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La muerte en la literatura

Soy de los que califican a la literatura como un reflejo de la vida y no hay nada más unido a la vida que la muerte, un tema sin duda apasionante y que literalmente se lleva la-muerte la vida; un elemento curiosamente perenne, atemporal, eterno y transfronterizo.

Anabel Sáiz incluso muestra una lista (limitada) de los temas relacionados a la muerte en la literatura: “Suicidio, Aceptación de la muerte, Asesinato, Muerte por amor, Muerte como el fin natural, Muerte patriótica, Muerte trágica y accidental (destino), Muerte como motivo religioso, Lamentaciones, Desengaño, Huida de la muerte, Personificación, Inmortalidad, Motivo de sátira y burla, Vida de ultratumba, Muerte de los animales, Mejor morir que ser esclavo“. Le faltaron opciones como el sacrificio por los demás, la agonía, la reencarnación, etc.

Romanticismo

Para los románticos, la vida es melancolía, es sacrificio; y, por tanto, la muerte resulta un alivio, una meta esperada con ansiedad. Los realistas la describen con objetividad, como aspecto inevitable de la vida. Los naturalistas como un aspecto biológico de nuestra maquinaria. Casi inevitablemente nos topamos con la muerte en cualquier historia literaria.

Por ello, también se ha vuelto una especialidad para los críticos y analistas que nadan en las entrañas de las letras tratando de desenmarañar el mensaje que la cubre: sus aspectos psicológicos, sus repercusiones en el devenir de los que quedan vivos, incluso con visiones optimistas o esperanzadores de una vida posterior a la muerte.

Literatura de la muerte

literatura de la muerte

Ninguna literatura en la historia se libra de historias sobre la muerte. Desde El poema de Gilgamesh(2000 a.n.e. -antes de nuestra era-) que referencia a la muerte como un paso a la inmortalidad.

Pero, sin duda alguna, la literatura hebrea –Biblia-, tiene a la muerte desde sus primeras páginas hasta convertirla en el punto central de la salvación eterna con el sacrificio primero de animales y luego del Cordero humano; y para rematar, el Apocalipsis.

La encontramos también en El libro de los muertos (50 a.n.e.) de Egipto, en la Odisea de los griegos, en Las mil y una noches (S. IX) de oriente medio. Y Dante nos da un paseo por el infierno en La divina comedia (1555), y que es considerado por muchos un tratado de la muerte, especialmente en como consecuencia del comportamiento en la vida de los humanos. Shakespeare estaba obsesionado con la muerte, y sus tragedias siempre están marcadas por la muerte, como el caso de Romeo y Julieta (1597), quienes juegan al peligroso arte de hacerse los muertos para terminar muriendo por el ser amado.

Es una tragedia de tres días y cuatro muertos (Mercucio, Teobaldo, Julieta y Romeo). hamlet de william shalesperaeHamlet (1603) también es una tragedia que revive al difunto rey Hamlet, quien se aparece a su hijo para revelar que fue asesinado por Claudio, nuevo rey y hermano del anterior. Todos los protagonistas mueren al final.

La literatura detectivesca gira en torno a la muerte, desde Sherlock Holmes (Arthur Conan Doyle, 1887), hasta el detective Hércules Poirot (Agata Christie, 1890-1976) en diversas obras de la autora.

Pero sin duda alguna, un cuentista pasa a la historia como uno de los más representativos de la literatura de la muerte es Edgar Allan Poe (1809-1849) quien logró para la posteridad una simbología del terror y el miedo, con el manejo excepcional de lo sombrío, lo intrigante; su necrofilia puede observarse en casi todos sus personajes.

Terror en América

literatura de la muerteEn la literatura americana nos podemos quedar impactados por las obras de Stephen King (1947-), otro maestro del terror.

Y de lo normal a lo paranormal, porque primero hallamos los relatos realistas de las guerras, de la muerte como sacrificio, de la inutilidad de haberse confrontado porque las cosas siguieron igual o empeoraron y la colecta de muertos era caudalosa, como la infinidad de novelas que recogieron experiencias de las dos grandes guerras mundiales, o los genocidios en África (Wole Soyinka, 1934-). Y pasar de ahí a Los versos satánicosdel autor británico Salman Rushdie (1947-).

murió la muerteYo no me libré de ello. Mi primera novela se llama Murió la Muerte (2004). En la novela La Cofradía (2013) el protagonista lee una novela sobre un magnicidio y su padre que murió años antes ahora le quita el sueño. Uno de sus amigos muere también.

En El sacerdote ateo (2014) muere doña Gilda y hay un homicido, Nemesio puede predecir la muerte, y termina con la muerte de uno de los sacerdotes.

Y nos hemos saltado muchos, como el conde Drácula (1897) de Bram Stocker y cientos de secuelas, o el homicidio en Crimen y Castigo (1866) de Dostoievsky, la Crónica de una muerte anunciada(1981) de Gabo, El extranjero de Camus, El Matadero (1838) de Esteban Echeverría… la lista es infinita.

Conclusión

Por ello, en conclusión, la muerte forma parte de esa vida que es la literatura; son las manifestaciones de nuestra historia, nuestra lucha por la supervivencia, la continuidad de los ideales en los herederos, como nuestra voluntad de trascender a la muerte. ¡Qué gloriosa forma de trascender en la literatura!

Publicado originalmente en La Jungla de Mariano

literatura de la muerte

Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

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