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Frases célebres sobre los Hábitos

Noel Clarasó

El hombre es un animal de costumbres, dicen, pero que se harta pronto de ellas. Creo que es el animal menos constante en sus costumbres de todos los de la creación. Noel Clarasó (1899-1985) ​ fue un escritor español de variados registros y guionista de cine y televisión. –Biografía de un hombre cualquiera (1954) -Seis autores en busca de un personaje (1981).

Tito Livio

Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito. Tito Livio (59 a. C. a 17 d. C.) fue un historiador romano que escribió una monumental historia del Estado romano en ciento cuarenta y dos libros desde la llegada de Eneas a las costas del Lacio (8 siglos a. C.) hasta la muerte de Druso el Mayor (3 siglos a. C.). –Ab urbe condita libri “A partir de los libros de la ciudad” (a veces conocida como las Décadas). La obra constaba de 142 libros, divididos en décadas o grupos de diez libros sobre la historia de Roma.

Fragmento literario sobre los Hábitos

Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez (1927-2014) escritor, guionista, editor y periodista colombiano. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.​ Fue conocido por su apodo Gabo. –El amor en tiempos del cólera (1985) –Crónica de una muerte anunciada (1981).

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Cien años de soledad (1967) Gabriel García Márquez

Rebeca y sus malos hábitos.

No lograron que comiera en varios días. Nadie entendía cómo no se había muerto de hambre, hasta que los indígenas, que se daban cuenta de todo porque recorrían la casa sin cesar con sus pies sigilosos, descubrieron que a Rebeca sólo le gustaba comer la tierra húmeda del patio y las tortas de cal que arrancaba de las paredes con las uñas. Era evidente que sus padres, o quienquiera que la hubiese criado, la habían reprendido por ese hábito, pues lo practicaba a escondidas y con conciencia de culpa, procurando trasponer las raciones para comerlas cuando nadie la viera. Desde entonces la sometieron a una vigilancia implacable. Echaban hiel de vaca en el patio y untaban ají picante en las paredes, creyendo derrotar con esos métodos su vicio pernicioso, pero ella dio tales muestras de astucia e ingenio para procurarse la tierra, que Úrsula se vio forzada a emplear recursos más drásticos. Ponía jugo de naranja con ruibarbo en una cazuela que dejaba al sereno toda la noche, y le daba la pócima al día siguiente en ayunas. Aunque nadie le había dicho que aquél era el remedio específico para el vicio de comer tierra, pensaba que cualquier sustancia amarga en el estómago vacío tenía que hacer reaccionar al hígado. Rebeca era tan rebelde y tan fuerte a pesar de su raquitismo, que tenían que barbearla como a un becerro para que tragara la medicina, y apenas si podían reprimir sus pataletas y soportar los enrevesados jeroglíficos que ella alternaba con mordiscos y escupitajos, y que según decían las escandalizadas indígenas eran las obscenidades más gruesas que se podían concebir en su idioma. Cuando Úrsula lo supo, complementó el tratamiento con correazos. No se estableció nunca si lo que surtió efecto fue el ruibarbo a las tollinas, o las dos cosas combinadas, pero la verdad es que en pocas semanas Rebeca empezó a dar muestras de restablecimiento. Participó en los juegos de Arcadio y Amaranta, que la recibieron coma una hermana mayor, y comió con apetito sirviéndose bien de los cubiertos. Pronto se reveló que hablaba el castellano con tanta fluidez como la lengua de los indios, que tenía una habilidad notable para los oficios manuales y que cantaba el valse de los relojes con una letra muy graciosa que ella misma había inventado. No tardaron en considerarla como un miembro más de la familia.

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Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

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