La industria que produce el plástico lo ha hecho desde los años 50 y sólo reciclamos el 9% de esos desechos. Lo más triste de todo es que cada pieza de plástico tardará 450 años en desintegrarse o bio degradarse.
Por más esfuerzos que se realizan para reciclarlo, el 60% de todo el plástico producido hasta ahora, sigue en el planeta en forma de basura y contaminación.
Para colmo de males, su producción genera gases invernadero, entre ellos el dióxido de carbono, que es responsable del 53% del nivel de calentamiento global. Es resultado de procesos como el empleo de combustibles, la deforestación o la producción de cementos y otros bienes. Su permanencia en la atmósfera varía, pero es muy alta en cualquier caso: el 80 % dura hasta 200 años y el 20% restante puede tardar hasta 30.000 años en desaparecer.
Ese es uno de los principales motivos por los que debemos parar el reciclaje, favoreciendo mejor la reducción de producción de este tipo de materiales tan dañinos para el medio ambiente del planeta, nuestra casa.
Es difícil terminar con el problema porque el reciclaje se ha convertido en una industria millonaria que no quiere dejar sus jugosos ingresos en beneficio de nuestra salud y la Tierra.
No es suficiente con poner la basura en los botes, ni dividirla en orgánica e inorgánica significa que en realidad se vaya a reciclar. Necesitamos realizar un serio esfuerzo de todos para evitar su consumo.
Más de la mitad de los productos que se consumen dejan un serio rastro de basura que requiere reciclaje. Los productos que deberían reciclarse, por su parte, no alcanzan a reciclarse ni el 50%.
El mundo se está llenando de basura, el mar tiene islas enteras de desechos plásticos flotando, al menos tres son del tamaño de España. El reciclaje no es la solución. Debemos reducir el consumo, pues, si no se compra, no será necesario reciclarlo. Urge hacer conciencia.