Podrías decirme tres libros que marcaron tu vida? ¿Tres cargos públicos relevantes que ejerciste antes que ese? Obvio no.
Entiendo que quieras convencer a muchos, que los líderes sindicales no son finas personas, que durante décadas, junto con el gobierno, han negociado a su favor y no por el gremio de maestros. Pero pretender imponerse sobre quienes han sido verdaderos héroes de la educación, pese a los pésimos programas de la SEP, pese al abuso de los líderes sindicales, dignificando y sacando adelante a los niños con las paupérrimas condiciones laborales, la infraestructura tan miserable de las escuelas; son ellos dignos de reconocimiento, no de ataques, de evaluaciones pervertidas por asuntos laborales y no por calidad de la educación.
¿No conoces el modelo neoliberal que defiendes? Ese modelo dicta, en primer lugar, que el estado debe privatizar todas las empresas que están en manos del estado. Así, Salinas, se deshizo de casi mil en sólo un año. Tu jefe pretende la privatización de los energéticos, la salud, el agua, la educación (ahí entras tú para completar el plan). Los padres de familia tendrán que hacerse cargo del mantenimiento de las escuelas ¿te suena la privatización? En segundo lugar, el modelo pide la desaparición de los sindicatos ¿ves? ¿Ahora entiendes por qué te digo que deberías leer más?
El modelo perverso del neoliberalismo ha jodido a millones en el mundo y enriqueciendo a muy pocos salvajemente y en poco menos de tres décadas. Observa cómo está el mundo por culpa de la adopción de la escuela económica de Chicago, dejando que los mercados se comporten en una ley de la selva. ¿Allá quieres llevar a la educación de nuestro país? ¿A dejar que unos cuantos –los que tienen dinero– reciban educación de calidad mientras los más jodidos seguirán hundiéndose sin remedio? Eso es estar a favor de la esclavitud, Aurelio. Piensa bien qué le vas a responder a tus hijos cuando te pregunten.
¿Hay maestros latosos? Los verdaderamente malos, los grillos, los malditos maestros, son en realidad muy pocos. La enorme mayoría son personas humildes (fruto de la miserable economía que el gobierno de tu jefe y sus predecesores han causado), pero luchones, gente buena, haciendo milagros por sus niños. No pretendas solucionar todo con las leyes, imponiendo ferozmente una reforma que los va a matar, distrayéndoles de sus tareas principales como atender bien a los niños, para preocuparse por quién va a pintar las bardas de la escuela o arreglar las llaves del baño. Una reforma que les privará de los privilegios laborales acumulados por años de esfuerzo. Cierto que heredar plazas, venderlas, acumularlas es pervertido, esos que lo hacen son a quienes debes perseguir, no te laves las manos de esa tarea; eso sí deberías hacerlo ya y no tratar de empujar como supositorio las evaluaciones. Hay mil formas de evaluar, si hubieses sido maestro, lo sabrías. Se conoce tanto a un alumno que ya se saben sus aciertos y deficiencias. Tú ni siquiera conoces a los maestros; lo digo porque todo lo que dices denota tu ignorancia al respecto.
Le decía una comediante a tu presidente: ¿Están preparados para la educación que la población está experimentando a través de la red, el internet, los vídeos educativos? Ver vídeo aquí. La imagen que tiene el gobierno al que perteneces muestra las enormes deficiencias de los políticos, ahora vistas con una crítica enorme de gente que se está preparando más que ustedes. No sigas con la represión de las voces críticas, recuerda el costo enorme que tuvo la desaparición de 43 estudiantes de una escuela normal rural; imagínate lo que puede pasar en miles de escuelas alrededor del país si siguen en esa actitud. Es una papa muy caliente.
Nadie de los de abajo queremos su modelo neoliberal porque es muy injusto, ni queremos la dictadura, ni la democracia representativa que no representa a los de abajo. Se clama por todo el orbe la participación. También podrías optar por ser conciliador de todos los intereses ciudadanos, permitiendo que ellos decidan cuál es el mejor modelo educativo para sus hijos. Tristemente, sé que eso no va a pasar con ustedes, pero ya no te canses, echaremos abajo tu reforma. No te quepa la menor duda. No desgastes tu imagen, la de tu gobierno, la fuerza de tus policías, que el país ya está harto de las imposiciones neoliberales. A menos que tu meta sea provocar la revolución, desiste de esas actitudes de una vez.
Joe Barcala, Mtro.
Profesor por 20 años en escuelas y universidades en el país. Escritor, activista e impulsor de la lectura.
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Pero ojala la lea y sobretodo la analize y la comprenda ,ya que en base a su «respuesta «es como va actuar la poblacion ,que ya esta cansada que solo unos cuantos salgan favorecidos y al pueblo que se lo lleve la tristeza !!!
tristemente el sitema les conviene privatizar la educacion y asi tenernos en la ignorancia con el salario minimo no nos alcansaria pagar una escuela para nuestros hijos