Si los precios del petróleo estuvieron «por las nubes» en los 12 años del panismo en México, y se desplomaron en el 2014, se podría culpar aún más a Peña Nieto del alza de las gasolinas. En resumen, el panismo debía venderla cara y este sexenio debería estar muy barata, según los indicadores de los precios del barril de petróleo a nivel internacional.
En ese supuesto, deberíamos estar agradecidos de que en el panismo de 12 años no subieron las gasolinas tan «salvajemente» como lo hizo el petróleo. Pero no es así. Desde 2006, cada mes aumentó el precio de la gasolina, generando una primera duplicación del precio, pasando de 6 a 12 pesos (números redondos) al finalizar el sexenio de Calderón. Así que la gasolina sí subió y todo indicaría que fue acorde con los precios internacionales del petróleo que subieron mucho también.
¿Dónde surge el problema?
El problema es la refinería y la carga fiscal. Durante muchos sexenios, los gobernantes ladrones de nuestro país han sobrecargado a la gasolina y otros energéticos de impuestos. Hoy, por cada litro que pagamos, la mitad es impuesto que ingresa a la Secretaría de Hacienda. Si no les alcanza es por que se lo roban descaradamente.
Calderón prometió construir 5 refinerías en el debate televisivo y sólo construyó una; hoy sólo refinamos en México el 37% de la capacidad de nuestras refinerías. Ese descuido administrativo obedece a la corrupción que impera en el gobierno. En realidad se están vendiendo a las disposiciones de grandes corporaciones y sometiendo la voluntad popular a las decisiones de los gobiernos estadounidenses.
Aceptan dádivas a cambio de permitir legislaciones a favor de los inversionistas extranjeros, lo que se llama literalmente traición a la patria. Y no les exagero.
La mala costumbre de los gazolinazos
Fox tuvo también la posibilidad de incrementar la inversión, pero no hizo nada al respecto. Y Peña, descaradamente, ha facilitado a amigos y extranjeros el usufructo de nuestros recursos naturales con su reforma en materia energética. Bajarían la luz y el gas -prometió Peña- y también aseguró que ya no habría más gasolinazos. Otra mentira, porque en los últimos seis meses llevamos tres y muy fuertes.
Eso es lo que hoy tiene indignada a la ciudadanía. Es puro atole con el dedo. Y es por eso que en 30 de los 32 estados durante este aún breve 2017, se llevaran a cabo plantones, toma de oficinas gubernamentales, de hacienda, de estaciones de gasolina, de casetas de peaje (que subió el 5% previo a la temporada de vacaciones), creando boycott en tiendas de autoservicio, gaseras (con reciente aumento también), oficinas de CFE o en subestaciones eléctricas (que también subirán su precio en este inicio catastrófico de año).
Bajarían la luz y el gas -prometió Peña- y también aseguró que ya no habría más gasolinazos. Share on XSi ya era obvio que Peña Nieto era un inepto para administrar México, hoy que el país está de cabeza, a unos pasos de un drama para millones de mexicanos en EUA por la llegada de Donald Trump, a unos meses de la salida de Carstens del Banco de México, ya confirma lo que dije antes: aún falta lo peor de este sexenio.
Ilógicos sus argumentos
Si el petróleo a nivel internacional está muy bajo ¿por qué sube la gasolina? Además de las pésimas decisiones de los panistas (cuasi priístas), está el corrupto por excelencia, un perverso personaje que tuvo conflicto de interés con su casa blanca y las otras quince de su gabinete, uno que piensa que la corrupción es cultural y que las verdades históricas se pueden alterar a conveniencia.
Este es el año de Carranza para los políticos: róbele porque el de Hidalgo no alcanza. Los mexicanos estamos esperanzados en que esta lastimera crisis provoque la caída de Peña Nieto de una vez por todas; les aseguro, como lo he hecho en diversas ocasiones, que es más malo conservarlo que mandarlo a la cárcel de una vez; eso, en defensa de lo que muchos opinan de que más vale malo por conocido. Este no es el caso.
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