Comparte:

Una respuesta directa a una pregunta específica no es tan sencilla. Decir «sí» es igualmente discutible que decir «no».

Los sacerdotes de la Iglesia suelen defender el celibato (permanecer sin sexo toda su vida) por obligación legislativa. No les está permitido poner en duda las enseñanzas de su «alma mater»; así, tampoco se les permite denunciar a sus colegas sacerdotes aún cuando sus víctimas sean niños, está el riesgo de excomunión.

¿Cuál es el valor del celibato?

Hay quienes están verdaderamente convencidos de las «bondades» del celibato. No se trata sólo de esconder la historia aberrante de papas que fueron libertinos en el milenio anterior: tenían varias mujeres, hijos, amantes, cónclaves homosexuales y muchas locuras por el estilo.

En 2013, una escandalosa publicación conocida como Vatileaks, dio a conocer las prácticas de la curia romana para contratar prostitución en presentaciones variadas tanto hetero como homosexuales.

El celibato, para muchos, hay que decirlo, es una ofrenda. Una forma de negar al cuerpo para ofrecer su vida a la contemplación, la oración y ser un sacrificio vivo hacia la divinidad. Algunos piensan que alejarse de lo material es estar más cerca de lo espiritual.

Las ovejas descarriadas

La frase «estar a dieta no te impide ver el menú», sin embargo, acarrea tentaciones para muchos otros. Su cuerpo resultó más fuerte que su espíritu. ¿Y cómo no? Resulta que mientras más quieren esconderse en el clóset, más evidencian su condición. Sus actos y conciencia les traicionan. Más lo niegas, más parece.

Marcial Maciel y Juan Pablo II

Al estilo de Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo, toda la estructura de la Iglesia es represiva, obligada al silencio, evitando a toda costa que se traten temas tabús, silenciando a los opositores como en la inquisición. No se pueden permitir el lujo de hablar.

No hay nada más valioso que el voto de silencio, porque está claro que el de obediencia se lo pasan por el arco del triunfo y el otro, el voto del que precisamente estamos hablando, el de castidad, pues… ¿qué decirles?

¿Cuáles serían los beneficios de derogar el celibato?

Si terminan con el celibato, podrían acabar también con un problema: la pederastia. Sin embargo, el Obispo de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, dice que «esta clase de delitos lo comenten también padres, tíos y maestros por igual» (Milenio) y, por tanto, terminar el celibato no garantiza que se se acabe la pederastia.

El obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, explicó que «evidentemente, uno de los aspectos de la formación sacerdotal que se toman durante todos los años del proceso formativo es la maduración humana en vista a una consagración y al celibato. Es un tema importante dentro del proceso formativo«. (Cooperativa.cl)

Si los sacerdotes tuvieran pareja legal, sus instintos estarían satisfechos y no sería tan común escuchar casos escandalosos. Si el proceso formativo tiene como meta la maduración humana del consagrado, como dice el Obispo de Santiago, los sacerdotes no serían tan inmaduros en estos temas; suelen estar muy reprimidos y estos temas les causan escozor.

El cuerpo sobre la inteligencia

El cuerpo humano, a través de su cerebro, juega con idealizaciones gracias a la imaginación. Prueba de ello es la creencia religiosa, el delicioso invento del alma y asegurar que existen los fantasmas. No existiría la masturbación.

Así, los seres humanos, en realidad son cuerpos con un cerebro inteligente y no al revés. El cuerpo reprime al cerebro y no al revés. Si nos sentimos mal físicamente, podemos observar cómo disminuye nuestra actividad cerebral o lo obliga a enfocarse casi exclusivamente a resolver la crisis de la enfermedad.

Eso de que el cerebro puede hacerse a la idea de que «todo está bien», «eres grande», «tú puedes», son también falacias, sueños de personajes con buena imaginación, pero nada más.

Reprimir el sexo

Así que, reprimir el sexo, nunca será una buena idea y por ello, hasta el matrimonio como concepto integrador de una fidelidad, resulta perjudicial. No quiere decir que sea imposible. Habrá quienes resistan eso y mucho más. Quiere decir que no todos los cuerpos y sus mentes están estructurados para reprimir con fidelidad el deseo que produce «ver el menú» de la vecina.

¿Suena revolucionario? Es porque la Iglesia, sin ciencia, ha pretendido dictar por siglos lo que según ellos es correcto o bueno. Sólo su forma de pensar es oficial, las demás son clandestinas y perniciosas, malas, pecaminosas, tentaciones demoníacas…

Ahora podemos discutirlo

Si no se ha cuestionado esto, empecemos la discusión, pero sin iglesia. Con razones y argumentos, con ciencia. Deje que la Iglesia se ahogue en su cloaca y vayamos formando una humanidad más real, responsable, crítica, propositiva.

Por la parte de la Iglesia, los sacerdotes que abusen de niños deben ser enjuiciados, al igual que los Obispos, Arzobispos, Cardenales o Papas que los encubran. Si quieren seguir creyendo que el celibato es una barrera de contención para eso, pese a todas las pruebas que hay en contra, no harán otra cosa que mantener una tradición de conductas sexuales prohibidas y escondidas en el confesionario.

Si esto lo lee un cura, me daré el gusto de decirle, como decía el cantautor argentino, Alberto Cortéz, recién fallecido: «Qué suerte he tenido de nacer«, porque pude conocer el sexo y su ideal complemento el amor.

Aprovecha mientras se puede…

Ingresa aquí para descargarla gratis

Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *