Satanización y divinización de la pobreza

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Usando términos o conceptos escatológicos, la pobreza ha sido satanizada por muchos y divinizada también por otra buena parte de la sociedad.

La pobreza ha existido siempre y no por ello es necesaria o natural. De hecho, es un fenómeno muy popular, pues más de la mitad de la población mundial suele encontrarse en ese círculo. Quizá el capitalismo, como maquinaria de superación social, en sus muchas perfecciones, tiene grandes decepciones. Su creador, Adam Smith, podría estar revolcándose en su tumba ante las terribles desigualdades de nuestra comunidad humana actual.

De extremo a extremo

Algunos creen que velar por los pobres es pretender hundir a la sociedad en la putrefacción, dicen que para salir de la pobreza hay que luchar, que en el capitalismo existen mecanismos para crecer económicamente si uno se esfuerza. Otros a quienes satanizan es a los ricos, por abusivos, oligarcas explotadores infames carentes de conciencia social.

Lo cierto es que hay un pequeño grupo de privilegiados que ni gastado un millón de dólares diario, podrían terminarse en cinco generaciones la fortuna acumulada, mientras que tenemos millones de seres humanos que literalmente mueren de hambre. Eso, si usted me lo permite, es una indignante aberración.

El sistema económico mundial es complejo pero, a todas luces, injusto. No se necesita demasiada ciencia para verlo a plena luz del día y sin anteojos. Ni los pobres son flojos, ni los ricos (al menos no la mayoría), unos esclavizadores. Ese tipo de extremismos sólo agravan más el problema.

Usando la misma alegoría religiosa escatológica: ni santos, ni demonios. Ahí también puede entenderse que un ser humano es bueno en unas cosas y malo en otras; los pobres podrían organizarse para defender sus derechos al tiempo que los ricos podrían preocuparse por que la riqueza sea más homogénea.

¿Cómo lo ve usted?

Precisamente escribí un artículo que se llama: Comunidades sustentables, retos que responden a necesidades, porque de lo que se trata como humanidad es de alcanzar una estabilidad social que nos comprometa a todos a ser una sociedad más civilizada, comprensiva, generosa, capaz de afrontar para resolver los retos que se nos presentan y, desde luego, involucrar a todos en el desarrollo y el progreso.

Los intereses de ciertos grupos y naciones, lógico es, velan por su propia comunidad (los ciudadanos originarios de su país), como si fuesen una casta, como los arios, discriminando a los demás humanos del mundo. Podrían hacerlo sin establecer muros en las fronteras y seguir siendo humanos, aceptando que si los demás países protegen sus intereses, es igualmente respetable. (Léase aquí, por ejemplo, EUA vs. Venezuela).

Creo que antes de ser ciudadanos de un país, somos miembros de la raza más inteligente conocida, la más desarrollada pero, a la vez, la más abusiva y depredadora de la historia del mundo. Creo que estamos destinados a algo mucho mejor que esto. ¡Claro que el reto es grande! ¿Seremos lo suficientemente inteligentes para no dejarnos seducir por una guerra ideológica que favorece a unos y desprestigia a otros, ricos o pobres?

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