Detenido el 27 de junio de 2014, el Dr. José Manuel Mireles Valverde, fue acusado de varios delitos que al final sólo quedaba uno: posesión de armas. Todos nos preguntamos siempre: ¿se puso en contra de los criminales más peligros, esos que ni el ejército quería enfrentar y no le daban permiso de portar un arma? Esta es la historia de la libertad de Mireles.
Todos sabemos la verdad: el gobierno (des-gobierno) de Enrique Peña Nieto quería apagar su lucha. Las auto-defensas eran legítimas, el pueblo las apoyaba, era lógico que ante el crecimiento de las fuerzas criminales y la inacción de los gobernantes, los ciudadanos se defendieran. El doctor Mireles dejó su profesión de médico y salió en defensa de su comunidad.
Elocuente, bien informado, evidentemente noble, valiente y paciente con su gente, el doctor Mireles tuvo a bien encabezar un movimiento que liberó a Michoacán, su herida tierra, de bandas criminales de alto calado. Un 80% de su territorio fue controlado por las auto-defensas y liberado de los más enquistados mafiosos que se adueñaron de casas, ranchos, rutas o caminos y le quitaron la paz a los ciudadanos.
Pese a su libertad, el Dr. Mireles sigue siendo un preso político del sistema. Share on XAterrado, el gobierno envió a Alfredo Castillo, un político de muy poca monta, pero empoderado, capaz de echar a perder todo el trabajo social de las auto-defensas. No pudo encontrar a la niña Paulette en el Estado de México, cuando también su jefe EPN era gober-ladrón, tampoco podían frenar el avance de la delincuencia, pero sí iban a tirar todo el avance de los buenos. Era por esta razón sabido, quien hacía los trabajos sucios del ya presidente de México.
Castillo «legalizó» a las auto-defensas que aceptaran volverse parte de la policía comunitaria, dividiendo al movimiento de los ciudadanos. Amenazó a los demás a que depusieran las armas. Hoy, el crimen ha vuelto a Michoacán y seguramente pasa cuota a su jefe Peña Nieto.
Metieron a la cárcel a más de 250 auto-defensas, entre ellos al Dr. Mireles y han hecho que la justicia no llegue a ellos. Para nadie es nuevo este modus operandi del gobierno. Si de hecho durante estos tres años, más de 500 presos políticos, entre activistas y líderes sociales.
El vídeo con el juez de Mireles
Gracias al vídeo que retumbó en las redes sociales, donde el abogado y los familiares del Dr. Mireles le reclaman al juez que se defiende diciendo «no tengo tiempo», se vieron obligados a atender el caso y el gobierno pretendía aprovechar la oportunidad de obtener la libertad de Mireles porque van perdiendo las elecciones y ni la detención de Yarrington, ni la de Javier Duarte, ni el envío de militares a Puebla para atender «su negocio» de los huachicoleros, les resultó favorable.
Aquí está el vídeo donde el juez dice que no tenía tiempo, prueba de que sólo hasta que se evidencia el manejo a modo de la justicia en México, reaccionan. Durante tres años se dieron largas a este caso. Ni el arduo trabajo de activistas y medios permitió su liberación.
Hoy que está libre, en realidad, sigue prisionero, pues el juicio no ha terminado y debe permanecer en Nayarit y firmar semanalmente si no quiere perder su libertad condicional. Queda claro que quieren tenerlo controlado para que no pueda convocar a la unidad nacional en contra del malparido sistema político que tenemos.