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La democracia implica la participación ciudadana en la toma de decisiones en un país; sin embargo, en demasiadas naciones, pero sólo existe en el nombre, pues se han creado falsas percepciones en sustitución de ella. Si usted cree vivir bajo un gobierno demócrata, le invito a cotejar la siguiente lista, para saber si realmente su país tiene como forma de gobierno una democracia.

Los signos de su ausencia

democraciaLa muerte de periodistas

La libertad de expresión es un signo de la existencia de un gobierno democrático. Cuando en el país han muerto muchos periodistas por ejercer su tarea informativa, se entiende que hay grupos criminales ejerciendo el gobierno, controlando lo que se dice o calla. Ahí no manda el pueblo, sino los criminales. Es un signo claro de ausencia de democracia.

Fraudes electorales

Si uno de los contendientes, generalmente el partido político al que pertenece el grupo gobernante, sólo puede permanecer en el poder por medio de fraude, es porque no desea respetar la voluntad ciudadana, no quiere democracia sino dictadura.

Polarización de ideas

Quienes no desean permitir el crecimiento de la oposición, suelen extrapolar ideas, tachando a los opositores de enemigos de «su falsedad democrática», se les considera peligrosos. Una verdadera democracia es incluyente, respeta y da espacio a la diversidad de opiniones y todas las partes se sienten representadas, la ley o leyes están ahí para defender los derechos de igualdad. En las dictaduras se polariza el discurso para «hacer menos» a los contrarios.

La oposición también extrema su discurso ante los ataques y las aberraciones del sistema político que usa una aplanadora para acallar las voces diferentes.

Injusticia

Cuando las leyes fueron creadas para favorecer a ciertos grupos y controlar a otros, la democracia desaparece. El pueblo queda indefenso ante los crímenes y abusos de autoridad. Si la sociedad no tiene forma de alterar este tipo de aberraciones sociales por temor a ser castigados poniendo en duda los sistemas de justicia, si los jueces pueden ser comprados por quienes tienen mayores posibilidades económicas, si la competencia económica es dispar o si sólo unos cuantos tienen impunidad asegurada, no hay democracia.

Noticias a modo

Los medios de comunicación debieran presentar, en primer lugar, las noticias que afectan a mayor número de personas, sean o no de su agrado. Cuando los medios dan preferencia a la opinión oficial, a las cifras públicas de un acontecimiento, a las tareas de los funcionarios sobre el tema, la participación de la policía, del ejército, de los mandos oficiales, en lugar de conocer el punto de vista de los afectados, de grupos ciudadanos involucrados en el rescate de víctimas, en sondeos sobre los testigos de un hecho, entonces se está lejos de una democracia.

No sentirse representado

Cualquier persona que viva en un país puede preguntarse si el gobierno que tiene satisface las necesidades de justicia, seguridad, equidad, respeto por su forma de pensar, se siente escuchado, la mayor parte de la realidad social está hecho al gusto, se siente libre, tiene solucionadas sus necesidades de salud, educación y otros servicios (sean o no proporcionados por el gobierno), hay competencia económica justa, equilibrada y está plenamente satisfecho porque quienes gobiernan les escuchan y toman en cuenta sus opiniones; si no es así, no tiene democracia.

Criminalidad rampante

Los países donde los criminales tienen vía libre porque la clase política les facilita las vías para prosperar (más a ellos que a los propios ciudadanos), ese país, desde luego, no vive democráticamente. Sólo políticos y criminales en una corrupta simbiosis, son propietarios de la tierra y no el pueblo.

Signos de democracia

Burocracia inteligente

Donde gobierna el pueblo, los empleados de gobierno son, en promedio, conocedores de la realidad nacional. No son máquinas que responden si/no ante preguntas de una computadora, sino que saben adecuar a cada caso la aplicación de los reglamentos, con inteligencia (no artificial). En países cuyo orden administrativo es generalizado, no se requiere un aparato gubernamental amplio, ni infinidad de leyes para cubrir los vacíos de la inteligencia burocrática.

Monopolización prohibida

En un país con democracia, se trata de dar espacio de competencia entre las empresas, minando siempre la posibilidad de actuar para los que desean ser monopolizadores (una empresa que acapara todo el mercado de un producto). El equilibrio es la función del gobierno, regulando a aquellos que insisten en ser únicos frente a los demás ciudadanos, pues hay derechos de equidad y son para todos por obvias razones.

Espacios de expresión ciudadana

Si el pueblo es el que manda en una democracia15, es inconcebible en ella que las leyes aprobadas no hayan pasado antes por el escrutinio social amplio, tomando en cuenta todas las voces, considerando incluso a las minorías. Los gobiernos del pueblo cuentan con foros de expresión, debates públicos, discusiones amplias entre sectores de gobierno y privados, asociaciones, empresarios, industriales, trabajadores, creencias, etc.

Cultura

Cuando una sociedad se siente libre, expresa sus ideas, tradiciones, costumbres a través de actividades culturales que no sobreviven, sino que renacen diariamente; las expresiones culturales son prueba inequívoca de una democracia17, en ella se manifiestan la literatura, la danza, el teatro, la música, como parte de la vitalidad, como muestra de que una población «habla», manifiesta con orgullo su identidad que se respeta, se valora, se promueve. No depende, por ello, de un presupuesto gubernamental.

Desarrollo

La sociedad en su conjunto crece y se desarrolla dentro de una democracia18. Las facilidades para intercambios comerciales parte también de la difusión del conocimiento y el acercamiento a nuevas tecnologías de las que toda la población suele beneficiarse. El reparto de la riqueza es efectivo, pues tanto crecen los capitales privados como sus trabajadores quienes puede acceder a mejores conocimientos a través de la capacitación y por tanto, elevar su calidad de vida también.

Representatividad

Si en tu país se puede destituir a un funcionario público por no acatar las demandas ciudadanas, por llegar al poder y no escuchar al pueblo, estás siendo representado, mas no gobiernas. Ellos no deben tener una representatividad de la que se valen para hacer su propia voluntad, sino para efectivamente representar a la ciudadanía. Se conoce como democracia20 participativa, en donde el pueblo no pierde sus derechos al votar, sino que los ejerce siempre.

Legalidad

La ley es un instrumento que debe facilitar la tarea de determinar quién es «la madre del niño», como en la decisión bíblica del rey Salomón -el sabio- ante el dilema de un niño con dos madres. El Rey dijo: «que dividan al niño en dos partes iguales para que ambas madres se queden con una parte». De ese modo, con la ley, no necesitamos a un magistrado para dirimir responsabilidades.

Cuando la ley no facilita la aplicación de la justicia, sino que propaga la corrupción y la mayoría de las personas quedan desamparadas porque les roban, matan, secuestra y asesinan y la impunidad (falla la aplicación de la ley) se propaga a niveles imperdonables, entonces la ley no sirve para nada.

Un país democrático, se apoya en las leyes para poner quietos a los criminales, saqueadores, abusivos, corruptos, y da certeza jurídica a la ciudadanía (fin último). Con la ley en la mano se alcanza la paz, porque hay justicia. No hay de otra.

¿Hay democracia23 en tu país? Comenta.

Comparte si consideras que tu pueblo necesita saber qué es un gobierno democrático y luche por obtenerlo.

Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

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