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Nuestro futuro no podría pintar peor. Nos hallamos en medio de un par de tormentas mortales para México con nombres y apellidos: Enrique Peña Nieto y Donald Trump. El apocalipsis se quedó corto. Algunos pensarán que su dios murió realmente o que sus planes son incomprensibles. Lo cierto es que al amanecer de este siglo tenemos el reto más grande de nuestra historia, peor que las guerras de independencia, reforma o revolución.

Las chacras andan descontrolados y el feng shui no se acomoda. El dólar ha tomado carrera, primero por Peña y luego por Trump. ¿Cuál fue nuestro pecado para pagar esta condena? ¿Qué hicimos para merecer el castigo? Es simple… los dejamos. En serio, la culpa es nuestra o, en todo caso, de nuestros mayores y antepasados cercanos.

Concepto de gobierno

Un día, los seres humanos decidimos nombrar a un representante, encargado de resolver los problemas comunes como la basura, la vialidad, la seguridad. Lo llamamos Estado o Gobierno. Con el tiempo, ese ente social ha terminado por apropiarse de todo, en lugar de servir a la sociedad. Como si el representante de colonos quisiera meterse a tu casa. Más o menos igual.

Hoy, la nube negra que nos persigue pretende “bañarnos de ácido”. Tanto el gobernante asesino y represor que tenemos en casa se colude con criminales y hace de la corrupción una forma de vida, como el flamante magnate que odia a los mexicanos en Estados Unidos, será presidente esta misma semana. Ya tenemos la tormenta perfecta que arrasará con México, su economía, su turismo, la cultura y hasta la dependencia que hemos forjado con esa nación.

La tormenta perfecta que arrasará con México, su economía, su turismo, la cultura y la dependencia con esa nación. Clic para tuitear

Creíamos vivir en un país pacífico, próspero, desarrollado; capaz de triunfar y competir con las potencias mundiales. Hoy sólo vemos la sombra de un sueño que se esfumó. Se murió la gallina de los huevos de oro, es cierto, pero la mataron los políticos mexicanos con tanto saqueo.

¿Qué significa bizarro?
extraño, curioso, estrafalario, extravagante, chocante, raro (Hay otra definición: Que es valiente y, por lo general, apuesto -no es este caso-)

Este México bizarro no tiene democracia, es una burla a la participación social; los programas sociales son llenadera de bolsillos para políticos corruptos y un despilfarro insultante para los propios beneficiados que nunca ven crecimiento o desarrollo.

Tratar cáncer con agua destilada

El México bizarro inyecta agua destilada a los niños enfermos de cáncer, en lugar de quimioterapia; le da cobertura completa a una balacera en Playa del Carmen e ignora a millones que protestan por el alza en la gasolina, el gas, la luz, la tortilla y la canasta básica. Aquí se proponen candidatos que han endeudado a sus estados como aspirantes a la presidencia, como Yvonne Ortega y Moreno Valle.

País de absurdos donde los narcotraficantes tienen mejor trato que el pueblo mismo en una manifestación; aquí se ama el dinero más que el servicio a los demás en una empresa; se comparte más una noticia de XV años que un saqueo a los minerales de nuestras minas o de los recursos petroleros a Pemex.

Sabiendo los beneficios de la lectura, prefieren las telenovelas; observando el mal de las escuelas, optan por mayor control a los maestros en lugar de su capacitación; teniendo déficit de seguridad, metemos a las autodefensas a la cárcel y las investigaciones para atrapar a los delincuentes son convenios de respeto a las plazas criminales.

La solución de los problemas es crear leyes, en lugar de acercarse a la gente a escuchar necesidades reales. ¿Siembras droga? A la cárcel. Sería mejor enseñarles a producir otro vegetal. Para el gobierno es más fácil dictaminar que colaborar. Eso es la definición de la dictadura. Las personas no son importantes, sí sus instituciones.

México Bizarro

Aberración y abominación constante que se agravará con Trump. Desde que ganó, el racismo se acrecentó en EUA. Claro que tragarán amarguras con su elección, pero nosotros también con el proteccionismo anunciado a sus productos. En lugar de ver campañas del gobierno mexicano promoviendo el consumo de nuestros productos, veo explicaciones bobas y mentirosas para aceptar los gasolinazos. ¡Qué bizarro! ¡Qué absurdo!

Y para cereza en el pastel, Videgaray a la SRE. ¿De qué estamos hechos? Un criminal vuelve a “aprender” en su cargo de brillante secretario de estado, sabiendo que él es el autor de los incrementos a las gasolinas y quien asesoró al presidente para invitar a Donald Trump. Ahora estará a cargo de la relación política con su país. ¿No es eso un México bizarro?

Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

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