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El jugador es un estratega, dispuesto a eliminar definitivamente al opositor con un jaque mate, dejándolo sin opciones ni de recuperarse ni de prolongar su huida hasta el nivel de empate. Un juego hermoso y de amplios estudios, deja concentración y amplios beneficios matemáticos a quienes participan constantemente, moviendo las piezas del tablero.

Juego pervertido

jaque mateComo enemigos, los competidores tienen reglas de participación; hay turnos, los movimientos son específicos para cada pieza. Los tiempos, en ocasiones, son marcados por un reloj. Y cual si fuera el alma de los jugadores, hay unos blancos y otros negros.

Hoy en México vivimos el parteaguas histórico más relevante de las últimas 8 décadas. Se está realizando un torneo que ya quisieran haber visto los príncipes y reyes que lo inventaron. El alma negra de los gobernantes y legisladores contra su pueblo en una partida que será televisada a medias. No hay como estar aquí para entender realmente sus repercusiones, la sangrienta batalla de los peones contra el séquito avasallador. Ellos no han perdido pieza alguna, mientras que nosotros, el pueblo que ha resistido heroicamente durante años, se parte el lomo para mantener el hambre insaciable de saqueadores y rateros de la más alta calaña. Al principio parecía un juego limpio, complicado pero sin trampas (parecía). Ahora, con el correr de los turnos, nos hemos dado cuenta de que ellos han cambiado las reglas y que no es posible para los blancos hacerle perder de ningún modo las piezas al lado obscuro; de hecho ya tiene casi 7 millones de piezas empleadas, sostenidas y alimentadas por el hambre del pueblo.

Jaque Mate

No es un jaque al pastor, porque no fue así desde el principio. Es un jaque mate el que se prepara lentamente la aniquilación de una raza, su extinción definitiva. Le han quitado, una a una, sus más importantes herramientas de lucha. Han eliminado la voz, la libertad de expresión, acallándonos con sus reglas y reformas; han creado su propia historia oficial para, incluso, estar satisfechos con los ideales que a ellos convienen.

Es el jaque mate más cínico que existió jamás. La esclavización de la raza blanca. No quieren eliminar a todas las piezas, sino sólo aquellas que puedan hacerle daño a las piezas negras. Los peones ya no pueden eliminar al rival de ninguna forma, según las nuevas reglas, las nuevas reformas. No podrán quejarse ni en las radios comunitarias, porque les han recortado los recursos. Ser empleado, según las nuevas leyes, será más o menos volverse una máquina productora que no podrá quejarse. Ser maestro implicará enseñar a los peones a ser fieles al sistema. Y los líderes sociales que no estén satisfechos serán rapados en las cárceles como criminales. Las piezas blancas no podrán tener un rey, reina o caballo.

Sus reglas

Porque quien pone las reglas sobajará en el juego a quien las obedece. Porque el que controla el banco no debe jugar en el turista. Este tablero de cuadros blancos y negros se encarnó, se volvió una batalla real, se abandonaron las piezas y las reglas justas de una competición parcial y equitativa por una guerra sangrienta y burda donde castillos con torres, reyes y siervos pelean por la corona. No hay más equilibrio de poderes en México. Todos han sido entintados a conveniencia del palacio real, controlados por los medios. Le llamaban poder legislativo, ahora es servilismo legislativo. Le llamaban poder judicial, ahora es obediencia presidencial. Le llamaban cuarto poder, ahora es fachada del “aquí no pasa nada”. Le llamaban voto ciudadano y participación social, ahora estamos hablando de pan y circo, de poses para la foto, de públicos para los foros ignorados, de actores que reciben ayuda gubernamental.

Arrinconados

En el rincón del tablero se halla el pueblo, hacinado, sometido a las reglas del magnate, de la ley, del gobernante, del banco; mientras se reparten el tablero y extraen el petróleo que es de todos, los jugadores blancos siguen, a pesar de tener sólo un cuadro de los 64 disponibles, debe sostener con su trabajo, sus largas horas de jornadas extenuantes y sofocantes, al resto de los jugadores. Porque los únicos que producen riqueza en un país son los empresarios; los gobiernos no producen nada, son parásitos, viven a expensas de la riqueza y el trabajo de los demás. Luego se lucen, pasean el rey y la reina en las revistas, tomándose fotos, presumiendo la riqueza que es de otros.

Esta partida huele a estiércol de caballo. Ningún jugador quiere seguir aferrado a competir por lo imposible. Ni siquiera es posible un empate. Tienen en su poder las reglas y la manipulación mediática, las armas y el terrorismo fiscal, la manipulación por medio de la educación, la distracción de la población para adueñarse de una nueva casilla del tablero. Finalmente, como una sorpresa inesperada, nos arrojarán al vacío, pero no muertos como en el jaque mate, sino para ponerlos debajo del tablero, para que lo sigan cargando y sin chistar.

Publicado originalmente en ImpulsoInformativo.net

Por Joe Barcala

José Luis García Barcala, Joe Barcala, es Maestro en Literatura y Licenciado en Comunicación. Nace el 6 de septiembre de 1967 en el Puerto de Veracruz. Tiene 8 obras publicadas y publica en distintos espacios.

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