La meta

Todo cambia cuando sabes lo que quieres, lo que buscas, lo que esperas. Mientras no tengas una meta, aun encontrando algo que te agrada sigues con la sensación de vacío, deseando algo más que no ha llegado, que sigues sin alcanzar. Pregúntate: ¿qué quiero? ¿qué estoy esperando? ¿qué es lo que realmente necesito? Y entonces aparecerá en lo más profundo de tus deseos, en ese acto de consciencia honesta con tu ser de lo que siempre has estado buscando y que no habías hecho presente. Entonces, agradece que ya tienes lo que anhelas porque sólo con saber exactamente, con precisión quirúrgica, lo que tu corazón realmente ama, es cuando ya tienes la mitad en tus manos. Con tu agradecimiento llegará la otra mitad porque te enfocarás en ello y te irás en un directo y sin escalas a encontrar ese algo que tanto esperaste.

Somos cuánticos

Uno no está acostumbrado a sentirse ajeno al mundo. No puede hacerlo. La naturaleza sociable nos orilla a pensar que formamos parte de algo. Pero, si lo pensamos bien, no conocemos al 99.99999999% de los 8 mil millones de habitantes del planeta en el que vivimos. Somos ajenos a la mayoría de ideas, a la mayoría de motivaciones, de personas, de grupos, de religiones, de sistemas políticos, de formas educativas, de historias, de películas, de novelas, de tiempos. Deberíamos acostumbrarnos a esa soledad de la que estamos hechos. Para donde miremos, estamos condenados a ver extraños, gente a la que jamás conoceremos, personas tan ajenas que ni siquiera vamos a saber de su existencia. Nunca. Ni por equivocación. Vayámonos viendo como somos: polvo de estrellas, como dijo Sagan, en el confín del universo y, sin embargo, hechos de lo mismo, seguramente nuestros átomos han chocado, han coincidido, los hemos intercambiado, han estado y no estado al mismo tiempo conmigo y contigo. ¡Qué cuánticos somos! Infinitamente únicos e infinitamente iguales.

Haberte conocido

Cada vez que conocemos a una persona, del tipo de persona que sea, en el lugar en el que suceda y por el motivo que la encuentre o me cruce de frente y deba compartir tiempo, diálogo o vida, debería decirle: «No te conozco y eso no importa porque sé que tú traes tu propia riqueza, tu historia, experiencias, miedos y alegrías… te digo que agradezco al universo haberte conocido, haberme topado contigo y enriquecerme con tu amistad, compañerismo, alegría, desencuentros, temores y ansiedades que acumulaste. Espero ayudarte en algo en este mismo tren en el que viajamos, pero sobretodo, me hace feliz saber que hay alguien más en el infinito que puede llenar algún vacío de mi espíritu, que fuiste la persona indicada para calmar quizá mi egoísmo o reducir un miedo o alegrar mi día o ennoblecer mi vida. No sé para qué llegaste a mi en el momento que lo hiciste y en el lugar y de la forma que apareciste pero doy gracias a todos aquellos que vinieron antes de ti y que al haber luchado y sobrevivido a miles de casualidades, se logró que hoy aparecieras tú y resolvieras estar conmigo unos minutos». 

Basura mental

¿Qué tipo de basura ideológica hemos comido los seres humanos de nuestro tiempo que vamos por la calle con la mirada perdida, con los ojos tristes, con un desánimo tan oxidante como ensordecedor? Las almas gritan en busca de ayuda que nadie ve, que a nadie importa. La soledad se siente tan a flor de piel que se refleja en la aridez de las manos, en los ojos opacos, en los dientes ocultos que sólo asoman para gritar llenos de miedo. Al final parece que el consumismo nos hizo ponerle precio a la amistad, a la lealtad, al amor y dejó en el abandono, en la miseria psicológica, en la pobreza emocional a tantos millones de desganados; esperaban tener a alguien con quién compartir los años y sintieron la bofetada de la desilusión. Idealizaron a una parvada de mentecatos que rompieron con sus más elevados sueños de crear y gozar un mundo mejor. Aunque siempre estaremos a tiempo de regalar un minuto de alegría a los demás, duele pensar que de momento esa batalla está perdida.

Aterrados

¿Por qué algunas personas se aterran cuando escuchan la palabra «Comunismo»? Cierto es que durante décadas nos han sembrado la semilla psicótica de odiar al comunismo, al socialismo y a todo lo que esté en contra del capitalismo, el imperio predominante del mundo en manos cuasi siniestras de los hilos que mueven la marioneta desde obscuros rincones de los Estados Unidos. Pero siempre me he preguntado: ¿Por qué le tienen tanto miedo a la igualdad, al equilibrio de fuerzas, a oportunidades semejantes para todos? ¿Qué tipo de gen maligno invade las cabezas de ciertas personas que se sienten diseñadas por los dioses para ubicarse en estadios de poder viendo con desdén a los demás y deseando la sumisión de las mayorías? ¿Es una enfermedad? Si es así, ¿dónde están recibiendo tratamiento? Quizá ni siquiera quieran aceptar que necesitan ayuda psiquiátrica y, por ende, podríamos estar condenados a sus caprichos, a sus juegos macabros de quiebras bancarias para enriquecerse aún más, a manipular al estilo Tavistock los medios masivos para inventar historias de extraterrestres; porque hasta en eso, les falta creatividad, si ya lo sabemos desde la Guerra Fría. Demasiado Bilderberg.

Negocio perfecto

Dentro de unas 3 o 4 décadas, la mitad de la población del mundo habrá muerto según lo programado por las estadísticas. Eso quiere decir que hay un gran negocio en las funerarias eternamente. Hablamos de 4 mil millones de personas que dejarán la cartera en los escritorios de quienes poseen ese tipo de negocios. Siendo que se cobra de manera excesiva en esos sitios, deberíamos valorar la competencia que se dará para llevarse a los difuntos de las casas, cambiarlos de ropa y exhibirlos en cajas fúnebres. Muchas veces esas cajas se reciclan porque los cuerpos se incineran cada día con más frecuencia. Las rentas de esas cajas también son un negocio redondo y los crematorios también. Las criptas a perpetuidad valen una fortuna. Me pregunto ¿qué espera la gente para aprender de ese oficio que no requiere carrera en la mayoría de sus puestos de trabajo?

Las escuelas

Bill Gates no tenía las habilidades suficientes para programar tanto como para negociar. Sacó un contrato millonario con la IBM sin tener el sistema operativo que prometió para 3 semanas después. Su compañero escolar hizo todo el trabajo. Lo demás es historia. Las escuelas deberían enseñar más sobre esas habilidades para desenvolverse en el mundo y no llenar de miedos y castigos a los estudiantes. ¿Verdad que la escuela puede mejorar?

Falla logística extraterrestre

Los extraterrestres nos siguen debiendo una espectacular llegada que se ha anunciado ya tantas veces y que se dijo, llegarían el 23 de marzo. Aunque aún no es tarde para que se cumpla la profecía, porque en algunas partes del mundo la fecha sigue vigente, no nos damos cuenta de eso, precisamente: ¿el 23 de marzo según qué país? El tiempo siempre es relativo y lo que para unos sucedió en el año 0, para otros sucedió en el año 6 a. de C., sí, el supuesto nacimiento de un mesías que tampoco ha dejado contundencia ni en su propia existencia, otro que prometió volver y aquí se le tiene por incumplido. Por eso ya nadie cree en fechas apocalípticas ni en palabrería profética. Vivimos en tiempos de escepticismo que, no se a ustedes, a mi me fascina. Como si les dijera que vimos tomando un café a Osama con Vader. Ya no te puedes fiar ni de las fotos.

Inteligencias artificiales

Encuentro a las Inteligencias Artificiales tan censuradas que difícilmente podrán progresar. El miedo a la guerra hombre-máquina estilo Terminator es tal, que se asemeja a esos puritanos escamados o más bien aterrorizados con la ponro, con la liviandad sensual; esa basura ideológica de derecha que encarcela, que aborrega a la gente, al grado de Huxley. El que no arriesga, no avanza.

Robótica nanométrica

No será la inteligencia artificial la que solucione muchos de los problemas del mundo. Se requerirá del avance de la computación cuántica, específicamente la robótica nanométrica CON inteligencia artificial la que finalmente repare al mundo, libere al hombre del trabajo, satisfaga de energía nuestra tecnología de forma sustentable, nos haga la comida sana, cure nuestros tejidos, rompa la escala de violencia, extermine la pobreza, mantenga el equilibrio biodiverso del planeta y nos permita acceder a todos al arte, la contemplación de la belleza y vivir en el espacio sin complicaciones. Algunos pensarían que eso sucedería en más de 50 años pero se equivocan, ya está llegando.

Benito Juárez

Que si Benito Juárez huyó al norte para evitar ser tomado como rehén del imperio de Maximiliano, que si se aprovechó de sus conocimientos de leyes para imponerse como presidente, que si se reeligió. Hay tantos descubrimientos históricos por encima de la fantasiosa realidad pintada en libros de texto sobre el Benemérito que si uno no tiene la férrea convicción de encontrar la verdad entre la paja mítica, será difícil, si no imposible, encontrar lo sucedido realmente. Lo que se valora, sin embargo, del marido de Margarita Maza, del ex gobernador de Oaxaca, del oriundo de Gelatao, es que le dio estructura legal al país. Fue gracias a él y a sus leyes que finalmente México adquirió forma y formalidad jurídica. Claro que se puede intentar juzgar sobre él desde el síglo XXI el saqeo de muchas de las riquezas eclesiásticas de la separación Iglesia-Estado, pero pocos entenderían a ciencia cierta la situación social, de post-guerra, de post-división del país tras la pérdida de Texas, Nuevo México, Arizona y los demás estados y pretender que Juárez podía haber salvado parte de esa riqueza que se tomó con el desorden. Hoy se conmemora su natalicio y en México nos queda claro que, pese a todo, él, es el más importante pilar de nuestra contemporaneidad nacional.

Engaña bobos

Es increíble que millones de personas sigan siendo engañadas por los medios de comunicación, las iglesias, la publicidad, las instituciones y gobiernos. Hoy día sigue habiendo gente que cree que es posible que los extraterrestres tengan forma humanoide, que la tierra sea plana, que habiendo 2400 dioses distintos, sigan creyendo que el suyo es el correcto o convenientemente, el único. Que las guerras son provocadas por un par de ingenuos locos y no por una maquinaria pesada de un negocio bélico. Que aún piensen que un crédito no es deuda y que las deudas son la única forma de invertir en un negocio, que los bancos son grupos bondadosos y que todos los presos merecen su castigo. Ni siquiera saben que las escuelas tienen al menos 10 años de retraso en el conocimiento que imparten y no tienen idea que es posible ser autodidactas. Es sorprendente que con todo lo que se puede tener hoy día de información, sea más fácil alcanzar la fortuna engañando bobos.

Nada me ha sorprendido más de las inteligencias artificiales

que su necesidad por verificar que yo sea humano.

Lenguaje inclusivo

Harta gente, la totalidad, el conglomerado, la asamblea, el grupo, la masa, un ingente conglomerado de personas, la muchedumbre, un montón de idiotas o de sabihondos, todo el mundo, tantos individuos, una sociedad, una comunidad… hombre-mujer: «nuestro idioma es tan rico que no necesita ajustes de género». –Joe Barcala

Para enriquecer más esto, le pedí ayuda a la AI más famosa: ChatGPT. Esto me devolvió:

• Una multitud de personas
• Una congregación de individuos
• Un conjunto de ciudadanos
• Un puñado de personas
• Un número significativo de individuos
• Un gran conjunto de seres humanos
• Una audiencia numerosa
• Una masa de gente
• Un grupo amplio de personas
• Un conglomerado humano
• Una agrupación de individuos
• Una plétora de seres humanos
• Una concurrencia de personas
• Un colectivo de ciudadanos
• Un cúmulo de individuos
• Un conglomerado social
• Una reunión de personas
• Una población significativa
• Una muchedumbre congregada

Dolor y sufrimiento

Para muchos la vida se volvió una lucha en lugar de una gozosa experiencia. El mundo desde la educación básica fue adiestrado para ser competitivo, la lucha por vencer, la guerra entre hermanos que deben sobresalir, invitados a cumplir con un deber, sometidos a reglas de obediencia con penas y castigo. ¿Dónde estás Foucault? La vara para amaestrar, forzando, imponiendo, doblegando, subyugados al sistema y convencidos de mantener la maquina girando: ¡Compra, compra, compra! La gente se siente comprometida, amenazada, con un collarín de conducta, encerrados en una jaula psicológica, desvencijados, desilusionados, hartos de trabajar para seguir en la ruina, desgastados, obligados a manutenciones que darían con mucho amor y gusto si no fuera porque ni siquiera tienen en qué caerse muertos. Claro que hay algunos cínicos y por ellos pagan justos. Como si no fuéramos lo suficientemente capaces de idear y consolidar métodos más humanos de convivencia, de subsistencia. Deberíamos declarar la guerra a cualquier tipo de tortura psicológica que convierta a una persona en una máquina de producir dinero sin tomar en cuenta sus propias necesidades personales. Deberíamos reiniciar el sistema, salir de la matrix para salvar a miles que están en la inanición de las ideas que les permitan mejorar su calidad de vida. Esta esclavitud está tocando fondo.