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El insaciable gobierno de México, a través de los años, ha ampliado su voracidad de forma descarada e insensible para la productividad de la nación y contra los bienes de los particulares. Lejos están los años en que el IVA se mantuvo en 10% por décadas. Hoy pagamos en cada intercambio económico el 16% del precio de cada producto al estado, o sea, impuestos. No conforme con ello, hay un impuesto insufrible para calcular llamado ISR o impuesto sobre la renta de aproximadamente 30% que es lo que debemos contribuir sobre las ganancias de cualquier empresa o persona que vende algo.

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ganancias

Con el presupuesto que se obtiene de esos impuestos construimos carreteras, pero pagamos por usarlas, lo cual es un doble pago, porque las carreteras y los puentes son nuestros. Si es una cuota para el mantenimiento, es ridícula, porque los ingresos carreteros son altísimos; con lo que se paga en un año en cada carretera, podemos construir otra.

Impuestos más de la cuenta

No conformes con esa abusiva situación, México se endeuda un fobaproa cada año en este sexenio, eso son más de 2 mil millones de pesos diarios. Si somos, además, un país petrolero, deberíamos estar en mejores condiciones económicas, pero al contrario, al gobierno no le alcanza todo lo anterior y debe echar mano de la venta de hidrocarburos. Y peor aún, cada litro de gasolina que compramos, le ingresa en impuestos, la mitad a la Secretaría de Hacienda. Lo mismo pasa con cigarros y otros productos que los legisladores consideran de lujo, como los licores.

convencionesSiguiendo con la descarada voracidad, el gobierno construye con dinero público edificios como los centros de convenciones y sus plazas adjuntas de donde toma todos los ingresos por las rentas de esos inmuebles. Teatros, museos, aeropuertos y más que son edificados con los ingresos de los contribuyentes pero administrados por los gobiernos, adquiriendo importantes ganancias para la ya inflada cartera del estado.

Los estados cobran sus propios impuestos

Sigamos sumando, porque los estados y municipios vuelven a cobrar, para dar los servicios que se les otorgan a los ciudadanos, como agua, luz, drenaje, basura y más, para cada uno de los cuales hay más cuotas que los mexicanos debemos pagar. Permisos para construir, pago del predial, tenencias, licencias, cuotas y multas, concesiones de radio y televisión, aduanas, uso del espacio aéreo, publicidad en espectaculares o espacios públicos, etc. Eso nos pasa por permitir que el gobierno sea tan ambicioso y no alcemos la voz para detenerlo.

Lo más indignante de todo esto es que el estado está concesionando a extranjeros la extracción de la riqueza mineral de nuestro país, permitiendo la deforestación e incluso promoviendo la explotación del gas natural por medio del fracking, que contamina severamente el agua y produce infertilidad en las tierras cercanas. Con tantas ganancias, nuestro país podría tener otras condiciones sociales, un índice de calidad de vida mucho más alto. Pero son bastante ineficientes en la administración de los recursos.

ilicito, impuestosCorrupción

Desde luego, aquí entra otro tema: la dramática corrupción, que lleva a los estados a endeudarse, pasando las letras de pago a sus ciudadanos, permitiéndose el enriquecimiento ilícito de gran cantidad de funcionarios públicos, líderes sindicales, grandes magnates que evaden impuestos, medios masivos que ocultan estas verdades a cambio de dinero, etc.

Cuando vemos esta situación y observamos los salarios de los políticos, los presupuestos a los partidos políticos, el despilfarro en el costo de las obras que se inflan para permitir a los funcionarios guardar para ellos la mitad y dejando construcciones que en poco tiempo deben rehacerse o repararse debido a la mala calidad de los materiales que usan; cuando vemos que cada funcionario termina sus gestiones con tres o cuatro propiedades, por decir lo menos, que luego rentan al mismo gobierno a precios altos para oficinas y dependencias, da más miedo que alegría. Cada hospital o escuela, cada puente o avión que se compra para la nación, enriquece a los servidores públicos y empobrece a la población. Ese es el costo de la corrupción que siempre, invariablemente, deberemos pagar los ciudadanos tarde o temprano.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos para cuidar el tesoro nacional no termina en una elección, exige de nosotros, como dueños de la casa, una atención mayor, una vigilancia extrema, para no dejar que nuestros empleados, los gobernantes, se roben el dinero, la herencia que dejaremos a nuestros hijos.

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Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

2 comentarios en «Impuestos abusivos en México (Vídeo)»
  1. […] que es lo que debemos contribuir sobre las ganancias de cualquier empresa o persona que vende algo. Ver vídeo o continuar lectura aquí… (Reenviamos por bloqueo en […]

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