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Las elecciones en el Estado de México se consideran las más significativas en cuanto a medir fuerzas para las elecciones presidenciales del posible fraude de 2018 en el país. ¿Habrá fraude en ambas? Desde luego que sí. Los partidos políticos en México se han vuelto maquinarias de imposición de candidatos, sean malos o peores, porque buenos candidatos es prácticamente imposible, no sólo que los dejen llegar, sino que en realidad no los hay. En la política mexicana, la suciedad es la constante.

Si se trata de los partidos mayores, es directamente proporcional el tamaño de sus electorados «duros» (votos casi seguros) a la corrupción que se encuentra en ellos. Muchos de los partidos pequeños (menos votos duros) se venden fácilmente deseando no perder su registro, ese que les garantiza presupuesto.

El comercio de las elecciones en México es un verdadero cochinero. Precisamente en el Estado de México, aún no habiendo iniciado la campaña, ya todos los partidos cometían fraudes: compra de votos, actos anticipados (prohibidos) de campaña, acarreo de simpatizantes (pueblo que recibe un billete, torta y refresco, para participar en mítines, etc.)

¿Será este un aviso de fraude de 2018?

Por ello, estas elecciones en Edomex son tan cotizadas. Le venden primero la idea a la gente que quien gane la elección en ese Estado (por ser el mayor en cantidad de votantes del padrón nacional), tiene un pie en Los Pinos el año entrante en diciembre. Es parte de la manipulación a la población, al igual que el manejo de encuestas o las entrevistas televisivas. Pretenden hacer creer que el candidato «Del Mazo» (PRI) se compite de tú a tú con la candidata de Morena, Delfina.

El PRI es el partido de Peña Nieto, el peor presidente de la historia, con una larga lista de crímenes por los que no ha sido juzgado, además tiene la más baja aprobación de la población. Tiene una crisis económica asfixiante, acaba de señalarse como responsable por la más reciente matanza de campesinos en Michoacán, y debe al pueblo un resultado mínimo de sus reformas, muchas de ellas en picada. ¿Es posible que pretendan imponer al candidato Del Mazo? Desde luego, porque también sabemos, son bien cínicos.

Augurio del fraude de 2018

Al imponer a Del Mazo, y habiendo vendido la idea de que es una «medida» de cómo van las cosas para el 2018, están matando dos pájaros de un tiro. Por eso vemos de gira por todo el Estado a secretarios de estado como Aurelio Nuño, de educación o Luis Enrique Miranda, de Sedesol, repartiendo regalitos a la gente para que voten por su corrupto partido. Si hasta la primera dama, aquella que quiso hacernos creer que se compro la casa blanca con su trabajo en Televisa, está repartiendo despensas, tarjetas de descuento en tiendas de supermercado, etc.

En casi todas las encuestas dan por olvidado al candidato del PRD, un partido que se vendió, al igual que el PAN a las reformas impuestas por Peña Nieto. Josefina, la del PAN, recibió para su asociación de ayuda a migrantes más de mil millones de pesos de la administración de Peña Nieto. A la candidata de MORENA la acusan de ser «Juanita» en referencia al excandidato del PRD en Chalco que apoyó Andrés Manuel.

¿Se avecina fraude de 2018?

Nadie se salva en este cochinero. ¿Merece México esta clase de suciedades? ¿Tenemos la madurez de elegir libremente por el futuro de nuestros hijos y nuestra patria? ¿Son creíbles los de MORENA o al llegar al poder tendrán las mismas tentaciones que los anteriores? Recuerden que el poder absoluto corrompe absolutamente.