Te deseo una vida en el fuego de las pasiones más arrebatadas
que te queme en ácido con desgarradores gritos de locura
sin paz, sin tregua, brincando en las brazas, gimiendo en la cama,
con cascadas de lágrimas que inunden tu calma en carcajadas.
Quiero que vibres y te aterrorices, con inquietante asombro,
o desesperes, te inquietes a cada paso, que el sol arda en tu piel.
Propongo que cada uno de tus pasos consuma hasta el último suspiro,
y queme a bocanadas cada instante pasado, sin historia, sin futuro.
Carboníza tus segundos, que tu ingrediente de vida te sacuda,
reverbera en ti cada célula, baila, rueda en el piso, brinca.
Tu vida es un motor de altas revoluciones, pisa a fondo,
goza la velocidad, precipítate a los abismos, olvida los cálculos.
Irrumpe en la vida abriendo con fuerza las puertas de par en par,
inyecta con ímpetu a los demás, goza la efervescencia,
no descanses, no duermas, no goces la paz, al contrario,
sé fuego, llamas crepitando, una estrella adolescente, un sol.
Reacciona cual ingrediente activo con otros elementos en laboratorio,
cambia tu composición química, practica la constante metamorfosis,
provienes de una gran explosión y acabaras como hielo en la obscuridad,
es tiempo de lucha, de expansión, de choques, hora de re-crear.
La vida tiene sentido multidireccional, no sigas el mismo de todos,
no pretendas caminar al lado de otros sin alterar su composición química,
no seas el zapato que otros pisan si eres el elemento reactivo,
abre a mil tus posibilidades, irrumpe, discrepa, combate, arde.