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Hoy 29 de octubre de 2016, el socialista Mariano Rajoy será elegido presidente del Gobierno de España. Eso si todo sale como está previsto, pues el político gallego necesita la abstención de otros partidos para formar un gobierno en minoría. Al mismo tiempo, en “la calle”, grupos de extrema izquierda se manifestarán en contra de lo que ellos llaman un “golpe de estado”. ¿Buscan violencia?

Para los que no estén familiarizados con el diccionario comunista, golpe de estado es todo aquello que ellos no promueven. Que un gobierno cambia una ley, golpe de estado; que otro gobierno deje de despilfarrar dinero, golpe de estado; que encarceles  a sus amigos los terroristas, golpe de estado. Que los ciudadanos organicen una manifestación en contra del dictador Maduro, golpe de estado. Que ellos organicen la manifestación, fiesta de la democracia.

jesus-garcia-barcala-285Colaborador: Jesús García Barcala, nacido en México, radica en España desde hace muchos años. Escritor ya de 3 obras de carácter histórico o científico. Creador del exitoso blog Ciencia Histórica y del canal de YouTube: Sapiensalada

Los de siempre

pablo-iglesias-violenciaNo es casualidad que el líder comunista en España, Pablo Iglesias, recientemente haya hecho un llamamiento a “tomar la calle”. Al no ver cumplidas sus expectativas de poder porque los ciudadanos españoles se niegan a darle una mayoría, hay que tomar la calle. Y qué significa eso, pues nada más y nada menos que violencia.

Ya, ya, sus seguidores dirán que no, que sus manifestaciones son pacíficas. Todo es alegría, una “celebración”. Claro, cuando los violentos lanzan piedras y palos a la policía, los responsables son “maderos” sin uniforme. Cuando rompen cristales, queman contenedores y destrozan mobiliario urbano no son ellos. Es pura casualidad que esto sólo ocurra en manifestaciones anti-capitalistas.  

Pero a nadie engañan, Conocemos su ideología, conocemos a sus líderes, la violencia está en su sangre, la violencia es la marca de la casa.

La calle no es un campo de batalla

Me parece muy bien que los ciudadanos se manifiesten, de hecho, es muy saludable en un país con ciertas libertades. Es verdad que España no es una democracia, pero tampoco es una dictadura. Se puede protestar muy bien saliendo a la calle, pero sin violencia.

Durante la primera legislatura del presidente por accidente, millones de personas se manifestaron en las calles en contra de sus políticas pro-terroristas. Pero había una gran diferencia entre aquellas muchedumbres y las que alienta el señor Iglesias. En aquel entonces salían familias enteras con niños, y nunca había un altercado. Con las turbas comunistas, la moda es ir encapuchado. Por algo será.

No olvidemos que Podemos defiende al individuo ese que llevaba una bomba en una huelga general, el “Alfon”. Lo dicho, los comunistas siempre han defendido la violencia, cuando ellos la practican. Que si lo hace otro, de fascista no lo bajan.

La violencia innata

El señor Iglesias nos ha dejado más de una prueba por su gusto por la violencia. Nos ha dicho cómo él personalmente golpeó a unos “lumpen” de clase social más baja porque le querían robar su propiedad. Se ha disculpado por no estar en la calle rompiéndole la cara a los “fachas”. Ha dicho que le “emociona” ver a un grupo de violentos golpear a un policía. Y no sólo eso.

Apoya a terroristas como Arnaldo Otegui, a quien considera un amigo. Defiende regímenes totalitarios como el de Cuba, el de Venezuela y el de Irán. Jamás ha declarado estar en contra del terrorismo islamista, más bien justifica los atentados. Habla mucho de “Amor” y Felicidad”, pero su comportamiento destila violencia.

Y claro, tomar “la calle”, para él y sus cómplices, es machacar a la policía con la esperanza de que esta responda y el comunismo tenga un mártir. Salir a “la calle” es provocar el enfrentamiento entre sus seguidores y el resto de españoles. Apoderarse de “la calle” es buscar, o provocar, la inestabilidad social y política, para ver si pescan en río revuelto.

Desprecio por la democracia

Al señor Iglesias y a sus cómplices les molesta mucho que la gente no les vote. Lo vimos después de las últimas elecciones en las que Podemos participaba. Si no han ganado ellos, es porque los viejos votan; si no han ganado ellos, es porque los españoles son unos idiotas. No pueden entender que la mayoría de españoles rechaza sus anticuadas y nefastas políticas.

No pueden entender que la mayoría de españoles no quiera que España se convierta en la Venezuela actual, que este señor ayudó a corromper. Y como los españoles no les votan, quieren tomar el poder por la fuerza.

Spain's Prime Minister Mariano Rajoy gestures during a news conference at Madrid's Moncloa Palace August 3, 2012. Spain inched closer to seeking a sovereign bailout on Friday as Rajoy opened the door to a request, although he said he needed first to know the attached conditions as well as the form the rescue would take. REUTERS/Susana Vera (SPAIN - Tags: POLITICS BUSINESS) EUROZONE/SPAIN-BAILOUT
Mariano Rajoy, Primer Ministro español. Foto: REUTERS/Susana Vera.

Para este señor y sus seguidores, el hecho de que los socialistas del PP formen un gobierno gracias al apoyo de los socialistas de Ciudadanos y la abstención del Partido Socialista Obrero Español, es un golpe de estado. Personalmente no me gusta este sistema partitocrático, pero decir que es un golpe de estado es más que una hipérbola.

Claro, si esos mismos partidos se hubieran abstenido para permitir un gobierno de ultra minoría de Podemos, entonces hubiese sido lo que quiere “la gente” (lo de “la gente” lo dejamos para otro artículo). La doble vara de siempre con la izquierda.

No hay mayor intolerancia, no hay mayor evidencia de fascismo que no respetar la opinión de la mayoría. No hay mayor prueba del desprecio que Podemos y sus aliados sienten por la voluntad de los ciudadanos. No es algo nuevo en los comunistas, enemigos de la libertad y de la democracia, pero sí que logran engañar a los menos educados, a los menos instruidos.

Esperemos no pase nada

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Publicaré esto unas horas antes de la manifestación de Rodea el Congreso. Veremos cómo se comportan los que hasta ahora siempre han demostrado ser promotores y practicantes de la violencia. Casi puedo garantizar que habrá violencia. Espero equivocarme.

A estos hombres y mujeres no les interesa la democracia, lo que quieren es calentar las cosas, a ver si la pólvora estalla y pueden ellos meterse en el gobierno sin que la gente los quiera, como hicieron en San Petersburgo en 1917, y como ya intentaron hacer en España en 1936.

Si pierden, también ganan, pues podrán ir de víctimas otros 70 años y seguir viviendo del cuento, o sea, de las subvenciones. Los que siempre perdemos con los comunistas somos los ciudadanos.

 

 

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