No crean que el “terror” es sólo porque a nuestros hijos les muestren, el día de mañana, cualquier cantidad de temas controvertidos, no sólo el sexual, y en particular del asunto en boga: el homosexual, sino de muchos otros como delincuencia, desobediencia a los padres, bullying, alimentación insana, etc., (que ya lo hacen). Ojalá no juzguen tan rápido y lean todo el artículo. Al final, si gustan, dejen sus comentarios y debatamos responsablemente.
Con la reciente “explosión” del tema en México, debido a la iniciativa del presidente (siguiendo el movimiento internacional de derechos humanos, obligado por los convenios firmados) enviada al Congreso para dar espacio en todo el país al matrimonio igualitario y las marchas a favor y en contra de este fin de semana, escribí otro artículo que te recomiendo, denominado Iglesia Católica, detrás del ataque a los matrimonios igualitarios; he leído infinidad de opiniones que denotan terror al tema en muchas personas, especialmente en lo relacionado a la educación que se impartirá en las escuelas a nuestros hijos. Tema nada sencillo, por ello te ruego leas todo lo que voy a sugerir y te detengas a reflexionar sobre ello.
Los temores tienen claro fundamento. En diferentes partes del mundo se ha exigido a los padres de familia que lleven a sus hijos a la educación sexual obligatoria del estado. Aquí la primera revisión que debes hacer:
- En el artículo “35 condenados en Alemania por negarse a llevar a sus hijos a clase de educación sexual estatal” habla principalmente de una madre que tuvo que llevar a juicio en instancias europeas (por encima de Alemania) porque la educación que se imparte en las escuelas al respecto de la sexualidad contraviene su ideología y religión. Algunos padres de familia pagan multas y otros han ido a la cárcel.
- En este vídeo publicado en Youtube, titulado “Padre encarcelado en EEUU por pedir que no se adoctrine a su hijo en la homosexualidad” se entrevista a una pareja que en el estado de Massachusetts, EUA; el padre deseaba impedir que en la escuela se le enseñara a su hijo de 5 años la educación sexual y particularmente el respeto o convivencia natural con las parejas homosexuales.
Dejar la educación en manos del Estado es un riesgo, porque terminarían enseñando a nuestros hijos cualquier aberración que se les ocurra: ser soldados dóciles del sistema político, cumplir con un servicio militar o social obligatorio por el tiempo que ellos determinen, obligar a los padres a tomar cursos y cantar el himno, permitir el uso de pornografía en clase, etc. No lo dude. El Estado es la antítesis del rey midas. Todo lo que toca lo hace caca.
Desde hace un tiempo publiqué este vídeo sobre la ideologización en las escuelas por parte del Estado, pero tampoco estoy de acuerdo que las empresas privadas o los padres de familia se adueñen de ellas. Mucho menos las iglesias (y así funcionan muchas escuelas privadas del país y el mundo, en manos de curas, monjas, religiosos o laicos aferrados –muchos, no todos- a ciertas ideas fundamentalistas de la religión). Preferiría que rediseñáramos el modelo educativo más acorde a un futuro donde el conocimiento es amplio, libre, sin ideologizaciones morales, propositivo, progresista.
Quienes hoy pelean por discriminar a los homosexuales, disfrazando sus movimientos como “defensores de la familia” tampoco son blancas palomas (literal porque son respaldados por las iglesias que día a día pierden feligresía –y qué bueno–). La Iglesia Católica no tiene un buen historial, no tiene la reputación suficiente para hablar del tema y por eso se escuda en asociaciones supuestamente civiles para remarcar lo “pecaminoso” de la homosexualidad. Como lo escribí en el otro artículo mencionado arriba, de eso piden sus limosnas. Mientras más pecados cometa la sociedad, más dinero recaudan en las canastas dominicales. De eso viven, de estrechar la moralidad para regir más la vida de las personas. Son iguales al estado. Dominar a la población. Escandalizarse por algunos casos de abuso por imposición es típico de las iglesias.
El engaño y la manipulación son herramientas muy poderosas de grandes corporaciones tanto económicas (trasnacionales o nacionales), como políticas y religiosas. Mi personal interés está en empoderar a la población en general para que lea, obtenga información, se documente, valore los estudios de rigor científico y no se deje engañar.
Los padres de familia tienen el derecho natural de educar a sus hijos, pero no con una mente cerrada en cuanto a la homosexualidad y a muchos otros temas como la misma religión, sino más bien informada: tienen derecho igual que todos a vivir conforme a sus preferencias, no debemos discriminar en lo absoluto a nadie, ni étnica, ni por condición física o preferencia sexual, o cultural. Que no les impongan una religión, sino explicando las diferentes manifestaciones de relacionarse con una divinidad. Eso es respetar también a sus hijos para que tomen decisiones más conscientemente. |
Porque no tiene nada de malo la homosexualidad, no obstante, tampoco se trata de imponerla obligatoriamente; pero OJO, tampoco la heterosexualidad. En ese mismo orden de ideas, no tiene nada de malo ser musulmán, pero no debe ser obligatorio, lo mismo que ser católico. Se debe educar con amplitud, mostrando bondades y desventajas de cada uno. El alumno puede, y debe garantizarse su derecho a, elegir libremente y bien informado, no con una tendencia religiosa o de estado.
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