Me niego a trabajar en favor de un candidato pese a que sea de mi preferencia. Eso de apoyar una campaña me suena a las famosas pirámides en donde uno trabaja y otros ganan; luego fueron conocidos como negocios de multinivel. Pero ¿hay razones de peso y no de pesos para participar en una campaña política?
Ciudadanos en campaña política
El objetivo de cualquier candidato es hacer sinergia con la gente. Si a mi me convenciera alguno, tengan por seguro que votaría por él, o ella, en su caso. Sin embargo, de ninguna forma promovería su voto (eso yo, insisto). Para empezar, hemos tenido tan malas experiencias con candidatos a los que apoyamos que al alcanzar el puesto se olvidan del pueblo, que no pondría mis manos al fuego por ningun@.
Por muy buena pinta que tenga, no apoyaría a ninguno. Ellos reciben millones de pesos para su campaña política, ya tienen suficiente; que se las arreglen sol@s. Pero… en un país como México, las cosas se deben pensar mejor. Recuerden que esto es una dictadura y la estrategia debe ser diferente a la de simplemente elegir al mejor o, en realidad, al menos peor.
¿Apoyaría a un candidato?
Dadas las circunstancias, es posible que muchos nos veamos involucrados de lleno promoviendo el voto útil para derrocar al sistema político que hoy nos gobierna, encabezado por el PRI con Enrique Peña Asco me da. Elijamos a quien puede hacer algo para acabar con él. Si la carrera política en torno a las elecciones del 2018 van llevando cerca a Juan de las Pitayas, creo que será muy útil convencer a muchos que esa es la opción, no porque sea el rey de reyes y salvador de la patria, sino por derrocar al PRI de una vez por todas.
Gastarme y desgastarme por un@ que no prometa meter a la cárcel a Peña Nieto y a todos sus cómplices, que acabe con la corrupción y desnude las finanzas nacionales, no tiene sentido. Merecemos ser nosotros los dueños de las decisiones, de nuestro país, tierra y recursos, futuro y justicia.
Merecemos ser nosotros los dueños de las decisiones, de nuestro país, tierra y recursos. Clic para tuitear
Por ese objetivo, todos debemos trabajar. No se trata de apoyar a uno u otro candidatos, sino de ejercer nuestra soberanía ciudadana, de exigir que se cambie el modelo que ha empobrecido a millones, que tomen en cuenta nuestras necesidades, que asuman su compromiso como empleados del pueblo.
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Son actos patrióticos si pretendemos mejorar a nuestra nación; si luchamos por mejor educación, cultura, más lectura, si exigimos transparencia, democracia y sí, si apoyamos a aquel candidato o aquella candidata que nos asegure rendición de cuentas, que busque y castigue a los responsables de esta catástrofe nacional.
Los obligados a participar
Aquellos que pertenecen a un sindicato o son maestros del sistema público (empleados del gobierno) o los mismos burócratas, de algún modo los obligan a apoyar a tal o cual candidat@, lo cual es terrible. Precisamente por eso pagamos un carísimo sistema electoral que no nos garantiza democracia y es por esta razón. ¿Cómo podemos estar seguros que se impuso la voluntad popular si usan estas mañas?
Debería estar estrictamente prohibido que un candidato o partido use esos recursos para convencer a las personas de votar por un candidato. Es sucio, vil, ruin, bajo, despreciable. Les damos los recursos económicos para que no haya mano sucia en la campaña política y terminan empujando candidatos obligatoriamente.
Democracia es el poder en manos del pueblo, no de los manipuladores electorales o los corruptos gobernantes. Si te obligan, sólo para cuadrar la balanza, haz trabajo sucio contra ellos; es decir, por la tarde, habla con vecinos, amigos y hasta medios masivos o alternativos para denunciarlo, para favorecer a otros partidos, para romper ese maldito círculo vicioso de la política mexicana (o de tu país).